viernes, 3 de junio de 2011

Caminos Separados Cap 5


Capítulo 5
Decisiones

Al llegar a casa, Emily me informó que mis padres habían salido a la misa de la tarde y que luego irían a comer por si quería reunirme con ellos en el restaurante, pero yo solo deseaba estar con Edward.

- Sam está en la cocina, puedes decirle que no cenare esta noche, pero tu puedes acompañarlo a cenar, yo estaré con Edward.

- Esta bien señorita, pero si luego desea algo solo debe decirme y le llevare una bandeja a su habitación- y dicho esto se retiró a la cocina.


Nos sentamos en la sala, hace días que no veía a Edward tan feliz, pero el día estaba llegando a su fin inevitablemente.

Lo miré a los ojos un momento y entonces lo besé, a lo que él respondió inmediatamente. Ahora podía notar algo de ansiedad en sus besos, Edward también era consiente del poco tiempo que nos quedaba antes de su partida. A sus manos le urgían tocarme y yo quería que lo hiciera, mis manos también deseaban sentirlo, recorrerlo, era como si una fuerza ajena a mi me invadiera por completo.


- Bella, contigo pierdo la cabeza- me susurró en los labios.

- Ven conmigo, le dije tomándolo de la mano y guiándolo por las escaleras hacia arriba. Él se detuvo cuando comprendió a donde íbamos.

- Bella, no creo que debamos ir a tu habitación- dijo, su rostro denotaba confusión, entre sus impulsos y su cordura.

- Edward, sólo quiero estar junto a ti hasta el último momento. Por favor- dije y lo miré directo a los ojos dejando salir todos mis sentimientos reprimidos, sé que él podía notarlos en mi mirada. Entonces subió los dos escalones que nos separaban, tomó mi cara en sus manos y me besó intensamente. Siguió besándome hasta que estuvimos en mi habitación, me quitó el sombrero, lo lanzó a un lado y me sentó en la cama.

- Te amo- dijo casi sin aliento.

- Nadie podría amarte jamás como yo te amo a ti- dije con total convicción.

- Bella…-susurró antes de volver a besarme.


Nunca antes habíamos transgredido tantos límites como ahora, pero no me importaba. Amaba a Edward, a nadie más y quería ser suya por siempre. Edward comenzó a besar mi cuello como lo había hecho la noche de mi cumpleaños, sentía un fuego creciendo dentro de mí, sus manos sostenían fuertemente mi cintura. Sin dejar de besarlo, me recosté sobre los cojines que adornaban mi cabecera. Mis manos fueron hasta la parte delantera de mí vestido, sentía tantos nervios que casi me tiritaban, desabotoné un par de broches dejando levemente expuesto mi sujetador. Pero Edward se detuvo en seco.


- Bella, no podemos…no debemos- me miraba como si fuera algún preciado tesoro y temiera hacerme daño.

- Edward, no quiero estar lejos de ti, quiero ser tu esposa, quiero ser tuya ahora y por siempre- dije tomándole el rostro entre mis maños y mirándolo fijamente para que supiera que lo decía en serio.

- Yo tampoco quiero alejarme de ti Bella, pero no deberíamos apresurarnos- dijo dulcemente- no quisiera que después pudieras arrepentirte, es algo muy importante.

- Jamás podría arrepentirme de estar contigo, Edward ¿acaso tu no quieres tenerme?- pregunté con terror de que esa fuera la razón.

- Bella, amor, no sabes cuanto lo deseo- dijo con total sinceridad- pero no quiero que te sientas presionada. Recuerda que pronto estaré de vuelta y podremos casarnos como siempre soñamos.

- Nos casaremos en al menos un año y por el momento estaré sola. Quiero sentir que soy tuya antes de que te vayas. Dije desabrochando otro botón y acercándome hacia él.

- Bella, por favor no me hagas esto – dijo con mirada torturada tomando mis manos para detenerme- sabes lo difícil que se me hace controlarme contigo.

- Entonces no lo hagas- dije acercándome mas a él, rozando sus labios con los míos, pude sentir su respiración agitada. Entonces me besó de nuevo. Pero luego de un momento se detuvo nuevamente sobresaltado.

- Bella, si no nos detenemos ahora, nada podrá después – dijo con preocupación- no quiero que cometamos un error, te amo demasiado como para poder soportar si te hiciera daño. Será mejor que me vaya ahora.

Mi respiración aun estaba acelerada mientras procesaba sus palabras. Lo detuve con mi mano.

- Edward espera, por favor no te vayas- dije suplicante- quédate conmigo, no podré dormir si te vas ahora-le dije y puede ver la duda en sus ojos, luego de pensarlo un momento respondió.

- Está bien, me quedaré a tu lado hasta que puedas dormir- dijo con ternura, acarició mi mejilla y besó mi frente.


Me levanté un poco triste y caminé hacia el baño de mi habitación. Me miré al espejo, mi cabello estaba suelto y los rulos caían libres por mis hombros hasta la altura de mis codos, mis mejillas estaban rojas y mis labios ligeramente hinchados, podía notar la tristeza y la decepción en mis ojos. Me lavé la cara con agua fría y me terminé de quitar el vestido de mala gana. Me puse mi camisa de dormir, era larga de blanca seda, ajustada a la altura del busto y con vuelos alrededor del escote que cubrían levemente mis hombros, mis brazos estaban desnudos. Me cubrí con una bata y salí a mi habitación.

Edward se quedó mirándome perplejo por un momento, luego reaccionó y abrió la cama para que pudiera acostarme. Me ayudó a quitarme la bata y me tapó bien cuando estuve acostada. Luego se recostó a mi lado por encima de las mantas, se había quitado la chaqueta y el chaleco. Apoyé la cabeza en su hombro y lo abracé, el comenzó a tararear una canción mientras acariciaba mi cabello y me depositaba tiernos besos en la coronilla.

- Te amo Edward- fue lo ultimo que susurré antes de quedarme dormida.


No sabía bien donde estaba, no lograba ver nada hasta que mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, y pude distinguir algunas cosas, árboles, ramas y hojas por todas partes. Era un bosque, un tupido bosque por el que apenas se podía transitar, estaba corriendo pues debía buscar algo, algo importante. ¿Qué cosa seria? No lo sabía bien, sólo sentía la imperiosa necesidad de encontrarlo, era preciso que esa persona volviera…persona, si, era una persona, lo sabía ahora. Jamás debió haberse ido. ¿Por qué se habría marchado? Pero ¿quién era esa persona que tanto deseaba encontrar?, las ramas dificultaban mi paso pero aun así seguí avanzando, esa persona me necesitaba, necesitaba que lo encontrara, sentía su llamado en cada parte de mi cuerpo, en algún lugar él me necesitaba. Cómo podía haber olvidado quien era esa persona, si era el motor de mi existencia. Edward. Era Edward, él me necesitaba, pero no podía encontrarlo, la oscuridad no acababa nunca y la angustia se apoderó de mi, qué haría si no lograba encontrarlo entre tanta sombras, que pasaría con él, que pasaría conmigo. Mis ojos se llenaron de lagrimas, lo que me dificultaba más la búsqueda,”Edward…” llamé al vacío, “¡¡Edward!!” la desesperación me invadía, corrí con todas mis fuerzas.”Edward vuelve! Por favor Edward!”

Desperté sobresaltada, estaba aferrada al cuerpo de Edward y tenía mis ojos húmedos.


- ¿Bella estas bien? estabas hablando en sueños ¿qué ha pasado?- preguntó preocupado.

Parpadeé varias veces para convencerme de que esto si era real, estábamos en mi habitación, las cortinas de la ventana estaban abiertas, por la oscuridad de la noche podía deducir que era alrededor de la media noche, la luna estaba menguante.

- Estaba soñando, pero era tan real, y no podía encontrarte, te llamé tanto, pero tú no estabas Edward, no estabas conmigo- dije aun abrazándolo y con la voz temblorosa- No puedo soportar la idea de que te vayas, Edward, no concibo la vida sin ti- dije finalmente y rompí a llorar.

Edward se quedó inmóvil un momento pero luego me abrazó fuertemente, su abrazo me hacía sentir protegida, pero el hecho de saber que ya mañana no estaría para cuidarme me hacía un nudo en la garganta.

- No quiero estar sin ti, no quiero quedarme sola y sin saber cuando volveré a verte - dije angustiada sin parar de llorar.

- Bella, no me digas eso por favor, me parte el alma verte así y no puedo hacer nada al respecto- dijo.

- Quédate, no vayas por favor- dije en un último y vano intento.

Luego lo besé con necesidad, rodeé su cuello con las manos presionándolo hacia mí, su respuesta fue inmediata, pero luego se separó con suavidad.

- Bella…- dijo Edward con notoria angustia.

Dejé caer los brazos a los lados, derrotada. Las lágrimas siguieron cayendo por mis mejillas.

- Lo siento, no debería estarte pidiendo esto- dije con culpabilidad, pero era realmente lo que deseaba. Llore con más desconsuelo.


Edward me miró con impotencia como yo no dejaba de llorar y sufrir. No podría decir si las lágrimas que hacían temblar mi voz le conmovieron, si fue que no estaba preparado para manejar mi repentino ataque, o si su necesidad era tan grande como la mía en aquel momento. Pero cualquiera que fuera la razón, el caso es que acercó sus labios a los míos, rindiéndose. Yo le correspondí el beso automáticamente, ansiaba sentir sus labios antes de que se marchara, sus labios en mi boca, sus manos en mi cuerpo.

Edward se giró y quedó sobre mí, podía sentir todo su cuerpo sobre el mío. Sus manos recorrían mi cuerpo sin limite, también yo quería hacerlo. Desabotoné su camisa y la deslicé fuera de su cuerpo, entonces me quedé embobada mirándolo, su cuerpo era una escultura, cada músculo marcado, su espalda fornida, su abdomen plano, su piel tan suave y cremosa. Nuestras miradas se conectaron un momento, no fue necesario que preguntara nada, él lo sabía con mirarme a los ojos. Besó tiernamente mis mejillas, mi cuello mis hombros, mis brazos. Sus manos tocaron con delicadeza mis piernas y un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo en un instante. Suavemente deslizó mi camisa hacia arriba hasta haberla quitado por completa, me encontraba solo en paños menores. Mis nervios crecían de una manera impresionante, nervios a lo que venía, a lo desconocido, pero no iba a detenerme, estaba segura de mi decisión, quería ser suya ahora y por siempre. Entonces se deslizó dentro de la cama junto a mí y me abrazó con imperiosa necesidad. Me susurró al oído cuanto me amaba. Lo ayudé a quitarse los pantalones mientras él me besaba en cada lugar de mi cuerpo y desbrochaba mi corpiño. Me miró un instante, pero no sentí vergüenza alguna, yo era suya, siempre lo había sido, nos pertenecíamos el uno al otro.

- Eres realmente hermosa Isabella Swan- Dijo y me besó en los labios mientras me abrazaba nuevamente.


Nos deshicimos de la ropa que nos quedaba y nos besamos intensamente, Edward me acariciaba con tal cuidado como si temiera hacerme daño. La adrenalina era dueña de cada parte de mi cuerpo, sentía nervios, emoción, ansias.

Entonces, muy despacio, entró en mí. Hundí mi cara en su cuello y enterré levemente las uñas en su espalda, un leve gemido escapó de mi garganta y Edward se detuvo.

- ¿Estas bien?, Bella podemos detenernos si lo deseas- estaba tan agitado como yo, pero en su voz además había preocupación.

- Lo único que deseo en este momento es a ti Edward Masen- dije para darle seguridad, esto era lo que yo quería, no iba a ser cobarde ahora. Luego lo besé.


Edward me miró fijamente a los ojos mientras se introducía de nuevo, lentamente y con muchísimo cuidado, observando cada expresión de mi rostro para detenerse al más mínimo indicio de dolor.

Sentía muchísimo calor y un leve ardor, cerré los ojos y esperé a que se pasara. Edward me besaba el cuello y yo no podía dejar de suspirar con sus caricias. Mi respiración era muy irregular y mis jadeos se volvían gemidos cada vez que Edward se adentraba más.

El dolor se volvió continuo pero tolerable, había algo que me impedía detenerme. De vez en cuando venía un dolor punzante pero de a poco las molestias se volvieron soportable, ya que además sentía una indescriptible sensación al tenerle dentro.

Edward me besó con intensidad y aceleró el ritmo, los leves dolores que sentí al principio ahora eran placer absoluto, esto era lo más maravilloso que me había pasado. Éramos sólo una persona, ahora y para siempre.

Sus suaves gemidos en mi oído me hacían tiritar, mis manos recorrían febrilmente su espalda y lo presionaba más contra mí con necesidad. Nuestros movimientos, al principio torpes por la inexperiencia, ahora eran sincronizados y armoniosos. El placer que Edward me provocaba iba en aumento, el calor era sofocante, cada parte de mi cuerpo ardía contra la suya y creí que no iba a ser capas de soportarlo. Mis manos se aferraron a su espalda con ansiedad y mis piernas rodearon su cintura, mientras sus movimientos se aceleraban cada vez más junto con su respiración. Entonces Edward mordió mi cuello en un intento de ahogar su gemido, en ese momento sentí mas placer del que había sentido en toda mi vida.

Nuestras respiraciones increíblemente aceleradas, fueron acompasándose de a poco. Edward me miró con preocupación y al ver la sonrisa que había en mi rostro, también él sonrió y me besó dulcemente.


- Eres lo más maravilloso que me ha pasado en la vida- dijo mirándome con devoción.

- Te amo tanto Edward- dije mirándolo a los ojos, podía sentir su alma a través de ellos y se que él también la sentía en los míos, por la manera en que me miraba.

Edward apoyó suavemente su cabeza en mi pecho y me abrazó tiernamente, mientras yo le acariciaba el cabello. Me sentía en una inmensa paz en ese momento, con un ángel abrazado a mi cintura. La felicidad era infinita, aun sabiendo que en pocas horas me vería alejada de tan maravilloso ser. Me sentí enormemente cansada, los parpados me pesaban y no opuse resistencia. Que lástima que este momento no pudiera durar para siempre.


*nota de la autora: en este capítulo incluí una cita de Amanecer

9 comentarios:

  1. Caaaaarla <3 muero de ganas de leer el próximo me encanta :)

    ResponderEliminar
  2. No hago mas que suspirar con esta historia,me encanta!
    Que hermoso todo,al final,Edward se lleva un recuerdo inolvidable.

    ResponderEliminar
  3. ahaaaaaaaaa casi casi me muero por dios me llevaste al limite que felicidad Dios por que se va!!!!!!!!! justo ahora espero que mi bella no quede.... huy no quiero ni decirlo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que? Embarazada? No. tuvo una tonelada de suerte la canija-pinche Bella! tiene un buen de suerte, no se porque dicen que tiene mala suerte!- pero bueno, ya sabes, siempre le tiene que ir bien.

      Eliminar
    2. O viuda?... Ahí si no te puedo contar.

      Eliminar
  4. Dioss me puse como locaaaa mientras leiaaaa,siii es la escena de amanecer,me encanta ese Edward tan protector y encantador y esa Bella desenfrenada,como te prometí otro comentario y las imágenes de este capi son maravillosas :D TE ADMIRO!!

    ResponderEliminar
  5. Wow, esta increible. Fuiste super apasionada sin necesidad de ser tan reveladora (y sabes a que me rafiero con eso) aunque creo que sacaste mucho de amanecer, tanto de la peli como del libro. Digo, eso no lo hace poco original o menos increible, te aseguro que muchas fans se pusieron freneticas con esto. Eres super y creo que este es el segundo mejor fanfic que he leido (El primero es Letras de medianoche by alexa cullen) y creo que si a Stephenie meyer no se le hubiera ocurrido escribir la saga y hubieras escrito tu fanfic, hubiera sido sino igual, más exitoso. En parte por eso me gusta más tu blog que el de Alexa cullen; no te atienes tanto a lo escrito por Meyer. Eres genial. Sigue así!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! de verdad el comentario sobre si Stephenie hubiera escrito mi historia de verdad va a hacer que se me vayan los humos a la cabeza XD jaja Hablando en serio, te agradezco tus elogios! Motiva mucho saber que lo que una escribe es agradable para los demás :) Y si, hay partes textuales del libro de Amanecer. Cuando comencé a escribir esta historia seleccione algunas citas que me parecían infaltables, y no solo de la saga crepúsculo, sino que de otras películas que amo y que quería reflejar cuando escribía ciertos capítulos. Por eso lo aclaro todo al final de cada cap (para que no parezca que estoy plagiando ni nada por el estilo) :)

      Eliminar
  6. Wow, ahora que lo pienso, este fue el primer leemon que lei de twilight XD Me quietaste la inocencia!!!! XD No es cierto, choro. Aunque sigue siendo mi favorito, porque se evade de cualquier vulgaridad, además es completamente tierno y hermoso. tu estilo me encanta lunita, no parare de decirlo :)

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...