miércoles, 7 de septiembre de 2011

Caminos Separados Cap 28

Capítulo 28

En jaque


Las esposas ahogaron un grito, todos los demás nos quedamos paralizados. Sé que habría podido tomar perfectamente la copa, antes de que llegara a rozar el piso, pero el terror me invadía por completo. ¿Por qué Aro habría dejado caer la copa? Ya que no era normal que a alguien de nuestra especie se le cayeran las cosas de ese modo. Cualquiera que fuera la razón, de seguro no era nada bueno. Y por la expresión de su rostro, era incluso, mucho peor.

Por un segundo completo, la escena se quedó totalmente inmóvil, hasta que la chica que traía la bandeja reaccionó.


- Enseguida traeré algo para limpiar- dijo dando media vuelta y bajando por las escaleras algo asustada, seguramente por la tensión que se había creado.

Nadie se movió ni un solo milímetro, Aro, Cayo y Marco me miraban fijamente.

- Isabella- dijo el primero- ¿Como pudiste?

- Maestro…- dije, sin saber en realidad qué decir, las palabras apenas me salían de la boca.


Cayo se acercó a mí y me dio una bofetada que me dejó tirada en el suelo y lanzo mi antifaz fuera de la vista. También podría haberlo evitado con un rápido movimiento, pero seguía paralizada.

Me levanté levemente del piso apoyándome en mis brazos, había caído junto a al charco de sangre y por primera vez la intensa y dulce fragancia de la sangre no me afectó en lo más mínimo, no presté atención más que a mi reflejo.

Tenía una expresión de inmenso terror, mi mejilla estaba partida por una grieta que se selló inmediatamente después, pero la expresión de terror de mi rostro no se quitó, porque no era eso lo que me había asustado de mi reflejo. Lo que en realidad me había asustado eran los ojos dorados que me devolvían la mirada.


Si, mis ojos eran de un color dorado cual topacio, Aro había descubierto mi secreto y ahora moriría en manos de los tres maestro a los que había jurado fidelidad.

Sentí a Marco avanzar hacia mi, el final había llegado, cerré los ojos aguardando mi muerte y pensé que este siempre había sido mi destino, sólo lo había aplazado unas cuantas décadas, pero finalmente moriría en manos de vampiros. Pensé en Edward mi único y gran amor.


- No te atrevas a poner una sola mano sobre ella.

Mi cuerpo finalmente reaccionó, levanté la vista incrédula antes las palabras que había escuchado, buscando con la mirada aquello que mis oídos habían anunciado, y ahí estaba efectivamente, parado en la escalera. Edward tenía una cara de furia incontrolable. En su mano llevaba un mascara e iba vestido como cualquier invitado a la fiesta.

- ¡Tú!- rugió Cayo con el odio impregnado en la voz.

- No queremos pelear- dijo otra voz, proveniente de la escalera que subía por el otro extremo del balcón. Era Carlisle, tenía sus manos delante de él en son de paz.

- ¡Jamás pensé que tú personalmente fueras el responsable de un motín en mi contra!- dijo Aro lentamente pero con furia en cada una de sus palabras.

- Esto merece la muerte- sentenció Cayo.


De pronto, toda la guardia estaba allí. Demetri me tomó por la espalda inmovilizándome. Vi a Félix tomar a Edward, quién se dejó atrapar al ver una de las manos de Demetri afirmando fuertemente mi cuello. Heidi llegó un segundo después trayendo consigo a Esme. En ese momento me arrepentí de haber permitido que todos ellos se involucraran, ahora todos morirían por mi culpa.


Miré alrededor en busca de Emmet, Rosalie, Alice y Jasper pero no estaban por ninguna parte. Bien, al menos no tendrían que morir todos. Si ellos podían salvarse de alguna manera estaba bien, no tenían que morir por mi para demostrarme alguna lealtad, de hecho no me debían ninguna lealtad. Sentí una punzada de dolor al recordar a Alice, la pequeña Alice de quién me había encariñado tanto. Y Emmet con quién me había identificado, ya lo sentía tan cercano a mí.


Aro se acercó paulatinamente a Carlisle con cara de desprecio y rencor.

- ¿De verdad pensaste que tú y tu grupito de fenómenos podrían vencerme a mí?- dijo Aro, Carlisle miró alrededor, a Esme, a Edward y a mí antes de responder.

- No querrás hacer una escena aquí, en medio de una fiesta, con tantos espectadores.

- Estoy seguro de que tienes una muy pacifica solución para eso, ¿me equivoco?

- Por qué no vamos todos hacia el salón- respondió Carlisle apuntando hacia el pasillo que llevaba a la pieza de los tronos.

- Como esperaba- contestó Aro, miró hacia el salón de baile donde todos seguían bailando y brindando sin notar la situación que ocurría en el balcón, que distaba completamente de una celebración- Sabes que odio ser un aguafiestas… después de ti- indicó a Carlisle, quién avanzó por el pasillo vigilando muy bien a Heidi.


Demetri me hizo avanzar empujándome por el pasillo mientras escuchaba a mi lado los pasos del resto de la guardia y finalmente los tres Vampiros.

- Así que era esto lo que ocultabas hermanita, quién lo habría pensado, la hija prodigio una vil traidora- susurró Demetri en mi oído y pude oír a Edward gruñir levemente.


Cuando llegamos a la habitación, Demetri me arrojó al piso y me dejó arrodillada frente a los tronos, junto a los cuales normalmente estaba sentada para contemplar las sentencias. Sus frías manos me tenían el cuello aprisionado y esperaba ansioso la orden para retorcerlo como si fuera un simple mondadientes. Aro, Cayo y Marcos tomaron asiento en sus respectivos sitiales y observaron con interés su audiencia.


- Así que mi querido amigo Carlisle- comenzó Aro- te aprovechaste de la confianza que siempre te tuve para crear un ejercito en mi contra. Tu y tus retorcidas ideas revolucionarias deberían ser acalladas de una vez por todas.

- Aro, las cosas podrían haber terminado de buena forma si dejaras de tomar decisiones por los demás.

- ¿Y cómo esperabas que terminaran las cosas? Convertiste a mi más fiel vasalla en una pacifista, en una débil criatura movida por las utopías de un soñador como tú, que cree que el amor y las buenas acciones te salvarán el alma- dijo calmadamente pero con clara ironía en la voz.

- ¡No! Tú convertiste a mi novia en una más de tu colección- dijo Edward duramente.

- ¿Tu novia? Creí que la habías abandonado para irte a jugar al doctor…- dijo como tratando de recordar-..Ah si, y después le hiciste creer que habías muerto para unirte a una disfuncional familia de vampiros, incluso conseguiste otra compañera si no me equivoco…si, puedo ver cuanto aprecias a tu “novia”.

- Sabes que no fue así- dijo Carlisle- sabes que Edward estaba enamorado de Bella, que iban a casarse, por eso la reclutaste con los tuyos con el propósito de tenerlo a él, ¿Vas a negarlo?

- No tengo por qué dar explicación sobre mis actos a ninguno de mis súbditos, sin embargo, diré que como un buen coleccionista odio las colecciones incompletas, sobretodo si son piezas tan genuinas.

- ¡Aro me utilizaste todo el tiempo!- dije con la rabia contenida.

- ¿Acaso creíste que te convertí sólo por tu cara bonita?- dijo antes de soltar una risita que compartió con Cayo, Marco y el resto de la guardia.

- Cómo esperabas que quisiera seguir a tu lado, ¡eres un cretino!- escupí.


- Mi querida Isabella…La vida es como un juego de ajedrez, nunca te olvides de eso, cada movimiento debe ser previamente analizado, tomando en cuenta cada una de las consecuencias que dicho movimiento de traerá, balancear tu ganancias y tus pérdidas. Si unirte a mis filas significaba una ganancia increíblemente considerable ¿Por qué no habría de tomar aquella valiosa oportunidad?

- Porque no puedes controlar las decisiones de los demás también – dijo Edward.

- ¿Quieres apostar?- dijo Aro sonriendo- Yo soy quien toma las decisiones aquí.

- Y ahora mi parte favorita- dijo Cayo mirándonos con sádica diversión.

- Sulpica, Athendora- dijo Marco- si fueran tan amables- agregó con un gesto hacia Carlisle, quién no puso resistencia al ser inmovilizado por ambas esposas y obligado a arrodillarse junto al resto de nosotros.

- Amigo mío quiero que disfrutes de esto – comentó Aro con una macabra sonrisa en el rostro.


Miré a Edward con miedo, su rostro perfectamente perfilado demostraba impotencia y dolor. Carlisle miraba a Esme y ella lo miraba a él, sólo podía distinguir amor en su mirada, ni miedo ni frustración, simplemente amor puro.

- ¿Aun crees que el amor te salvará?- preguntó Cayo con burla.


Con un enorme estruendo, las dos gigantescas puertas de madera salieron volando del umbral y fueron a estrellarse contra las paredes de la circular habitación. Todos nos dimos vuelta en el mismo segundo que esto ocurrió, algunos se pusieron en posición de ataque, gruñendo con feroces sonidos guturales. Aro, Cayo y Marco se levantaron de sus tronos con rostros ofendidos por tamaña interrupción.


- Así es ancianos, si quieren matarlos será mejor que se enfrenten a mí primero, y debo decir que no creo que les vaya muy bien- dijo Emmett entrando a la habitación sin tener consideración a lo que se enfrentaba. Y no venía solo, a su lado fielmente estaba Rosalie con una expresión tan aterradora que la hacía parecer una completa amenaza.


Sin esperar respuesta alguna, se lanzaron hacia los vampiros de la guardia que nos tenían aprisionados, quiénes reaccionaron al instante en defensa propia, soltándonos para luchar y al mismo tiempo defender a sus amos.

En el momento en que sentí las manos de Demetri aflojar mi cuello me solté de su agarre y me uní a la lucha, conocía la técnica de cada uno de los miembros de la guardia lo que me daba una ventaja, Edward sabía lo que pensaban y podía anteponerse a sus golpes, Emmett con su fuerza lograba apartar a quién intentara acercarse, únicamente estaba igualado por Félix, con quien estaba luchando ahora. Rosalie tenía una tenacidad admirable y temible al mismo tiempo, se estaba enfrentando a Súlpica.

Era la primera vez que veía luchar a las esposas, casi había olvidado que también eran vampiros, que tenían una velocidad igual a la nuestra y una fuerza considerable, Athendora estaba luchando con Esme y estaban bastante igualadas. Jamás pensé que vería a Esme luchando, siempre la había visto tan calmada y maternal que no esperaba esa faceta de ella, pero todos en esta sala estábamos aptos para una pelea y nadie se dejaría vencer tan fácilmente. No éramos un grupito de neófitos inexpertos.


Yo me enfrentaba a Heidi, quién felizmente me habría aniquilado antes si le hubiera dado un motivo, finalmente podía enfrentarse a mi con una buena razón. Me odiaba desde que me había convertido en la favorita de Aro, debía haberle complacido bastante enterarse que en realidad él jamás había tenido real interés en mí, sin embargo, al parecer no lo suficiente como para rechazar la oportunidad de enfrentarse a mí.

Edward estaba luchando junto con Carlisle y Emmett contra Demetri y Félix.

Para mi sorpresa ni Aro, Cayo o Marco se involucraron en la lucha, ellos jamás se ensuciarían las manos en un asunto así. Sus caras estaban completamente inexpresivas, como si estuvieran viendo un aburrido espectáculo al que hubieran asistido por compromiso, reflejando el desinterés que sentían por cada uno de los miembros de su clan, ni siquiera la muerte de alguna de las esposas parecía preocuparlos, probablemente habría muchas vampiras a las que les interesaría el puesto.


Deseaba saber, como Edward, qué estaban pensando en ese momento, pero no tenía forma de averiguarlo. En teoría estábamos ganando, éramos más que ellos, a menos que Aro, Cayo y Marco decidieran unirse a la lucha, ahí se complicaría la situación.

Pero no dejaba de pensar cómo esperábamos que esto acabara, ¿Matar a los autoritarios vampiros que habían reinado por cientos y cientos de años? ¿Y luego de eso qué? no nos llevaría todo esto a revoluciones de vampiros por doquier, guerras por tomar el poder y por ganar territorio. Algo que me habían enseñado en mis primero días como Vulturi, era que sin una figura de poder y autoridad, los vampiros se volvían inconcientes y descuidados. Habría muertes masivas a diario o vampiros a plena luz del día sin medir consecuencias.

Pensaba en todas las posibles consecuencias mientras desviaba los brazos de Heidi de mi cabeza, me giraba y trataba de atacarla por el costado pero era rápida, muy rápida, también ella estaba acostumbrada a mi forma de luchar. Desvié la mirada para ver que Edward estuviera bien, cuando logró derribarme, rápidamente me inmovilizó con su propio cuerpo y llevó las manos a mi cuello antes de que pudiera sacármela de encima, pero no logró herirme ya que Edward se lanzó contra ella. El problema fue que él dejó de luchar contra Demetri y éste tomó ventaja inmediatamente de su distracción. Lo tomó por la espalda y casi pude ver como retorcía su cuello.


- ¡Deténganse!- Gritó una voz femenina.


Aro se puso de pie sorprendido y levantó una mano en señal de alto, que hizo que todos, incluidos los Cullen, pararan inmediatamente la lucha.

Heidi seguía tirada en el suelo agazapada, lista para saltar sobre mí nuevamente. Demetri mantenía sostenido a Edward por el cuello, esperando la más mínima señal de Aro para degollarlo. Emmett estaba en posición de ataque frente a Félix, y a pesar de que ambos se habían detenido, no rompieron el contacto visual en ningún momento. Rosalie tenía a Súlpica en el suelo y estaba sentada sobre ella inmovilizándole sus brazos con las manos. Carlisle tenía su brazo alrededor del cuello de Athendora, quién a su vez, tenía a Esme por la espalda apunto de sacarle un brazo.


Pero yo no les prestaba atención a la guardia, tampoco le estaba poniendo atención a Aro, Cayo y Marco, a pesar de que los tenía peligrosamente a mis espaldas. Lo que en realizad captaba mi atención en ese momento, era la persona que había gritado. La chica que se encontraba en ese momento en el umbral de la puerta con rostro desafiante, acompañada por un joven de cabellos rubios, el cual parecía apunto de lanzarse al ataque.


*Nota de la autora: quiero dedicar este capítulo a Saraí mi fan nº 1 ^^ espero sacarte alguna lagrima para cuando termine esta historia jiji y también quiero dedicarlo a todas las personas que han leido mi fan fic y las que se han ido incorporando en el camino :D

6 comentarios:

  1. OMG! me encantó este capítulo, igual que todos los anteriores por supuesto :) ya quiero leer el próximo para saber en qué termina todo !! Y obvio, gracias por la dedicación ♥

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  2. noooooooooooo
    me dejaste en lo mejor!
    ya quiero leer el siguiente,eres increible escribiendo,me a encantado.

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  3. eres grandiosa no me cansare de repetirlo lunita falta tan poco!!! estoy muriendo de la angustia!!!!

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  4. ¡Lo sabía! ¡Aro se tenía que dar cuanta! Incluso yo me dí cuenta antes que él. Les dije que sus ojos iban a cambiar de color. También quiero que sepan que este capitulo fue el que más me hizo rabiar. Estuve casi a punto de arrojar al suelo el monitor. A punto Pero no, por que entonces no podía seguir leyendo XD)
    Oye, este capi estuvo de película. Increible. De verdad, esto merece una película. Es el más increíble fanfic que he leído, incluso mejor que Letras de medianoche. Adoro tu fan fic lunita. Cada vez que alguien nuevo llegaba a ayudar, me emocionaba un montón.
    Estúpido aro, es tan tan egolatra que ve a los demás, les aseguro que incluso a Marco y cayo como piezas de ajedrez. Ahora ya entiendo el porque la portada de Amanecer. Si llego a escribir la historia de Aro, va a tratar de un niño cuyo padre era un asesino serial (Claro que en esos entonces no tenían nombre) o simplemente nunca lo conoció, era golpeado por su madre o simplemente fue abandonado en un callejón cuando nació y no se quién se apiado del pobre diablo (literalmente) y no sé a que idiota se le ocurrió convertirlo en vampiro para solamente arruinarlo todo y crear a un monstruo cretino.
    Y creanme que lo escribiría sin lástima.
    Alguna vez se me ocurrió escribir en mi blog el supuesto libro que seguía de amanecer y que al final Jacob hacía a aro pedazos, pero después descubrí que si los vampiros no extinguían a la raza humana era por ellos (Demonios, detesté eso) si estuviera metida en la historia y supiera todo eso, odiaría tener que estar "agradecida" con esos bastardos... Pero si no fuera por eso, me fascinaría destrozarlos en pedazos, a lo mejor no a todos, solo aro. No sé si han dado cuenta de que nunca escribo el nombre de aro con mayúscula, pero, aunque parezca una tontería, solo escribo con Iniciales Mayúsculas los nombres de los que podrían considerarse personas. Además, siento que sería guardarle un poco de respeto a esa sanguijuela; solo me parecen sanguijuelas los vampiros como aro o cayo. Incluso le guardo una microscópica parte más de respeto a cayo que a aro.
    A lo mejor parezco demasiado exagerada o que estoy diciendo jaladeses, pero no se de que otra forma expresar lo que pienso sin decir groserías, lo cual perecería un tanto algo tonto.
    Y pa colmo, es el quien se siente traicionado. Les puedo decir a cuantas personas ha traicionado Aro, el mismo se delató mal decir lo del ajedrez, comparar toda su maldad con ajedrez, eso se queda corto, por los suelos. Algunas de las personas que traicionó: A Bella, a Carlisle, a todo el clan Cullen, a todos sus subditos... ¿Quieren que siga? Se me ocurren muchos más.
    Como sea. Resumen: aro es la una de las encarnaciones del laberno y lo odio.

    Como ya dije, está increíble este capi y pienso que es el mejor de toda la historia.
    Lunita, eres una grandiosa escritora y me parece que sería buena idea que publicaras tu libro en smashwords.com
    Honestamente no lo he visitado pero me lo han recomendado varias personas y es el sitio de publicación de libros digitales que más me ha convencido. tus libros aparecen en ¡store y unos cinco sitios más. Puedes publicar lo que quieras, desde anecdotas hasta cuentos o sueños tuyos. Obtienes del 65 al 80% de los beneficios que saque tu libro y además tienes control total de éste. Digo, posiblemente no sea buena idea por la parte de derechos de autor, puesto que los personajes pertenecen a Stephenie Meyer n_n pero bueno, a mí me sigue convenciendo la parte de que puedes publicar lo que quieras. Después de todo, creo que si fuera así muy muy ilegal, ya te habrían cancelado el blog.
    Perdóname por tremendo discurso, pero en parte necesitaba desahogarme con alguien que se que es fan de la misma saga que yo y me entienda, porque desafortunadamente yo misma soy la twilighter más twilighter que conozco :( y si le digo una palabra de esto a alguien va a pensar que estoy loquita o se va a cansar de oírme. Creo que ni mi mamá sabe que estoy leyendo este blog.

    Bueno, adoro tu blog y te queremos lunita.
    besos!

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    Respuestas
    1. De verdad espero que algún día puedas llevar a acabo tu idea de la vida humana de Aro, sería muuy interesante, yo misma querría leerlo.
      De verdad me halaga que creas que podría ser película!
      Te comprendo perfectamente en cuanto a lo de odio/respeto hacia Aro por la función que desempeña en el mundo de los vampiros, es algo incomodo sentirse agradecida hacia alguien tan malévolo.
      Voy a tomar en cuenta tu recomendación en la pagina de publicaciones de libros. Quizas no con este fic (por lo que tu muy bien has dicho sobre los derechos de autos) pero tal vez con otra historia que estoy escribiendo (creación completamente personal)
      Gracias por todas tus criticas y elogios! Y créeme que te comprendo perfectamente sobre lo de ser una fan tan fiel a la saga, yo también siento que no puedo hablar del tema libremente con cualquier persona porque pensaría que estoy loca, y la verda que si lo estoy un poco jajaja

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  5. ¡Huy! este a sido el comentario más largo que he hecho. Perdón por tanto rollo.

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