miércoles, 29 de febrero de 2012

El visitante nocturno Cap 22 Epílogo

Epilogo

Inseparablemente diferentes


Jamás una mañana se me había hecho tan lenta, sentía que el tiempo se había puesto en mi contra y que las manecillas del reloj corrían en sentido contrario mientras Charlie continuaba con su interminable sermón. Él no era particularmente un hombre de muchas palabras, pero hoy parecía haberlas reunido todas para recordarme una y otra vez lo desconsiderada que había sido al haber desaparecido toda la noche sin siquiera dar un aviso.

Lo peor de todo era que yo sabía que él tenía toda la razón para estar enojado, y además no se me había ocurrido ninguna excusa buena para justificarme.


- Jamás Jake y tú habían sido tan inconcientes como fueron esta noche- decía por milésima vez.

- Pero si no fue culpa de ninguno de los dos, ya te lo expliqué- trataba de hacerme entender.

- Sólo espero que no hayan estado bebiendo- dijo con mirada desconfiada.

- Claro que no -dije un poco exasperada- Sólo estábamos jugando, Jake me retó a entrar en la casa embrujada, esa que está abandonada al final del pueblo. Y yo lo reté a entrar al cementerio. Era un inocente juego pero nos perdidos y en eso apareció Sam y tu sabes como es él, se puso como loco.

- Bella, ese tipo está chiflado, no quiero ni imaginar que podría haber pasado.

- Por eso nos escondimos, y para cuando pudimos salir ya estaba amaneciendo.

- En que líos te metes, Bella. Por suerte Sam ya está fuera de todo eso del cementerio- dijo Charlie con un suspiro.

- ¿Por que?

- Su esposa Emily creyó que ya había sido suficiente y lo ha obligado a renunciar. Se van a mudar a otro lugar para que consiga un mejor empleo- explicó vagamente.

- ¿Y quién va a cuidar el cementerio?- pregunté tratando de parecer desinteresada.

- Una pareja de extranjeros según el informe que me llegó hace un rato- explicó- Kaure y Gustavo.

- Que nombres mas raros- dije extrañada.

- Creo que son brasileños, sólo espero que sean más sensatos que Sam. Pero aun así tienes prohibido volver a cruzar la puerta del cementerio ¿Está claro?

- Si papá ¿Sirve de algo decir que de verdad lo siento?- pregunté resignada.

- A estas alturas no lo creo. Fueron sumamente irresponsables y lo sabes- dijo algo más calmado.

- Claro que lo sé, por eso estoy aquí aceptando mi castigo.

- Y me alegra que así sea.

- ¿Entonces vas a prohibirme que vea a Jake?- pregunté temerosa.

- Claro que no, eso sería prácticamente imposible. Pero voy a tener que empezar a ponerte horarios para tus salidas, y por supuesto vas a tener que avisarme a dónde vas a estar cada vez que salgas, para poder localizarte en caso de que decidas desparecer.

- Papá no voy a desaparecer- dije cansinamente.

- Supongo que no tengo que decir que está prohibido no llegar a dormir.

- Claro- acepté.

- Y ahora ni se te ocurra que puedes quedarte durmiendo todo el día, porque iremos a almorzar a La Push.

- No planeaba dormir- mentí, aunque nadie habría podido creerme, ya que estaba visiblemente agotadísima.- Además quiero saber qué le dijeron a Jake. Estoy segura de que Billy no se lo tomó tan mal como tu- dije tratando de alivianar el ambiente.

- Oh, ya lo creo que si. Y si no lo hace, yo mismo lo voy a castigar por no haber traído a mi hija a su casa a una hora prudente.

- Tú no harías eso- dije insegura de si estaba en lo cierto.

- Bueno, no. Pero le diría a Billy que lo hiciera y él seguro que me haría caso- contestó como punto final, así que no lo contradije.


Cuando llegamos a La Push corrí a abrazar a Jake que había salido a recibirnos, sentía que no lo había visto en días cuando en realidad había sido sólo un par de horas.


- ¿Cómo estás? ¿Te castigaron?- pregunté sintiéndome culpable.

- Si algo así, bueno sabes que jamás harán que dejemos de vernos, pero tengo prohibido ir al cementerio.

- Lo supuse, también yo- dije yo con una sonrisa.

- Mi papá estaba bastante enojado. Fue todo un drama, Charlie volvió de su casa como a las 4 de la madrugada cuando vio que ninguno de los dos estábamos allí, se fueron a buscarnos a las casas de Embry y Quil, fueron incluso a las casas de Jared y Paul.

- Si me lo contó todo. Gracias a Dios Charlie no nos reportó como desaparecidos.

- Es una suerte- coincidió Jake.

- Oye, ¿supiste lo de Sam?- pregunté bajando la voz.

- Si, lo vi marcharse hace un rato y no te voy a mentir, me siento bastante mal por él.

- Lo se, yo también, pero ese hombre necesitaba alejarse un tiempo del cementerio, por su salud mental y el bien de todos.


Nos alejamos un poco del grupo para que Billy y Charlie no nos escucharan y le dije:


- Sobre eso de no ir al cementerio…Bueno, necesito que me hagas un favor.

- Bella…

- Por favor Jake, no me dejarán salir sin ti- dije poniendo cara de oveja degollada.

- No sé en qué momento se me ocurrió involucrarme- dijo suspirando derrotado.

- ¡Jake eres el mejor!- dije besándolo en la mejilla.

- ¿Entonces cuál va a ser tu excusa?

- Sólo tenemos que decir que vamos a casa de Embry o Quil y que será hasta temprano.

- ¿Y no crees que sospechen de que iremos en auto?- preguntó dubitativo.

- Diremos que después me iras a dejar a casa.

- ¿Tu creer que nos dejarán?

- Ya le prometí a Charlie que no volvería a llegar a las 7 de la madrugada.

- Bueno no perdemos nada con tratar.


Nos pasamos la tarde durmiendo en la playa para que Charlie y Billy no vieran que estábamos tan cansados, ya que si no menos nos dejarían salir. Luego de múltiples suplicas a las que no se pudieron resistir y gracias al partido de la última temporada que estaban dando en la televisión, Jacob y yo logramos salir en su auto, justo cuando el sol se escondía, hacia el único lugar al que nos habían prohibido estrictamente ir: el cementerio.


- No, por ahí no, nadie puede vernos así que entraremos por atrás- indiqué cuando nos acercábamos al lugar.

- Estas loca Swan ¿Sabías?- dijo Jake desviándose del camino que llevaba a la entrada principal del cementerio.


Saltar el muro fue mucho más difícil sin la ayuda de Edward, tuve que pararme en los hombros de Jacob y utilizar mis mínimas capacidades atléticas para poder encaramarme encima de la pared.


- Jake, ya no tienes que acompañarme, de aquí puedo sola- dije desde la cima del muro.

- Si claro, la ultima vez que me pediste que te dejara sola te raptó un sádico chupasangre y casi morimos los dos. Así que te guste o no voy a acompañarte hasta donde sea que duerma tu novio.


Por suerte Jacob era bastante más ágil que yo y pudo subir solo, después saltó al otro lado y me ayudó a bajar.


- Además ¿cómo planeabas bajar de allí tu sola?- preguntó una vez que estuvimos los dos sobre el mullido pasto del cementerio.

- Iba a saltar- dije encogiéndome de hombros.

- Con tu suerte te habrías roto una pierna de seguro.


Caminamos juntos hasta que llegamos frente al gran mausoleo con el escudo de los Cullen grabado.


- Bien, aquí es- dije cuando estuvimos frente a la reja.

- ¿Y tienes que bajar por ahí?- preguntó señalando la escalera en el fondo, yo asentí- Tienes que estar muy loquita por él… literalmente loca.

- Creo que ambos sabemos que yo ya estaba bastante loquita de mucho antes.

- Si, me consta. ¿Seguro que después podrás devolverte sola?

- Si descuida, estaré de vuelta en casa a las 11de la noche. ¡Y gracias! eres el mejor- dije dedicándole una sonrisa.

- Si, suelen decírmelo- dijo jocosamente.

- Presumido.

- Cuídate Bella.

- Siempre lo hago.

- Mmm si, como sea.


Entré en el mausoleo y bajé las escaleras, por primera vez, completamente relajada ¡quién diría que finalmente me acostumbraría a esto! El pasillo estaba levemente iluminado, seguía teniendo un aspecto tétrico y el olor a moho no lo hacía más acogedor, pero ya no me sorprendía ni me intimidaba.


- ¿Edward?- llamé.

- Bella está aquí- escuché decir a Alice y en menos de un segundo la tuve frente a mi dándome un abrazo.

- ¡Hola Bells!- saludaron Emmett y Jasper al mismo tiempo. Rosalie que estaba junto a ellos sólo hizo un asentimiento con la cabeza.

- ¿Que tal querida? – dijo Esme dándome otro abrazo.

- Edward está al fondo- dijo Carlisle- le dijimos que se quedara acostado hasta que haya recuperado todas sus fuerzas, le hemos traído algo para beber pero iremos por mas ahora.

- Así que estarán solos- dijo Alice.

- Cuando volvamos puedo llevarte a casa, pero Bella, recuerda que él está en reposo- dijo Emmett con su usual humor.

- Muy gracioso- dije yo ignorando sus bromas.

- ¿Bella?- llamó una voz muy familiar que hizo que cientos de mariposas empezaran a hiperventilar en la mitad de mi estomago.

- Adiós Bella- se despidió Carlisle y todos salieron por las escaleras.


Caminé hasta la habitación de los ataúdes y encontré a Edward sentado dentro del suyo, el último de los siente sarcófagos. Su cara seguía estando más pálida de lo usual, pero sin duda estaba mejor que la última vez que lo había visto.


- Viniste- dijo él al verme.

- Claro, estaba preocupada por ti- dije avanzando y sentándome en el borde de su sarcófago.

- Yo estoy bien, mi mamá sólo está exagerando, ni siquiera me dejan ir a cazar- agregó dándole un sorbo a una copa de cristal llena de un liquido color carmín. Yo hice una mueca- Lo siento- dijo dejando la copa a un lado- ¿Tuviste muchos problemas con tu padre?

- Nada importante, se supone que no puedo volver a cruzar la puerta del cementerio, pero entré por el muro de atrás- dije riendo, esperé pero él no rió. De hecho estaba muy serio, su ceño estaba ligeramente fruncido y ahora que ponía más atención podía decir perfectamente que había algo en su mente que lo tenía perturbado. Pasó un largo rato hasta que volvió a hablar.

- Bella… creo que deberíamos dejar de vernos- dijo dejando su rostro completamente desprovisto de expresiones.

- ¡¿Qué?!

- Debes entenderlo, ayer por poco mueres, James pudo haberte mordido o Sam podría haberte hecho daño. Yo sólo he traído problemas a tu vida y sufrimiento tanto a ti como a tu padre- dijo mientras su fría mascarar se debilitaba.

- No puedes decir eso. ¡De qué estás hablando! ¿Es que acaso no te das cuenta que tu has traído más felicidad que cualquier otro acontecimiento a lo largo de mi vida?

- Bella, no sabes lo que dices, yo soy un peligro para ti.

- ¿Es que ya no me quieres?

- Claro que te quiero. Bella, yo te amo. Pero siento que lo único que hago es complicar tu vida y creo lo mejor para ti sería alejarnos el uno del otro- dijo acercándose a mi para tomar mis manos pero yo las aparté.

- Yo creo que en realidad soy yo la que está complicando tu vida y por eso quieres alejarte, para no tener que estar preocupándote de la frágil humana.

- Bella no digas eso.

- No Edward tu no digas eso. Es que no te das cuenta que aunque me fuera al otro extremo del mundo no podría dejar de amarte, que incluso si pudiera dejar de dormir seguiría soñando despierta contigo. Aunque no volviera a verte, jamás podría olvidarte ¿Es que a ti no te pasaría lo mismo?

- Bella, podría cambiar todo a nuestro alrededor, pero mientras yo siga siendo yo siempre voy a amarte. Incluso ahora cuado cierro los ojos no puedo dejar de verte en mi mente.

- Tú podrías hipnotizarme y aun así no serviría de nada si trataras de hacer que te olvidara.

- Bella, sabes que ni siquiera podría sobrevivir un segundo sin ti a mi lado, pero jamás podré ofrecerte una relación normal. No podré nunca llegar a ser el novio que tú te mereces.

- No quiero tener una relación normal, ni un novio perfecto, quiero una relación contigo. A mi no me importa que seamos diferentes, así que no vuelvas a decir que debemos separarnos, por que si James no pudo matarme tu lo lograrías fácilmente si dejaras de amarme.

- Jamás dejaría de amarte incluso con toda la eternidad para intentarlo.

- Demuéstramelo.

- Bésame, ya no me importa ser un ser sin alma.


Nuestros labios se encontraron deseosos, como si realmente nos hubiéramos separado en los segundos en que hablamos sobre hacerlo. Como si se hubieran extrañados toda la vida. Y al mismo tiempo como si se nos fuera la vida en ello.

Después de todo, la normalidad es algo completamente subjetivo, y todas las personas tienen relaciones diferentes. Yo tengo un novio vampiro y en mi mundo esto ha pasado a ser algo completamente normal. Estuvimos así mucho tiempo hasta que Edward rompió el silencio.


- No se como habría podio estar siquiera un día sin tus labios.

- Lo mismo digo, además ¿con quién habría ido a la fiesta de primavera del próximo viernes si no?- dije con falso dramatismo.

- ¿Quieres que vaya contigo?- preguntó sonriendo.

- Bueno, eres mi novio ¿no?- dije sonriendo mientras las palabras salían de mi boca.

- Entonces, tenemos una cita.


Edward volvió a besarme y todos los absurdos argumentos sobre nuestra supuesta incompatibilidad, con los que había intentando convencerse desparecieron, mientras sentía como las barreras de su complicada y anticuada mente iban siendo derrumbadas por su pasión y su deseo. Ahora el ataúd ya no me parecía un espacio tan pequeño para los dos. Junto a Edward me sentía como si fuéramos sólo uno, inseparables, en nuestro extraño mundo perfecto.





Fin




Bueno como siempre dar los respectivos agradecimientos a mi hermana y editora personal, que me corrige con paciencia y humor todas las ridiculeces que a veces me da por escribir. A todas las seguidoras del blog. Y obviamente a mis fieles y queridísimas lectoras que me inspiran y me motivan a seguir escribiendo y a mejorar cada día. Con cariño Lunita ^^

domingo, 26 de febrero de 2012

Premiere Bel Ami en Berlin ♥

Hoy, como todas sabrán, fue la entrega de premios de la academia, los esperados premios Oscar. Para desilusión de muchas, Robsten no estuvo ahí y a pesar de que mostraron imágenes de twilight, reconociéndola como una película que quedará en nuestra memoria a lo largo del tiempo, aun así se que todas quedaron con ganas de ver algo de nuestros protagonistas favoritos. Así que para que no sufran les dejo estas fotos de Robert Pattinson en la premiere de su película Bel ami en Berlín, en la compañía de Christina Ricci y Holliday Grainger.

Las hermanas Lizzy y Victoria PattinsonRichard y Clare Pattinson

martes, 21 de febrero de 2012

Feliz Cumpleaños Ashley Greene ♥

21 de febrero, cumpleaños de Ashley Greene! quien interpreta a la perfección a la hiperactiva y detallista Alice Cullen, alias la pequeña duendecilla ^^
De todo corazón le deseo el mejor cumpleaños de todos! y espero que haya tenido los mejor 25 años de todos y que sigan mejorando cada vez más!

lunes, 20 de febrero de 2012

El visitante nocturno cap 21

Capítulo 21

Carrera contra el sol


Abrí los ojos lentamente y miré a mi alrededor completamente desorientada, sentía mi cuerpo recostado sobre algo mullido y con mis manos confirmé que se trataba de pasto. Me incorporé y todo el paisaje se desdibujo haciéndome perder el equilibrio y obligándome a cerrar los ojos para frenar el mareo. Una fuerte puntada en la cabeza me hizo llevarme una mano a la nuca donde descubrí un gran chichón.

Entonces, tan rápido como un rayo cruza el cielo, me llegaron las imágenes de las últimas horas que recordaba: Victoria asechando a Jacob, James a punto de morderme en la casa abandonada, los Cullen, Edward conmigo en el cementerio y finalmente aquel golpe en la cabeza que me había dejado inconciente. “Al fin te tengo” había dicho Sam. ¿Por qué habría tenido que entrometerse justo en ese momento?


Me puse de pie lentamente buscando con la mirada algún indicio de lo que había pasado mientras yo yacía sin sentido, que no sabía cuanto tiempo había sido. Miré al cielo y me di cuenta de que ya no estaba de color negro sino que de un azul grisáceo y las estrellas casi no se notaban. Miré mi reloj y confirmé lo que ya había deducido por mis propios medios, eran las 5:30 de la madrugada, había estado inconciente por al menos 6 horas y Edward no estaba por ninguna parte.


Empecé a correr entre las lapidas sin rumbo, no tenía ideo de hacia dónde debía ir, no sabía qué habría pasado con él. Ni siquiera podía pensar en la posibilidad de que Sam…No, no podía ser. No podría soportarlo, la angustia empezó a dominarme conforme pasaban los segundos y yo no llegaba a ninguna parte, pero seguí corriendo más deprisa mientras frente a mis ojos desfilaban hileras de lápidas, todas similares entre si.


- ¡Bella! – gritó alguien a mi espalda.Giré y me encontré con Jacob amarrado alrededor de la figura de un ángel al que le faltaba la cabeza, corrí en su dirección sin demora.

- ¡Oh Jacob! Gracias a Dios estás bien- dije dejándome caer al a los pies del ángel para abrazarlo.

- Gracias a Dios que tú estás bien- corrigió él- Jamás me tomé en serio lo de los vampiros, pero parece que no volveré a subestimar tus fantasiosas ideas- dijo él como siempre bromeando en los momentos mas inoportunos.

- Siento tanto haberte involucrado en todo esto, creí que te habían matado- dije abrazándolo más fuerte recordado los agónicos minutos en que había creído que no volvería a verlo.

- Yo jamás estuve en real peligro, cuando comprendí que lo de los vampiros no era una broma, pensé que la pelirroja iba a morderme, pero cuando ella me tocó fue como si se hubiera quemado. Soy alguien con muy buena suerte ya que estuve toda la tarde comiendo Doritos de ajo, cuando me di cuenta de eso traté de huir para ir a buscarte, pero ella me amarró me trajo hasta aquí y se fue corriendo. Traté de soltarme pero no conseguí nada y entonces llegó la loca de tu amiga Alice y me di cuenta de que todos eran vampiros, pensé que iba a atacarme pero ella me dijo que iba a rescatarte y no se porque pero le creí. Rogué que tuviera suerte, pero luego fue como si me hubieran confirmado tu muerte cuando vi a Sam llevándose a Edward…

- ¡¿Qué?! – dije dejando de desatar los complicados nudos- ¿Tú los viste? Jacob tienes que decirme a dónde se llevó a Edward.

- Bella, tienes que dejar todo esto de los vampiros, no puedes seguir involucrándote, saldrás herida, hoy por poco mueres- dijo seriamente una vez que pudo soltarse.

- Jacob, voy a encontrarlo y lo haré con tu ayuda o sin ella.

- Cálmate, te ayudaré, claro que lo haré- dijo abrazándome con sus brazos libres al fin.


Esta vez fue un abrazo breve, no teníamos tiempo que perder, Jacob tomó mi mano y corrimos en una dirección que yo desconocía. Después de un tramo las lápidas comenzaron a disminuir y la vegetación a aumentar, los altísimos pinos impedían la visión y los arbustos y enredaderas entorpecían el paso haciendo tropezar más de una vez.

Entonces, luego de pasara una corrida de pinos, logré divisar una pequeña caseta similar a una bodega, avanzamos sigilosamente a pesar de que mis instintos me impulsaban a correr a buscar a Edward. Quizás estaba bacía, no lo sabía pero existía la posibilidad de que Edward estuviera allí dentro con Sam.


Tenía los ojos fijos en la caseta, por eso no noté lo que había en el piso hasta que mi pie se atoró allí y caí al piso, cuando miré la causa de mi tropiezo creí que mi corazón se detendría por la impresión. En el suelo había una rejilla de fierro, pero no era simplemente una rejilla, era la tapa de un profundo pozo de cemento como los que se utilizan para extraer agua, sólo que este estaba a ras de piso y en el fondo del pozo no había agua, en el fondo del pozo estaba Edward.


- ¡Jake! – dije innecesariamente ya que él estaba junto a mí viendo exactamente lo mismo que yo. Me apartó y trató de remover la rejilla pero estaba firmemente soldada.

- Edward respóndeme, Edward reacciona- decía inútilmente, ya que él parecía muerto y creía saber por que, estaba rodeado por largas trenzas de ajos esparcidas sobre su cuerpo, alrededor de su cuello y de sus brazos. Estaba inmóvil, sin respirar y mucho más pálido de lo normal, se veía débil e indefenso, se veía realmente muerto.

- ¿Pero por qué Sam lo dejaría allí?- preguntó Jacob sin desistir de sus intentos por destapar el pozo y mirando alternadamente la puerta de la caseta y el fondo de la fosa.

- Creo saber por qué- dije mirando al cielo y luego mi reloj.

- No estarás hablando en serio…

- Me temo que si, Jake tenemos que sacarlo de aquí- imploré desesperadamente mirando por todas partes en busca de algo que nos pudiera servir.

- No podemos solos.

- Se a quién pedirle ayuda, Jake quédate vigilando si Sam entra o sale de allí y trata de cubrir como puedas el pozo, yo volveré lo más rápido posible.

- Bella, aquí sólo hay plantas.

- Lo que sea Jake, trata con lo que sea.


Me fui corriendo como no lo había hecho en mi vida, esto era literalmente algo de vida o muerte. Por un minuto el pánico se hizo presente cuando creí que me había perdido, pero entonces divisé la pared posterior del cementerio y luego de esto no me fue difícil localizar el gran mausoleo que buscaba.


Las cosas habían cambiado mucho desde la primera vez que había ido al hogar de Edward, cuando juré que jamás volvería a ir, quien habría imaginado que alguna vez yo llegaría a ir sola y por voluntad propia a aquel lugar. Abrí la reja y bajé corriendo los escalones sin darme tiempo de sentir algo tan banal como el miedo. Si tenía suerte y todo había resultado bien, los Cullen ya habrían vuelto de cazar a Victoria, aunque yo nunca tenía suerte.


- ¿Alice, Emmett?- grité- ¡Ayuda por favor, tienen que ayudarme!- el ruido me indicó que estaban allí y que ya se habían acostado.

- ¿Bella? ¿Qué sucede?- dijo Alice.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Rosalie.

- ¿Donde está Edward? - dijo Carlisle por su parte.

- Sí, creímos que se quedaría contigo el resto de la noche como es lo usual- comentó Emmett.

- Es Sam, Sam lo atrapó- dije llegando donde estaban todos reunidos.

- ¡¿Qué?!- gritaron todos a coro.

- ¿Que le hizo?- preguntó Esme en un susurro.

- Lo tiene encerrado y está esperando que la luz del sol acabe con él.

- ¡Maldito cobarde!- rugió Emmet.

- Llévanos allá Bella - dijo Carlisle.

- ¿Qué hora es?- preguntó Jasper.

- Son las 6 menos 10- dije mirando mi reloj y sintiendo un vacío en el estomago.

- No hay tiempo que perder- dijo Alice.

- Ven- dijo Emmet subiéndome a su espalda- llegaremos más rápido así.


Me subí sin ni siquiera sin dudar, no podía darme ese lujo, los minutos estaban contados. Todos empezaron a correr, como pude le di las indicaciones a Emmet del lugar done estaba Edward y llegamos en lo que me parecieron 5 segundos.

Jake se levantó sobresaltado cuando llegamos, había cubierto el pozo con ramas, pero yo sabía en mi interior que eso no frenaría el sol.


- Así que todos son vampiros…-dijo tratando de no parecer sorprendido o asustado.

- Si, pero de los inofensivos- aclaré rápidamente sin entrar en detalles e ignoré el bufido que dio Rosalie ante esta mención, no tenía tiempo para nimiedades.

- Bueno, Sam acaba de entrar en la caseta, venía cargado de ajos y traía una ballesta, creo que ha recuperado su confianza.

- Pues se la haremos desaparecer- dijo Jasper con un mortífero tono de voz.

- Allí atrás hay una trampilla debe llevar a algún piso subterráneo, tal vez por ahí podamos acceder al pozo- siguió contando Jake sobre lo que había averiguado en mi ausencia- pero está con candado.

- Él debe tener las llaves, necesito conseguirlas- dije desesperada.

- Podría acabar con él en un segundo- dijo Rosalie.

- Es muy peligroso, está armado y lleno de ajos - dije yo.

- Yo iré, a ti ya te vio con Edward, pero de mi no sabe nada- dijo Jake- pero necesitaré la ayuda de ustedes- agregó dirigiéndose a los Cullen- deben mantenerlo dentro de la caseta a como de lugar.

- Cuenta con ello- respondió Jasper.


Me oculté detrás de un arbusto mientras observaba a Jake avanzar hacia la casa, cuando llegó a la puerta golpeó estrepitosamente mientras gritaba:


- ¡Auxilio! ¡Los vampiros me persiguen!

- ¡Santos lobos protectores! Ya te abro muchacho- gritó Sam desde adentro y abrió la puerta dejando entrar a Jake y cerrando rápidamente tras de si - ¿No te han hecho nada? -preguntó.

- No, logré escapar- respondió.

- Yo siempre lo dije: ¡Están por todos lados! ¡Estamos en guerra!

- Debemos hacer algo- dijo Jacob.

- Tranquilo, tengo una ballesta cargada de estacas, pero los malditos fríos se esconden de mi!

- Debemos idear una forma de atraerlos.

- Un señuelo, bien pensado muchacho.

- Señor Uley, yo me ofrezco de carnada- dijo Jacob con firmeza.

- Pero muchacho, tu eres muy joven, podrías morir. Esto no es un juego.

- No estoy jugando, esto es más importante. Además no moriré su usted logra dispararles antes de que me ataquen. Sólo preocúpese que no errar el disparo.

- No lo haré muchacho, descuida, los mataré por tu honor.

- Entonces supongo que deberíamos darnos un abrazo de despedida… Bien aquí voy- dijo Jake y seguido de esto vi la puerta abrirse y volver a cerrarse y a Jake corriendo rápidamente para esconderse mientras lanzaba desgarradores alaridos.

- ¡No muchacho!- gritaba Sam desde adentro de la caseta mientras disparaba a cualquier parte.


Los Cullen rodearon la caseta preocupándose de quedar fuera del alcance de la ballesta y comenzaron a golpear las paredes mientras gruñían como animales salvajes, Sam estaría colapsando. Sólo rogaba que nadie saliera herido y que lograran mantenerlo a dentro, para que no fuera a dispararle a Edward antes de que yo lograra sacarlo del lugar donde lo había encerrado.


- ¡No podrán permanecer por siempre malditos chupasangre! ¡El sol saldrá en cualquier momento y todos arderán en el infierno! – gritó Sam desde adentro. Yo era completamente consiente de esto.

- Vámonos- dijo Jake cuando llegó junto a mí pasándome las llaves- las tenía en su bolsillo- explicó.


Avanzamos escondidos hasta la trampilla que estaba detrás de la bodega, mientras los Cullen escalaban hasta el techo sin dejar de proferir brutales gruñidos que le pondrían los pelos de punta a cualquiera, sabían que no podían entrar a donde estaba Sam, pero al menos podían mantenerlo a raya.


Casi no pude poner la llave en el candado por lo mucho que tiritaban mis manos, así que Jake tuvo que hacerlo por mí. Bajamos corriendo los peldaños de una empinada escalera hecha de tablas, que era mucho más larga de lo que yo esperaba. Llegamos a una pequeña y lúgubre habitación con paredes hechas de bloques de adobe, algunos de los cuales estaban cubiertos de telas de arañas, e iluminada por una tenue luz amarillenta, había una rustica mesa de madera repleta de estacas y otros trozos de madera tirados por el suelo.

La habitación daba a un solo pasillo, así que entramos en el sin dudar, pero luego de avanzar un poco el pasillo de dividía en otros seis y quise llorar de la desesperación. Cada segundo contaba y esto nos atrasaría bastante.


- Debemos dividirnos- dijo Jake.

- Tú por la derecha y yo por la izquierda- dije y sin esperar respuesta comencé a correr por el primer pasillo, rogando que este no se subdividiera en más, pero al fondo divisé una puerta y la abrí. La puerta daba a un pozo como el que tenía a Edward, pero Edward no estaba allí. Miré hacia arriba y vi la rejilla por la cual se podía ver el cielo aclarando, según yo, más rápido de lo normal.


Desesperadamente corrí en dirección opuesta y entré en el segundo corredor, parecía el doble de largo que el anterior y era mas curvo pero la puerta nuevamente me revelo un pozo vacío. Lancé un grito de frustración y volví a deshacer el camino. Entré en el tercer pasillo preguntándome si escucharía a Jake a través de las paredes si es que él encontraba a Edward primero, pero las preguntas perdieron importancia cuando intenté abrir la puerta y me di cuenta de que estaba cerrada con llave.


- ¡Jake!- grité desgarrando mi garganta.

- ¿Bella, Bella donde estas? ¡Bella!- oí que gritaba desde algún lugar.

- ¡En el tercer corredor! - respondí justo cuando lo vi asomar la cabeza por la entrada del pasillo- El llavero, debe tener alguna otra llave- dije corriendo a su encuentro.

- No Bella, sólo tiene una- respondió tratando de calmar mi histeria.

- Edward está aquí pero está cerrado con llave – dije tomando el llavero e intentando abrir con la única llave que había en el, pero no servia de nada.

- Espera aquí- dijo y desapareció.

- ¡Edward!- gritaba por la puerta mientras las lágrimas por la consternación y la impotencia corrían por mis mejillas.

- Hazte a un lado- dijo Jake cuando volvió junto a mi con una pala en sus manos.


Miré mi reloj, eran las 6 con 15, el sol saldría en cualquier momento, si es que no había salido ya. Jake le dio un golpe brutal a la antigua y oxidada cerradura logrando trisarla. Otro golpe, casi lo lograba, los latidos de mi corazón iban mucho más rápidos que los segundos del reloj pero aun así sentía que el tiempo volaba. El último golpe logró romperla por completo.

Abrió la puerta y yo me lancé al piso, tomé a Edward por los brazos para arrastrarlo fuera de ese lugar infernal, pero era demasiado pesado para mí, Jake lo tomó y lo arrastró hacia el pasillo justo cuando los rayos del sol iluminaban la pared oeste del pozo. Le quité rápidamente todas las cadenas de ajos que lo envolvían y las aparté.


-Vuelve a mí por favor cariño, Edward, Edward por favor- sollocé mientras apoyaba su cabeza en mis piernas y le daba palmadas en su rostro para hacerlo reaccionar.

- Quizás ya fue demasiado tarde- dijo Jake rodeándome con sus brazos.

- ¡No!- Dije con más lagrimas y siguiendo con mi labor.


Y entonces, como si me hubieran devuelto el alma, vi a Edward abrir los ojos, se veía tan desorientado como lo había estado yo luego del golpe en la cabeza. Pero en menos de un segundo vi la comprensión en sus ojos, mi miró a mí, luego a Jake y finalmente al lugar donde estaba, entonces desde el piso en donde estaba recostado lanzó una patada a la puerta para cerrarla, bloqueando los rayos de sol que empezaban a invadir el lugar y estaban a punto a tocar su pie.


- Edward gracias al cielo- dije abalanzándome sobre él y empapando su cara con mis lágrimas.

- No llores más mi dulce y valiente Bella, ya estoy bien gracias a ti- dijo besando mis rostro y Jacob tosió incomodo- Bueno y obviamente también gracias a ti Jacob, eres la persona más honorable que he conocido en mis cien años, no es que yo sea una persona muy sociable pero…

- Capté el punto- dijo Jake.

- Gracias hermano- dijo Edward dándole la mano y luego abrazándolo, cosa que Jacob recibió algo incomodo.


De pronto el lugar se llenó de personas.


- Uf eso estuvo cerca – dijo Emmett apagando una pequeña llama que ardía en su hombro- ¡Edward!- gritó junto al resto de los Cullen satisfechos al verlo a salvo.

- ¿Que pasó con Sam?- pregunté.

- Lo dejamos gritando solo en la casucha y nos escondimos en la trampilla cuando el sol salió- dijo Jasper.

- ¿Pero no vendrá aquí ahora? - pregunté.

- Mmm no lo creo - dijo Alice con una sonrisa traviesa.

- Jamás se atrevería a entrar en un lugar donde hay tantos vampiros- dijo Rosalie con suficiencia.

- Además, lo último que escuchamos fue a su esposa llegando a buscarlo furiosa porque había pasado toda la noche afuera por los “vampiros”- dijo Emmett riendo.

- La pregunta es cómo saldremos de aquí ahora, afuera está soleado, como nunca en Forks- dijo Carlisle.

- Bueno, tenemos una pala…- dijo Emmett mirando la que estaba junto a Jacob.


Entre todos removimos los bloques de adobe de la pared y los vampiros se pusieron a cavar, todos menos Edward que aun estaba débil y no se apartó de mi lado ni un minuto, simplemente me abrazó y besó mi frente mientras yo descansaba en sus brazos.

Luego de que todos entraran en el improvisado túnel en construcción, Jake y yo pusimos los bloques nuevamente en su lugar y nos tiramos al piso a recuperar el aliento.


- Fue una larga noche- dijo Jake.

- Será mejor que volvamos, Charlie debe estar como loco.

- Si, mi papá también.


Subimos las escaleras y nos encontramos cara a cara con Sam y su esposa Emily que discutían a gritos, ambos se sorprendieron al vernos salir.


- Te juro que el sótano está lleno de vampiros se ocultaron allí por el sol.

- Sam son solo un par de muchachos y él es el hijo del señor Black que juraste que habían matado.

- Pero si yo escuché como lo mordían.

- Lo siento señora Uley- dijo Jake- nos escondimos aquí por que su marido estaba como loco lanzando estacas por doquier.

- Sam esto fue demasiado lejos- dijo Emily mirándolo severamente.

- Pero si tú me dijiste que te estaban persiguiendo los vampiros- dijo Sam mirando a Jake.

- Yo sólo le dije que no me persiguiera como si yo fuera un vampiro- dijo Jake poniendo cara de inocente.

- Eso no es cierto- dijo Sam y pude sentir lastima por el pobre hombre- Y ella estaba con uno de los vampiros también-agregó apuntándome.

- ¡Basta ya Sam! Lo siento chicos, deberían irse- dijo ella mirándonos con expresión de disculpa en el rostro.


Jacob y yo corrimos hacia la entrada principal del cementerio, un cementerio que ocultaba más de un secreto, un cementerio bajo el cual un clan de siete vampiros avanzaba por túneles subterráneos esperando la caída de la noche para volver a salir. Algo que yo misma esperaba con ansias.



Bueno mis queridas lectoras, ese fue el capitulo final de el visitante nocturno, luego les dejo el epílogo creo que que será más cortito. Espero que lo hayan disfrutado! ^^

martes, 14 de febrero de 2012

♥ San Valentín ♥

Feliz día del amor y la amistad a todas mis queridas seguidoras y mis fieles lectoras! A todas las Krisbians, Robsessed, twihard y twilighters
Y espero de corazón que Robert y Kristen estén teniedo un lindo día de los enamorados ^^ Robsten 4 ever! ♥



sábado, 11 de febrero de 2012

Cumpleaños Taylor Lautner

Chicas estuve de viaje estos días y no tenía ninguna opción de publicar nada de nada, pero esta fecha no la puedo pasar por alto! así que aquí se las dejo aunque algo atrasada :)
¡11 de febrero! cumpleaños de Taylor Laurnet ♥.♥ nuestro lobito mas sexy cumple 20 años!! espero que les guste las fotos que hice para él ^^

...infaltable una foto de Taylor sin polera *.*

miércoles, 8 de febrero de 2012

El visitante nocturno Cap 20

Capítulo 20

La casa abandonada


James me llevaba sobre su hombro colgando cabeza abajo, yo trataba de defenderme como podía, pero era inútil. No podía ver nada a mí alrededor, todo estaba sumido en una negrura infinita y James corría tan rápido que me tenía completamente mareada. Por lo que no me di cuenta que nos habíamos detenido hasta que él me dejó caer en el piso, tan abruptamente que me tambaleé incapaz de sostenerme en pie y caí al suelo. Me tomó de las muñecas para levantarme mientras yo trataba de reconocer el lugar en que nos encontrábamos, me demoré bastante pero al fin descubrí que me hallaba frente a la ancestral casa abandonada de Forks.

Nunca antes había estado tan cerca de aquella casa, la gente normalmente no suele frecuentar este tipo de lugares. Se rumoreaba que estaba llena de fantasma y cualquiera habría podido creerlo, era la típica casa de las películas de terror que me prohibían ver cuando era pequeña. Las ventanas rotas, la madera ennegrecida por los hongos y carcomida por las termitas. La vegetación había crecido alrededor de la gótica construcción y las enredaderas escalaban las paredes, se enredaban en los pilares y entraban por las ventanas dándole un aspecto muy salvaje.


Arrastrándome me llevó hasta dentro a pesar de mis suplicas. Una vez en el interior de la casa ya no dije nada más, estaba completamente muda. El lugar era incluso más escalofriante desde adentro y en la compañía de un vampiro sanguinario. Sentía el llanto a punto de salir por mi garganta pero estaba tan aterrada que ni siquiera eso podía hacer, a pesar de que mis ojos estaban bañados en lágrimas. James me empujó por unas débiles escaleras que parecían a punto de caerse a pedazos, mientras él hablaba tranquilamente cosas que no alcanzaban a llegar a mi mente con claridad ya que yo sólo ponía atención a algún lugar por donde pudiera escapar o a qué cosa podría usar para defenderme.


- …Entonces así fue como esperé escondido a que tu amiguito volviera y una vez dentro del mausoleo logré bloquear la salida antes de que el sol saliera. Estuve muy cerca de arder en llamas, pero logré escapar antes de que los rayos del sol me tocaran y debo decir que valió la pena…


Seguimos subiendo hasta que llegamos a lo que calculé era el cuarto piso. La pequeña habitación en la que estábamos tenía un par de ventanas completamente entablilladas y cortinas rasgadas que colgaban hasta el piso. Los pocos muebles que había estaban rotos y cubiertos por una gruesa capa de polvo.


- ¿No me estás poniendo atención o si?- preguntó de pronto haciéndome apartar la vista de la pata de una silla que podría ocuparse como una improvisada estaca.


No pude excusarme de ninguna forma ya que me tomó en brazos nuevamente y me depositó en una larga mesa que estaba en un rincón. Traté de incorporarme pero me ató a la mesa con unos cinturones inmovilizándome por completo.


- Debo decir que he tenido que ocupar todo el autocontrol que tengo para no morderte aun, porque hules realmente bien- dijo mientras apretaba cada vez más los cinturones alrededor mío- Pero no tendré que resistir mucho más.


Diciendo esto acercó su cara hasta mi cuello rozando mi piel con sus labios, quería gritar y pedir ayuda pero sabía que de nada serviría así que simplemente traté de mover la cara lejos de él. James tomó un mechón de cabello y se lo llevó a la nariz inhalando profundamente.


- No tengas miedo, no voy a matarte. Eso sería demasiado sencillo, lo que voy a hacer va a torturar más a Edward, porque seguirás aquí con vida, pero serás mía y sólo mía.

- ¡Deja a Edward fuera de esto!- conseguí gritar sacando fuerzas del dolor que me producía imaginar a Edward sufriendo por mi culpa.

- Oh claro que lo voy a dejar fuera de esto, muy pronto Edward estará completamente fuera de tu vida- respondió riendo.


Sentí la madera del piso crujir y mi corazón prácticamente salió de mi pecho imaginando que alguien vendría a ayudarme, pero cuando vi las felinas facciones de Victoria creí que moriría allí mismo de la desolación.


- Ya me encargué de tu amiguito- dijo mirándome con desprecio.

- Excelente- dijo James.


Un gemido lastimero salió de mi garganta cuando escuché esto y las lágrimas comenzaron a caer por ambos lados de mi cara. El pobre de Jacob, que no tenía nada que ver con todo esto en lo que yo sola me había metido, había terminado pagando las consecuencias de mis actos. ¿Por qué había tenido que volver a buscarme? Si no hubiera querido hacerme compañía nada de esto habría pasado, si no fuera tan buen amigo talvez aun estaría vivo. ¿Cómo iba a mirar a Billy a la cara otra vez sabiendo que por mi culpa había perdido a su único hijo? Lloré desconsoladamente por Jacob sin importarme que me estuvieran mirando, no me importaba nada más que mi mejor amigo en ese momento.


- Ya, ya, tranquila todo va a estar bien preciosa- dijo acariciando mis mejillas mientras yo sacudía la cara violentamente tratando de alejarme de sus manos- Bueno, al menos para mi.

- James, quieres morderla de una vez- dijo Victoria mirando con nerviosismo hacia la escalera.

- ¿Cual es el apuro?

- ¿De verdad crees que Laurent pueda contenerlos por mucho tiempo?

- Victoria, estás arruinando toda mi diversión- dijo molesto- los Cullen están encerrados. Yo tengo a Isabella y será mía por el resto de su vida. Yo gané ¿Qué acaso no lo ves?

- Entonces muérdela y terminemos con esto- insistió.

- Como quieras, de cualquier forma se me hace agua la boca…


Victoria vigilaba fielmente las escaleras y se paseaba por la habitación como un león enjaulado. Su actitud no encajaba para nada con la confianza de James, quién se tomaba todo con calma alargando el momento tortuosamente. Cerré los ojos con fuerza cuando él tomo mi cuello con sus frías manos, preparándome para sentir sus colmillos enterrándose en mi piel. Pero lo que sentí fue un gran estruendo.

Abrí los ojos y vi una de las ventanas completamente rota, los restos de madera y vidrios habían quedado esparcidos por todo el piso alrededor de una silueta que reconocí de inmediato.


- Vaya creo que nos encontraste rápidamente- dijo James desafiante, pero se podía percibir un ligero matiz de miedo en su voz.

- Y creo que tú olvidaste lo que te dije ayer. Ahora quita las manos de Bella.

- No lo creo.


James se abalanzó sobre mí mientras yo profería un grito desgarrador. Pero no alcanzó a morderme gracias a la rapidez de Edward. Lo tomó por hombros y lo lanzó hacia el otro rincón de la habitación haciendo temblar la torre en la que nos encontrábamos y logrando que desde el techo cayeran astillas de madera por todas partes.

Victoria saltó sobre Edward con un rugido gutural y ambos cayeron al suelo con el impacto.

Yo trataba inútilmente de soltar las amarras que tenían aprisionado mi cuerpo mientras observaba la lucha entre los vampiros.

Miré horrorizada como Victoria trataba de envolver el cuello de Edward con sus manos, él se defendía con rapidez pero no podía deshacerse de ella y por mientras James se puso de pie tranquilamente y avanzó hacia mí haciéndole el quite a los vampiros que luchaban en el piso.


- ¡Edward!- grité cuando James ya estaba a sólo unos pasos de mi.


Edward no esperó a mirar lo que estaba pasando, tomó a Victoria y la lanzó en nuestra dirección impactando a James y haciéndolo caer sobre un mueble que se desplomó con el golpe. Corrió hasta donde yo estaba y soltó uno de los cinturones que me aprisionaba pero no pudo hacer mucho más antes de tener a James y Victoria sobre él otra vez.

Creí que acabarían con él ante mis ojos, pero de un segundo a otro la habitación se llenó de personas, de vampiros para ser más específica.

Rosalie junto a su hermano apartaron a Victoria de Edward quien recibió ayuda de Emmett y Carlisle para luchar contra James. Alice y Esme corrieron en mi ayuda y soltaron los otros cinturones que me mantenían inmóvil sobre la cama. Apenas pude moverme salté fuera de la mesa y corrí hacia el rincón de la habitación, tomé la pata de la silla rota que antes había captado mi atención.


- ¡Edward! – grité.


En el momento en que los ojos de Edward se encontraron con los míos le lancé el trozo de madera con todas mis fuerzas. Él lo tomó en el aire, se giró justo cuando James se lograba soltar de los brazos de Jasper y evadía a Carlisle para saltar sobre Edward, pero cuando ambos cuerpos colisionaron, una explosión de sangre manchó las paredes de la pequeña habitación y cuando Edward se apartó, el cuerpo de James estaba en el suelo atravesado por la estaca justo en el pecho.


El grito que lanzó Victoria me hizo estremecer. No quise mirarla, simplemente me encogí en el lugar donde estaba, sintiendo mi cuerpo tiritar. Pero un nuevo ruido me sobresaltó y cuando miré al lugar de donde provenía vi a Victoria saltando por la ventana. Alice se acercó corriendo a mí mientras los hermanos Hale salían tras ella.


- Tranquila Bella todo ha pasado- dijo mientras me abrazaba. Yo sólo sollozaba en su hombro.

- Bella- dijo Edward acercándose a mí. Lo miré a los ojos y corrí a encontrarme con él - Siento tanto que hayas tenido que pasar por esto, por favor dime que puedes perdonarme- rogó.

- Por supuesto- dije abrazándolo más fuerte.

- Los chicos se encargaran de Victoria en un segundo y todo estará bien- dijo Alice mientras acariciaba mi espalda.

- Eso no importa ahora – dije sin dejar de sollozar.

- ¿Qué es lo que pasa?- preguntó Edward preocupado.

- Es Jacob- dije hundiendo mi cara en su pecho- Llegó a mi casa cuando James estaba allí y Victoria lo asesinó.

- ¿El joven Black? – preguntó Alice sorprendida.

- Si.

- Pero si él está amarrado en el cementerio, está vivo- dijo Alice.

- ¿Que está vivo?- pregunté alzando el rostro.

- Así es, lo habríamos soltado pero ya habíamos perdido mucho tiempo encargándonos de Laurent y temíamos por tu vida, además él estaba en perfectas condiciones.

- Pero ella dijo…

- Tranquila Bella- dijo Carlisle acercándose a mi- No creo que Victoria hubiera podido morderlo aunque hubiese querido, él olía fuertísimo a ajo, no quiero se maleducado pero realmente apestaba.

- No puedo creerlo- dije shockeada por la noticia- tenemos que ir a soltarlo.

- Edward ve con Bella, nosotros nos encargaremos de Victoria - dijo Esme.

- Si, además creo que querrás estar con ella el resto de la noche- dijo Emmett con una sonrisa.

- Gracias- dijo Edward y me tomó en brazos para sacarme de allí.


Me sentí mal por no poder agradecerles a todos el haberme salvado, pero en ese momento no podía pensar en nadie más que en Jacob, solo en medio del cementerio. Simplemente me agarré lo más fuerte que pude a Edward, estaba inmensamente feliz de poder estar junto a él nuevamente. Aun no era plenamente conciente del peligro por el que había pasado y del que me había salvado ya que todo estaba nublado por la preocupación por Jacob. Pero aun así hundí mi cara en el cuello de Edward pasa sentir su aroma y eso logró calmarme.


Entramos al cementerio por la parte posterior como era usual, todo estaba completamente oscuro y silencioso. Sabía que Laurent ya no estaba allí y a pesar de que los otros cuatro Cullen y los Hales iban tras Victoria, estaba tan paranoica que creía que cualquiera de los dos podía aparecer en cualquier momento de entre la frondosa vegetación. Edward me guió entre las lápidas y los mausoleos hacia otro sector del cementerio que yo no conocía, pero de pronto el silencio que nos envolvía se rompió.


- ¡Te tengo al fin! – gritó una voz a mi espalda. Antes de que pudiera girarme sentí un fuerte golpe en la cabeza y todo se volvió negro.



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