viernes, 21 de octubre de 2011

El visitante nocturno Cap 6

Capitulo 6

Cambio de planes


- ¿Cómo van las cosas con tu chico misterioso?- preguntó Jessica sacándome de mis pensamientos.


Íbamos caminando en dirección al gimnasio para nuestra clase deporte. Ángela aun no salía de su clase de español, de forma que nadie podía salvarme del interrogatorio esta vez, y Jessica era experta en ellos.


- Yo jamás confirmé tus teorías- respondí tratando de evitar el tema.

- Bella, no trates de ocultarlo, puedes contarme- dijo sonriéndome.

- No me lo creerías aunque te lo dijera- respondí mirando hacia otro lado.

- Apuesto a que sí, vamos cuéntame- insistió.

- No puedo, es…complejo.

- ¿Está casado?- preguntó parándose en seco y examinando mi rostro.

- ¡No!- dije de inmediato.

- ¿Acaso es prófugo de la ley?- preguntó con recelo.

- No, claro que no- respondí riendo.

- Entonces no puede ser tan complejo- resolvió ella rápidamente y retomó el camino.

- Eso dices tú…

- ¿Sabes si está interesado?

- No lo sé, creo que podría ser- dije recordando su confesión del viernes pasado. Definitivamente, si alguien te dice que se siente hipnotizado por ti, significa algo.

- Pero a ti te gusta ¿verdad?

- El problema es que creo que me gusta mucho más de lo que debería.

- ¡Esto es tan emocionante! ¿Es guapo?

- Increíblemente.

- ¿Lo conozco?- preguntó volviendo a detenerse para mirarme fijamente.

- Lo dudo.

- Lastima, y ¿de dónde lo sacaste?- dijo volviendo retomar la marcha.

- No lo saqué de ninguna parte, Jessica- respondí poniendo los ojos en blanco.

- ¿Me vas a decir que golpeó tu puerta como una entrega a domicilio?- preguntó irónica.

- No seas absurda, nadie llega hasta tu vida golpeando la puerta y presentándose cordialmente- dije riendo de mi broma personal.

- ¿Y han tenido citas?- preguntó emocionada.

- Algo así.

- ¿Se besaron?

- No, no es de esos.

- ¿Cómo que no es de esos?

- No puedo explicártelo, ya te lo dije es algo complejo.

- Sí que es complejo si no puedes besarlo.


Yo sólo suspiré en respuesta y recordé nuestro último encuentro, luego de su confesión nos habíamos quedado mirándonos a los ojos, casi no podía contener las ganas de besarlo. El problema era que no sabía como habría reaccionado él, después de todo, no era cualquier chico, él era un vampiro. Demasiado complicado, por lo que ambos cambiamos de tema al mismo tiempo, tal vez él no estaba tan interesado como yo.


- Vas a estar contándome cada detalle ¿verdad?- dijo haciéndome regresar a la realidad.

- Lo pensaré…

- Bella, eres tan reservada, no sé cómo no explotas si no cuentas nada.

- Jessica, por algo lo llaman vida privada, porque es privada.

- ¡Bella!- llamó Ángela, venía corriendo hacia nosotras- Hola Jess, Bella necesito que me hagas un favor ¿podrás?

- ¿Qué cosa?

- Es que mis padres se van de viaje este fin de semana y debo cuidar a mis hermanos, pero Ben tiene entradas para un concierto en Seattle, por nuestro aniversario.

- Wow Ángela ¿Cuánto cumplen?- preguntó Jessica.

- Dos años- respondió rápidamente con una breve sonrisa.

- ¿Entonces necesitas que cuide a tus hermanos?- pregunté.

- Si, eres la única que puede ayudarme- dijo casi suplicándome.

- Claro Ángela- respondí- ¿Qué día es el concierto?

- El viernes- respondió y sentí como mi cara se descompuso. Miré a Jessica pidiéndole ayuda.

- A mí ni me mires- respondió ella de inmediato- sabes que no me llevo bien con los niños- y luego agregó mirando a Ángela- no es nada contra tus hermanos.

- Bella, si tienes otro compromiso yo lo entenderé- dijo Ángela al notar mi reacción.

Tomé aire antes de responder.

- No hay problema Ángela, yo los cuido por ti- contesté ante su mirada agradecida.

- Te lo recompensaré, lo juro. Acabas de salvar mi aniversario- dijo abrazándome.


Cuando la tortuosa clase de gimnasia terminó, volví a la seguridad de mi camioneta y me dispuse a ir a mi casa. Iba por el camino mirando los tupidos árboles que bordeaban la calle, cuando vi el cementerio general rodeado por un gran muro y vegetación por doquier. Me detuve en un costado y me quedé mirando hacia su interior.


- ¿Qué tan raro sería entrar en el cementerio, buscar el mausoleo de los Cullen, golpear la puerta y decirle a Edward que no estaré en casa este viernes?- me pregunté en voz alta.

Pasó un momento y entonces me empecé a reír con sólo considerar la idea, ya que era completamente absurda desde donde se mirara. De partida probablemente él estaría dormido a esta hora, además no podía salir del mausoleo ya que era de día y no existía ninguna opción de que yo me metiera dentro de un mausoleo con 7 vampiros, o que me diera una vuelta por el cementerio de noche. Retomé el camino a casa cuando vi a Sam asomarse, lleno de curiosidad, por la ventana de su caseta de vigilancia.


Una vez en casa, terminé rápidamente los deberes que me habían dado ese día en el instituto y bajé a preparar la cena para Charlie. Me quedé pensando en la opción de que Edward viniera esta noche para poder hablar con él, pero no había forma de comunicarme con él antes del viernes. Fruncí el ceño mientras metía las papas al horno.

Aun estaba perdida en mis pensamientos cuando sentí la puerta de entrada abrirse, volví a la tierra y saqué las papas que estaban completamente doradas, unos minutos más y habrían quemado la cena. Apagué la olla del pollo arvejado y serví los platos en la mesa.


- Papá, este viernes voy a estar en la casa de Ángela, voy a cuidar a sus hermanos.

- ¿Ahora eres niñera? Bella, si necesitas dinero extra sabes que puedes pedírmelo.

- No es por dinero, es un favor, Ángela debe salir ese día- dije explicando rápidamente.

- Oh, de acuerdo. Si quieres, puedo pasar a recogerte cuando vuelva de donde Billy.

- Papá, tengo mi propio auto, no es necesario. Además creo que estaré hasta tarde.

- De acuerdo, pero maneja con cuidado.

- Siempre lo hago, no te preocupes- dije sonriéndole.


El viernes llegó rápido, después de mi trabajo de la tarde fui a mi casa, dejé mi bolso del instituto, me cambié de ropa y comí algo, luego cogí mi cartera y le di una mirada de nostalgia a mi cuarto. ¡Que desperdicio! Él vendría y no me encontraría aquí, sólo esperaba que no malinterpretara mi ausencia. Entonces me devolví a mi escritorio tomé un papel y escribí.


“Siento no estar, pero tuve que cuidar a los hermanos de mi amiga Ángela. Te veré el próximo viernes, lo prometo. Bella”

Tomé un trozo de cinta adhesiva y pegué la nota en la ventana, sonreí satisfecha antes de irme a donde Ángela.


Eran las 11 de la noche, Zack y Louis, los hermanos de Ángela de 11 y 7 años, ya estaban dormidos. Yo estaba en la sala de estar, había llevado mi ejemplar de “cumbres borrascosas” para pasar el rato, si calculaba bien aun tenía por lo menos 3 horas por delante.


Pero cuando abrí la primera página, sentí un ruido en la cocina y me invadió el miedo. La casa estaba completamente oscura, a excepción de la lámpara de pie junto al sillón en el que estaba. Me quedé atenta para identificar el ruido, creyendo que había sido mi imaginación, pero claramente sonaba como pasos dentro de la casa. Miré a mí alrededor y vi un sólido trofeo otorgado a Ángela en el octavo grado, lo tomé sin basilar y caminé lentamente hacia el oscuro pasillo, seguí avanzando hasta que mis ojos ya no podían ver casi nada por la oscuridad, sin embargo veía lo suficiente para distinguir una silueta frente a mí.


- ¿Quién es? - pregunté apenas.

- Bella, soy yo.

- ¿Edward?- pregunté bajando mi improvisada arma.

- ¿Quién más si no?- respondió acercándose a mí para que pudiera verlo mejor.

- Cielos, me asustaste- dije cuando pude reconocer su rostro en la penumbra, estaba a penas a unos centímetros de mí.

- Cuanto lo siento, debí darte un gran susto porque estás pálida- dijo acariciando una de mis mejillas- bueno, lo estabas- agregó con una pequeña risa, ya que me había puesto roja con su contacto.

- ¿Cómo supiste que estaba aquí? - pregunté intrigada.

- Lo dijiste en tu nota.

- Pero ¿Cómo supiste donde vive Ángela?- volví a preguntar.

- Bella, sé donde viven prácticamente todos los habitantes de Forks, recuerda que vivo aquí desde hace mucho tiempo.

- Eso tiene mucho sentido, ¿y viniste hasta acá sólo para verme?- pregunté ilusionada.

- Claro, no tenía intensiones de esperar otra semana más, hasta que estuvieras sola de nuevo ¿Tus pupilos ya están dormidos verdad?

- ¿Quién? ¿Zack y Louis?- dije aun sonriendo de alegría por sus palabras.

- En efecto.

- Si, hace un momento.

- Entonces es como si estuviéramos solos ¿verdad?- dijo mirándome fijamente.

- Si, eso creo- dije y la voz me tembló un poco.

- Estupendo, porque no quiero asustar a nadie.

- A mi no me asustas- dije con suficiencia.

- No parecías pensar de igual manera hace un momento- dijo divertido apuntando el trofeo que aun sostenía en las manos.

- Eso fue porque no sabía que eras tú- me excusé, dejándolo nuevamente en la repisa.

- ¿Y qué puede existir que te asuste más que un autentico vampiro?

- Creí que era un ladrón- dije encogiéndome de hombros.

- ¿Un simple ladrón te asusta más que un frío y sanguinario vampiro?

- No es que no le tema a los vampiros, es que no te temo a ti- aclaré.

- No sé si me merezco la confianza que me has dado, pero te diré que mientras yo esté cerca, no debes temer de ningún insignificante ladrón.

- Eso es muy amable- dije sin poder despegar la mirada de sus ojos.

- Es lo menos que podría hacer por mí mejor a amiga- dijo dedicándome una calida sonrisa- ¿Y qué hacías antes de que te interrumpiera?- preguntó mirando alrededor.

- Iba a empezar a leer cumbres borrascosas- respondí apuntando el libro en el sillón.

- Veo que eres una amante de la literatura al igual que yo- dijo tomándolo en sus manos.

- Bueno, disfruto de un buen libro de ves en cuando.

- Muy bien, veamos en que parte te habías quedado- dijo acomodándose en el sillón y haciéndome un gesto para que me sentara junto a él.


Tomé el libro y comencé a leer en voz alta mientras él escuchaba atentamente, con una amplia sonrisa que me ponía completamente nerviosa. Pasamos el rato comentando las diferentes reacciones de los personajes, criticándolos o halagándolos, y después de un rato mis nervios habían desaparecido por completo.


Más entrada la noche mis parpados me pesaban y casi no podía leer, Edward tomó el libro de mis manos y me acomodó bajo su brazo mientras él continuaba la lectura, yo lo miraba embobada hasta que la imagen se fue mezclando con los bizarros sucesos de mis sueños y su voz se hizo cada vez mas etérea. Ojala pudiera quedarme dormida así todas las noches.


Sentí un suave susurro en mi oído, pero cuando logré estar lo suficiente despierta como parar entender de dónde provenía, él ya no estaba a mí lado, y la razón la entendí un segundo después, cuando escuché la puerta de entrada abrirse y la voz de Ángela despidiéndose de Ben. Miré por la ventana con la esperanza de verlo, pero no había ni rastros de Edward, suspiré recordado lo cómoda que había estado abrasada por él.


- Bella- saludó Ángela cuando llegó a la sala de estar.

- Hola - dije apartándome de la ventana- ¿Cómo les fue?

- Estuvo increíble Bella…espero que tú no te hayas aburrido mucho.

- Para nada- dije más contenta de lo que cualquier persona podría estar luego de trabajar.

- Mis hermanos no te habrán dando muchos problemas ¿verdad?

- No para nada, Zack no causó ninguna catástrofe mundial y Louis, bueno ya sabes como es él, nunca me da ningún problema- resumí- Ambos se durmieron temprano.

- Gracias al cielo, temía que te tuvieran ocupada toda la noche.

- No, tuve una noche completamente agradable- dije aun más sonriente.

- De acuerdo- dijo Ángela mirando sospechosamente mi expresión.


De camino a mi casa iba pensado en lo maravilloso que había resultado esta noche, y yo que había pensado que seria un aburrido viernes.

4 comentarios:

  1. Me encanta! ansiosa por el próximo capitulo y por saber qué pasará ♥ excelente historia!

    pd: Louis ♥ jajaja

    ResponderEliminar
  2. hay que bonito me encanto mas cuando Bella se puso indecisa si ir o no a buscarlo al cementerio jajaja de veras quería ver eso!! quiero otro y voy por él besitos!!

    ResponderEliminar
  3. esuvo chistoso imaginar a bella merodenado por el cementerio en busca de un vampiro.
    y edward,tan encantador como siempre que no pudo esperar un semana para verla.

    ResponderEliminar
  4. Lo de que Bella hiba abuscarlo al cementerio, no se me hace tan raro. Ya saben como es :P
    Bueno, yo que Bella, si Edward me abrazara así, me sentiría la persona más suertuda del mundo; ¿Cuantas probabilidades hay de que un vampiro se interese en ti sin matarte y que un día llegue de pronto y te empiece a leer y hasta te abraze?... Bueno, ya se imaginarán.
    A mí lo que se me hizo divertido fue que Bella por poco golpea a Edward... En vano XD.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...