martes, 13 de septiembre de 2011

Caminos Separados Cap 30 Epílogo

Epílogo

Caminos fusionados


Aquella primera noche de libertad se me hizo eterna, el tema de conversación fue el reciente enfrentamiento que habíamos tenido. Alice tuvo una larga charla con Edward sobre las cosas que Aro sabía de su vida antes de ser vampiro. Mientras Emmett recreaba todos sus movimientos y contaba con detalles cómo había sacado a Félix de sus casillas al no dejarse doblegar por él. Yo estaba sentada en un sillón con Esme mientras nos reíamos de Emmett y sus parodias, ella me tenía abrazada como si no pudiera creer que al fin estuviera con ellos y ya no tuviera que irme. Carlisle hablaba con Jasper y Rosalie sobre todo lo que había pasado antes de que llegara cada uno. Alice se unió a nuestras risas cuando volvió de hablar con Edward, entonces Carlisle también se acercó a donde estábamos nosotros.


- Alice, tu aparición fue una salvación esta noche.

- No es cierto, yo lo tenía todo controlado antes de que la enana llegara- dijo Emmett haciéndose el ofendido.

- Es verdad- dije yo ignorando las bromas de Emmett- cuando te vi con Jasper ¡creí que era un milagro!

- No habrás creído que te iba a dejar sola ¿o si? - preguntó Alice

- ¿Y que disfrutaras de la batalla sin nosotros?- agregó Jasper.

- Lo que yo quiero saber es de dónde salieron esos hermanos- preguntó Esme intrigada.

- Hace tiempo que estaba tratando de buscar con mis visiones algún as bajo la manga, en caso que las cosas se complicaran- explicó Alice- y como Edward no paraba de decir que a Aro sólo le interesaban los poderes, supuse que la única opción de sacar a Bella de allí sería por medio de un trueque. No fue fácil encontrar vampiros que fueran lo suficiente como para equiparar a Bella.

- ¿Y qué poderes exactamente tendrán estos hermanos? - preguntó Carlisle.

Alice intercambió una mirada con Edward antes de responder.

- Bueno, Alec puede paralizar a su oponente bloqueando todos sus sentidos y Jane es capas de crear dolor dentro de tu mente pero sin afectarte físicamente- contestó con un gesto de culpabilidad.

- ¿Estás bromeando?- pregunté.

- Bueno les decían los hermanos malditos, practicaban magia negra ¿qué esperaban? ¿el poder de los arco iris?- dijo ella tratando de defenderse.

- Bella tratamos de buscar otra opción, pero era lo único que teníamos cuando Alice los vio en el castillo siendo masacrados por los Vulturis, no tuvimos tiempo de buscar algo mejor- explicó Jasper.

- No es que no les agradezca habernos salvado y haber conseguido mi libertad- aclaré- pero ¿no es algo riesgoso haberles dado a los vulturis semejantes vampiros? es decir, si ahora quisieran venir por la revancha no tenemos muchas opciones ¿o si?- agregué algo asustada.

- Pues yo no tengo problemas con una revancha- dijo Emmett sonriendo con la idea y golpeándose en los puños con las manos.

- Cálmate oso- dijo Alice- y Bella quédate tranquila, te aseguro que por el momento los Vulturis no tienen ninguna intención de provocar un enfrentamiento. Y si decidieran venir lo sabré antes- dijo señalándose la frente con el dedo índice.

- Pero no vamos a estar huyendo de ellos por siempre- dijo Rosalie.

- No vamos necesitar huir- dijo Alice con mirada sospechosa- nosotros tenemos un arma secreta- agregó mirándome.

- ¿De qué hablas, Alice?- preguntó intrigado Carlisle.

- El escudo mental de Bella- respondió Alice- ya les dije que los poderes de los hermanos Van Hel-steen son únicamente ilusiones mentales, Bella puede bloquearlos.

- ¿Pero y ustedes? - pregunté mirando a Edward.

- Bella tu puedes protegernos a todos, sólo necesitas práctica- me contestó Jasper- yo he estado con muchos vampiros con poderes y sé mas o menos como funcionan.

- ¿Me puedes enseñar a proyectar mi escudo?

- En entrenar vampiros no hay nadie que me supere- me respondió Jasper con una sonrisa de suficiencia.


Pero como Alice había predicho, los Vulturis no aparecieron ese mes, ni en el siguiente, ni en el posterior a ese. Y a pesar de que yo no bajaba la guardia, tenía que admitir que el ambiente estaba muy tranquilo y mi escudo mental no fue necesario. De hecho, la vida en Escocia junto a los Cullen no podría haber sido más alegre, siempre tenía algo que hacer y a alguien con quien estar. No tenía que estar pensando en otros vampiros y en si estaban cumpliendo, o no, la ley. No tenía que estar evitando a personas desagradables como Demetri, no tenía que estar complaciendo en todo momento a mis amos. Podía ser al fin una persona normal con pasatiempos normales.


Por las mañanas ayudaba a Esme a arreglar el jardín y un pequeño invernadero que tenían en la parte trasera de la casa. A veces por las tardes me sentaba junto a Carlisle a leer un libro junto al fuego de la chimenea o escuchaba como Edward tocaba el piano para deleite de todos. Esos días eran muy pacíficos. Pero había otros llenos de risas y diversión, como cuando Emmett luchaba con Jasper y nosotros apostábamos sobre quién ganaría, incluso yo me enfrenté a él una vez, Rosalie perdió una buena cantidad de dinero contra Edward ya que lo vencí casi por suerte, ese vampiro tenía una fuerza impresionante, pero yo tenía experiencia con neófitos. A Alice le encantaba jugar ajedrez contra Edward y era todo un espectáculo aunque la mayor parte del juego pasaba en sus mentes, ya que Edward podía saber lo que ella estaba pensando hacer y Alice podía predecir los movimientos de él. Habían noches en que Edward tocaba en el piano alegres canciones para que Alice se desenvolviera bailando como una loca por todo el salón y generalmente lograba convencer a todos a que se unieran a sus extravagantes coreografías entre las risas de Emmett, quién era el que más hacía el ridículo cuando trataba de seguir a Alice.


Luego de un par de meses retomamos los planes de trasladarnos a Norteamérica, a la localidad de Forks, un pequeño pueblo en la península de Olympic. Carlisle tenía allí una casa incluso más grande que la de Esocia, con habitaciones de sobra para cada integrante de la familia. Estaba oculta en el bosque para mayor privacidad, el lugar no tenía nada que envidiarle a Escocia, rondaba un ambiente mágico en el aire y el viento nos traía el olor de la tierra mojada por la lluvia, la sal de mar y los árboles que reinaban el territorio. Bastó sólo un día para que sintiera que había encontrado mi lugar.

Cuando llegamos estábamos en pleno invierno y la nieve se había encargado de cubrir cada rincón, algunos árboles habían perdido todas sus hojas para ser reemplazadas por copos de nieve que los tenían completamente congelados, los ríos y los lagos de había solidificado dejando sus superficies como fríos espejos de la naturaleza a su alrededor.


Aquél día me encontraba cazando con Edward, nuestros pies apenas dejaban marcas en la nieve mientras nos desplazábamos sigilosamente entre aquel laberinto de hielo que nos rodeaba, tratando de encontrar algún despistado animal que no estuviera en hibernación.

Me adelanté un poco dejando a Edward atrás mientras me habría paso por el mar de escarcha tratando de escuchar el más mínimo sonido y de percibir el más sutil aroma en el aire. Inspiré profundamente una vez con lo ojos cerrado, entonces me quedé completamente paralizada, y no fue por causa de la helada.

Abrí mis ojos sin poder creer lo que acababa de oler, pero ese olor no lo olvidaría nunca. Me erguí completamente justo cuando escuché el crujir de una rama a mi espalda.


- … ¿Bella?- preguntó su voz con inseguridad.

Me giré lentamente aun en shock, mis ojos subieron para encontrarme cara a cara con Jacob Black, mi mejor amigo.

- Jacob- dije mientras sentía como una sonrisa se extendía por mi rostro.


Había cambiado mucho pero, sin embargo, seguía siendo él. Su rostro mostraba a un hombre de 30 y tantos años y una barba cubría su mentón, pero su sonrisa era la del chico de 17 años que yo recordaba. Yo permanecía anonadaba, pero él corrió a mi encuentro también sin poder creérselo. Cuando llegó frente a mí me abrazó sin dudarlo un segundo, ignorando lo extraño de la situación, ya que habían pasado prácticamente 15 años y yo me seguía viendo de 19.


- No puedo creer que venga a encontrarte aquí y ahora- dijo Jake completamente feliz.


Yo no pude decir ni una sola palabra, no podía olvidar la última vez que lo había visto, cuando tuve que alejarme de él dejándolo con su sonrisa apagada y sus ojos llorosos, partiéndome el alma. Simplemente lo abracé y nos quedamos así un momento.

Sólo nos separamos cuando escuché el crujir de la nieve bajo el peso de una suave pisada. Miré sobré mi hombro y vi a Edward acercarse sigilosamente, su cara mostraba sorpresa, pero no era nada comparada con la cara de Jacob cuando lo vio, sus ojos se abrieron desmesuradamente.


- ¿Es que acaso me morí? - me preguntó Jacob confundido.

Sólo pude reír con su ocurrencia y negué con la cabeza.

- La vida tiene unas vueltas muy extrañas, Jacob- dijo Edward con una sonrisa cordial.

- Si que las tiene- coincidió Jacob.

Yo volví a abrazarlo aun sin poder creer que lo tuviera frente a mí.

- ¿Pero qué haces tú por estos lados? - le pregunté al fin.

- Vivo aquí. Con Leah nos mudamos a la playa La Push donde vivía su abuelo, quién le heredó unas tierras- me informó mientras yo examinaba cada detalle de su rostro que hubiera cambiado.

Otro ruido llamó la atención de los tres, esta vez fue una voz de entre los árboles.

- Papi, papi encontré un ardilla.

- Estoy aquí Ephraim- dijo Jacob dejándome aun más sorprendida.


Miré hacia el lugar de donde provenía la voz, entonces llegó corriendo un pequeño niño de unos 5 años, su rostro era justo como yo recordaba a Jacob de niño. Cuando llegó donde Jacob nos miró tímidamente a Edward y mi y se escondió tras la pierna de el que era su padre.


- Hola amiguito- dijo amistosamente Edward agachándose para quedara su altura y le extendió una mano. El pequeño se acercó lentamente y le sonrió dejando sus ojos como dos finas líneas.

- El es Edward, hijo – lo presentó Jacob- y ella es Bella, mi mejor amiga.


Miré sorprendida a Jacob y él me sonrió sinceramente, entonces yo también le sonreí agradecida, no importaba cuantos años pasaran o lo que fuéramos ahora, nosotros siempre seríamos amigos. Me sentí tan feliz en ese momento, feliz y rebosante de alegría, la vida me estaba sonriendo en cada forma posible, ahora podría tener a mi amigo de vuelta en mi vida. Tenía una familia y tenía a Edward, nada podría ser mejor, o eso creía yo.


Volví a casa con Edward, cogidos de la mano, caminando entre los blancos alrededores mientras observábamos el cielo estrellado y admirábamos la belleza del paisaje. Cuando vi a Alice salir de la casa corriendo en nuestra dirección.


- ¡Oh Bella que felicidad!- gritó apenas llegó hasta donde estábamos, abrazándome- no te preocupes, yo me encargaré de todo…

- Mmm gracias Alice, pero sería mucho más fácil si me dices primero de qué estás hablando- dije riendo por su entusiasmo.

- Ejem, Alice- dijo Edward lanzándole una mirada.

- Ups- dijo ella dejando de abrazarme- creo que me adelanté un poco…Bueno mejor voy para adentro, creo que allá me necesitan más- dijo con una sonrisa y se fue antes de que pudiera preguntarle algo más.

- ¿Pero de qué estaba hablando?- pregunté entre risas.

- Ya conoces a Alice, está loca- contestó él riendo.

Edward dejó de caminar y se paró frente a mí contemplándome. Lo miré a los ojos y le sonreí con ternura cuando acarició mi mejilla.

- Te amo - le dije.

- Bella…

- ¿Si?

- Yo sé que nuestra relación ha sido bastante complicada durante los últimos años...

- Ni que lo digas.

- Pero ahora que al fin hemos logrado solucionar todos los obstáculos, lo que más quiero es hacer las cosas bien.

- ¿A qué te refieres?- pregunté ya que no lo estaba siguiendo.

Edward no me respondió, en cambio se arrodilló frente a mí y sacó de su bolsillo una pequeña caja nacarada que yo recordaba muy bien.

- Isabella, prometo amarte cada momento, por el resto de la eternidad. ¿Me concederías el extraordinario honor de ser mi esposa?


Yo lo miré sorprendida, su cara sólo podía reflejar el amor que sentía por mí, un amor completamente reciproco. Las palabras no salían por mi garganta así que simplemente asentí mientras la más feliz de las sonrisas se plasmaba en su hermoso rostro.

Se puso de pie mientras me tomaba en brazos de la alegría y me daba un largo beso, deslizó en añillo por mi dedo como lo había hecho 17 años atrás. Pero yo sabía que nada podría arruinarlo esta vez.

Estuvimos abrazados contemplándonos largo rato antes de volver a entrar en la casa. Una vez dentro, todos nos sorprendieron con abrazos, felicitaciones y buenos deseos, sin duda Alice se había encargado de esparcir la reciente noticia.


- En hora buena- dijo Emmett abrazando a Edward- yo ya estaba empezando a pensar que era uno de eso tipos que le temen al compromiso. Mira que dejar botada a mi pequeña hermana cuando apenas se habían comprometido y después inventar que habías muerto y todo eso…

- ¡Emmett!- le reprochó Esme.

- Yo sólo decía- se justificó él alzando los hombros.

Yo le di un golpe en la cabeza, pero él me tomó en brazos y me dio un abrazo de oso tan fuerte que podría haberme partido en dos.

- Si se trata de zafar esta vez, tú sólo tienes que avisarme ¿de acuerdo?- me dijo al oído pero tuvo que soltarme de inmediato para evitar un golpe de Edward.

- Lo tendré en cuenta Emmett- dije sonriéndole.

- Bella ya tengo en mente el vestido perfecto para ti- dijo Alice tomándome de las manos y dando saltitos de alegría.

- Así que era cierto eso de que te encargarías de todo- dije bromeando.

- No te preocupes cariño, no dejaremos que se le pase la mano- dijo Esme antes e abrazarme como una madre.

Rosalie se acercó a mi tímidamente, nuestra relación no se había profundizado mucho en este tiempo y ninguna de las dos había hecho nada para mejorarlo, a pesar de que yo no tenía ningún rencor hacía ella no sabía si esto era mutuo.

- Bella, sé que nosotras no nos conocimos en el mejor momento, pero quiero que sepas que te considero como una hermana, más ahora que vas a casarte con Edward- dijo sonriéndome con sinceridad.

- Rosalie, arriesgaste tu vida por mí y eso es algo que jamás olvidaré- dije abrazándola- yo también te considero como una hermana.

- Te dije que todo se solucionaría- dijo Jasper acercándose a mí- y no suelo equivocarme- agregó guiñándome un ojo.

- Siempre te he considerado parte de esta familia Bella, pero estoy enormemente feliz de que finalmente puedas estar con Edward unidos para siempre- dijo Carlisle contemplándome.

- Gracias Carlisle- respondí más feliz que nunca.


Como Alice lo prometió, se encargó de organizarme la boda mas linda que hubiera podido imaginar, una ceremonia completamente intima únicamente con la familia y uno que otro amigo de Carlisle y Esme. Al fin podía estar con Edward como siempre debió haber sido.


Mi vida había cambiado en los últimos 15 años más de lo que cualquier persona habría podido asimilar, había soportado la perdida y el dolor tanto en mi vida humana como vampira y había logrado sobreponerme a ello, pero ahora finalmente mi vida estaba equilibrada y el amor me invadía llenando cada espacio que antes había sido opacado con el sufrimiento. Podía sentir el sol en mi vida, disipando la oscuridad que algún día había reinado. Porque no existen las vidas perfectas, pero era completamente feliz con la vida que tenía


Sabía que volvería a encontrarme con los Vulturis tarde o temprano, pero no tenía miedo de ese encuentro, de hecho ya no le temía a nada. No existía en el mundo algo que pudiera separarme de Edward. Y nuestro amor era tan fuerte que podría derrotar cualquier obstáculo del camino, nuestro amor iba más allá de la vida o la muerte. Ahora lo veía todo con claridad, no era como que nuestras sendas finalmente fueran una al lado de la otra, sino que eran sólo una, éramos una sola persona, un solo corazón y un solo camino.



Fin



*Nota de la autora: Y lamentablemente llegamos al final de esta historia, historia de la que todas ustedes fueron parte muy importante! Agradezco de todo corazón a cada una de las personas que estuvieron apoyándome, leyendo y comentando, todos sus comentarios fueron de vital importancia y fuente de inspiración para mí. Gracias a todas las seguidoras del blog por animarme y alegrarme cada día cuando llegaba una nueva. Un saludo a todas quienes sufrieron cundo Edward se fue a Kansas, y a quienes siempre tuvieron la esperanza de que volviera incluso cuando se supo que había muerto, un saludo a todas las que agradecieron el apoyo de Jacob en los momentos difíciles y a quienes se emocionaron con la aparición de Emmett, Jasper y Alice. Gracias a Saraí, Cullen, Cynthia, diana, Rina, mis Hermana Javiera y mi mamá. Además de todas las demás lectoras que apesar de que no comentaba en todos los cap sé que seguían allí leyendo. Un beso para todas, estarán siempre en mi corazón.

Además quiero decirles que éste es el final de un fanfic, pero vendrán muchos más, así que no se desanimen! Kisses & Bites

9 comentarios:

  1. Y lo lograste :) me encantó, cada uno de los 30 capítulos de esta historia, e hicieron que anhelara con ansias a que llegara el próximo. Recuerdo todo el proceso: cuando el año pasado me comentaste tu idea, cuando lo publicaste por primera vez y cómo de a poco conseguiste más seguidoras, que así como yo se volvieron locas con esta historia. Te felicito amiga, lograste todo lo que quisiste con este fanfic, y se que se vienen más. Te quiero ♥ K&B

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  2. NOOOO!!! ME ENCANTO EL FINAL PERO NO ME GUSTO QUE LLEGARAMOS TAN RAPIDO!!1 EN SERIO ME ENCANTO ESTE FANFIC =(

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  3. Hermosa no tienes nada que agradecernos al contrario el honor y el orgullo es de nosotras al leerte cada nuevo cap. Sabes que desde le comienzo ame tu fic me compenetre tanto con el llore tanto mas que con cualquier fic te lo juro me llego hasta el alma. Con cada cap me diste mas y mas te superaste semana a semana y eso es digno de valorar te admiro por la entereza y la perfección de tu historia lunita.
    No he de negarte que estoy triste al saberlo terminado pero me reconforta saber que pronto tendremos una nueva historia amiga te felicito eres una gran escritora como pocas logras exprimir una historia y hacer de ella algo maravilloso te adoro lunita gracias por compartir un pedacito de tu talento con nosotras!! ♥♥♥

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  4. oh linda,gracias por acordarte de mi.
    pero es algo que te has ganado,nuestro apoyo y cariño por ser tan magnifica escritora.
    no dudes en cada nueva historia,estare ahi.
    dandote mi apoyo incondicional,y por supuesto,mis eternos comentarios.
    muchas gracias por hacernos pasar magnificos ratos con tu historia,estuvo fantastica desde el principio hasta el fin.la ame
    besos

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  5. Cariños a todas mis queridas lectoras! pronto espero volver con una nueva historia! ♥

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  6. Hola!!! ¿Como estás lunita? Muy bien de seguro. Oye, se que a lo mejor soy una de las más apasionadas, quizá exagerada- Y de hecho la más gruñona y habladora, como pudiste ver por mis comentarios (demasiado largos)-de tus seguidoras.
    Como ya te dije, amé tu fic y tu blog en general. Es indudablemente fantástico. el mejor fic que he leído. Tu definitivamente vas para escritora.

    Oye, eso de que Ephraim era hijo de Jacob, fue un poco extraño, pero genial. Creo que me hubiera gustado que escribieras un poco más de Jacob, realmente me hubiera gustado que tuviera un poco más de importancia en la historia.
    ¡¡¡Sigue escribiendo así!!!

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    Respuestas
    1. Bueno la idea de poner a Ephraim como hijo de Jacob en ese año, fue sólo jugar con la idea de que él podría tener un hijo llamado Billy, quien quizas podría tener a su vez un hijo llamado Jacob...y quizás la historia se repetiría para el 2006, quien sabe jajaj Después de todo los vampiros acaban de llegar a Forks...podría comenzar a brotar la fiebre...

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    2. Si. Me parece buena idea que pusieras a Sam como papá de Jacob. Sería muy extraño que hubiera dos Billy´s seguidos. Quizá por eso el actual lider de la manada se llama Sam; le pusieron así porque así se llamaba el abuelo de Ephraim, y quizá a su vez a Jake le pusieron así porque así se llamaba el padre de Ephraim. Aunque eso ya suena mucho, pero al fin y al cabo es solo una idea.

      Ya se van acumplir los seis meses desde que leí tu historia. ¡Osea medio año! Como para festejarlo. Solo dejaste a mi corazón más anhelante de que todo éste universo sobrenatural fuese real.

      También me abriste la puerta al mundo de los fics (pues antes no los leía) y me enseñaste nuevos sentimientos y emociones. Aumentaste mi amor por twilight como no tienes idea. Me di cuenta de que aunque Edward no fuese vampiro -irónicamente- seguiría siendo el mismo ángel. También me reforzaste la idea de que todo twilight es amor en todas sus formas, que eso es lo que hace hermosa y es la escencia de la saga. Has aumentado mi obsesion por ésta historia.

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    3. Ups, demasiado cursi :$

      En fn. Solo quería saludarte y espero que escribas una nueva historia, tan cargada de inocencia y amor como tus últimos dos fics.

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