miércoles, 29 de febrero de 2012

El visitante nocturno Cap 22 Epílogo

Epilogo

Inseparablemente diferentes


Jamás una mañana se me había hecho tan lenta, sentía que el tiempo se había puesto en mi contra y que las manecillas del reloj corrían en sentido contrario mientras Charlie continuaba con su interminable sermón. Él no era particularmente un hombre de muchas palabras, pero hoy parecía haberlas reunido todas para recordarme una y otra vez lo desconsiderada que había sido al haber desaparecido toda la noche sin siquiera dar un aviso.

Lo peor de todo era que yo sabía que él tenía toda la razón para estar enojado, y además no se me había ocurrido ninguna excusa buena para justificarme.


- Jamás Jake y tú habían sido tan inconcientes como fueron esta noche- decía por milésima vez.

- Pero si no fue culpa de ninguno de los dos, ya te lo expliqué- trataba de hacerme entender.

- Sólo espero que no hayan estado bebiendo- dijo con mirada desconfiada.

- Claro que no -dije un poco exasperada- Sólo estábamos jugando, Jake me retó a entrar en la casa embrujada, esa que está abandonada al final del pueblo. Y yo lo reté a entrar al cementerio. Era un inocente juego pero nos perdidos y en eso apareció Sam y tu sabes como es él, se puso como loco.

- Bella, ese tipo está chiflado, no quiero ni imaginar que podría haber pasado.

- Por eso nos escondimos, y para cuando pudimos salir ya estaba amaneciendo.

- En que líos te metes, Bella. Por suerte Sam ya está fuera de todo eso del cementerio- dijo Charlie con un suspiro.

- ¿Por que?

- Su esposa Emily creyó que ya había sido suficiente y lo ha obligado a renunciar. Se van a mudar a otro lugar para que consiga un mejor empleo- explicó vagamente.

- ¿Y quién va a cuidar el cementerio?- pregunté tratando de parecer desinteresada.

- Una pareja de extranjeros según el informe que me llegó hace un rato- explicó- Kaure y Gustavo.

- Que nombres mas raros- dije extrañada.

- Creo que son brasileños, sólo espero que sean más sensatos que Sam. Pero aun así tienes prohibido volver a cruzar la puerta del cementerio ¿Está claro?

- Si papá ¿Sirve de algo decir que de verdad lo siento?- pregunté resignada.

- A estas alturas no lo creo. Fueron sumamente irresponsables y lo sabes- dijo algo más calmado.

- Claro que lo sé, por eso estoy aquí aceptando mi castigo.

- Y me alegra que así sea.

- ¿Entonces vas a prohibirme que vea a Jake?- pregunté temerosa.

- Claro que no, eso sería prácticamente imposible. Pero voy a tener que empezar a ponerte horarios para tus salidas, y por supuesto vas a tener que avisarme a dónde vas a estar cada vez que salgas, para poder localizarte en caso de que decidas desparecer.

- Papá no voy a desaparecer- dije cansinamente.

- Supongo que no tengo que decir que está prohibido no llegar a dormir.

- Claro- acepté.

- Y ahora ni se te ocurra que puedes quedarte durmiendo todo el día, porque iremos a almorzar a La Push.

- No planeaba dormir- mentí, aunque nadie habría podido creerme, ya que estaba visiblemente agotadísima.- Además quiero saber qué le dijeron a Jake. Estoy segura de que Billy no se lo tomó tan mal como tu- dije tratando de alivianar el ambiente.

- Oh, ya lo creo que si. Y si no lo hace, yo mismo lo voy a castigar por no haber traído a mi hija a su casa a una hora prudente.

- Tú no harías eso- dije insegura de si estaba en lo cierto.

- Bueno, no. Pero le diría a Billy que lo hiciera y él seguro que me haría caso- contestó como punto final, así que no lo contradije.


Cuando llegamos a La Push corrí a abrazar a Jake que había salido a recibirnos, sentía que no lo había visto en días cuando en realidad había sido sólo un par de horas.


- ¿Cómo estás? ¿Te castigaron?- pregunté sintiéndome culpable.

- Si algo así, bueno sabes que jamás harán que dejemos de vernos, pero tengo prohibido ir al cementerio.

- Lo supuse, también yo- dije yo con una sonrisa.

- Mi papá estaba bastante enojado. Fue todo un drama, Charlie volvió de su casa como a las 4 de la madrugada cuando vio que ninguno de los dos estábamos allí, se fueron a buscarnos a las casas de Embry y Quil, fueron incluso a las casas de Jared y Paul.

- Si me lo contó todo. Gracias a Dios Charlie no nos reportó como desaparecidos.

- Es una suerte- coincidió Jake.

- Oye, ¿supiste lo de Sam?- pregunté bajando la voz.

- Si, lo vi marcharse hace un rato y no te voy a mentir, me siento bastante mal por él.

- Lo se, yo también, pero ese hombre necesitaba alejarse un tiempo del cementerio, por su salud mental y el bien de todos.


Nos alejamos un poco del grupo para que Billy y Charlie no nos escucharan y le dije:


- Sobre eso de no ir al cementerio…Bueno, necesito que me hagas un favor.

- Bella…

- Por favor Jake, no me dejarán salir sin ti- dije poniendo cara de oveja degollada.

- No sé en qué momento se me ocurrió involucrarme- dijo suspirando derrotado.

- ¡Jake eres el mejor!- dije besándolo en la mejilla.

- ¿Entonces cuál va a ser tu excusa?

- Sólo tenemos que decir que vamos a casa de Embry o Quil y que será hasta temprano.

- ¿Y no crees que sospechen de que iremos en auto?- preguntó dubitativo.

- Diremos que después me iras a dejar a casa.

- ¿Tu creer que nos dejarán?

- Ya le prometí a Charlie que no volvería a llegar a las 7 de la madrugada.

- Bueno no perdemos nada con tratar.


Nos pasamos la tarde durmiendo en la playa para que Charlie y Billy no vieran que estábamos tan cansados, ya que si no menos nos dejarían salir. Luego de múltiples suplicas a las que no se pudieron resistir y gracias al partido de la última temporada que estaban dando en la televisión, Jacob y yo logramos salir en su auto, justo cuando el sol se escondía, hacia el único lugar al que nos habían prohibido estrictamente ir: el cementerio.


- No, por ahí no, nadie puede vernos así que entraremos por atrás- indiqué cuando nos acercábamos al lugar.

- Estas loca Swan ¿Sabías?- dijo Jake desviándose del camino que llevaba a la entrada principal del cementerio.


Saltar el muro fue mucho más difícil sin la ayuda de Edward, tuve que pararme en los hombros de Jacob y utilizar mis mínimas capacidades atléticas para poder encaramarme encima de la pared.


- Jake, ya no tienes que acompañarme, de aquí puedo sola- dije desde la cima del muro.

- Si claro, la ultima vez que me pediste que te dejara sola te raptó un sádico chupasangre y casi morimos los dos. Así que te guste o no voy a acompañarte hasta donde sea que duerma tu novio.


Por suerte Jacob era bastante más ágil que yo y pudo subir solo, después saltó al otro lado y me ayudó a bajar.


- Además ¿cómo planeabas bajar de allí tu sola?- preguntó una vez que estuvimos los dos sobre el mullido pasto del cementerio.

- Iba a saltar- dije encogiéndome de hombros.

- Con tu suerte te habrías roto una pierna de seguro.


Caminamos juntos hasta que llegamos frente al gran mausoleo con el escudo de los Cullen grabado.


- Bien, aquí es- dije cuando estuvimos frente a la reja.

- ¿Y tienes que bajar por ahí?- preguntó señalando la escalera en el fondo, yo asentí- Tienes que estar muy loquita por él… literalmente loca.

- Creo que ambos sabemos que yo ya estaba bastante loquita de mucho antes.

- Si, me consta. ¿Seguro que después podrás devolverte sola?

- Si descuida, estaré de vuelta en casa a las 11de la noche. ¡Y gracias! eres el mejor- dije dedicándole una sonrisa.

- Si, suelen decírmelo- dijo jocosamente.

- Presumido.

- Cuídate Bella.

- Siempre lo hago.

- Mmm si, como sea.


Entré en el mausoleo y bajé las escaleras, por primera vez, completamente relajada ¡quién diría que finalmente me acostumbraría a esto! El pasillo estaba levemente iluminado, seguía teniendo un aspecto tétrico y el olor a moho no lo hacía más acogedor, pero ya no me sorprendía ni me intimidaba.


- ¿Edward?- llamé.

- Bella está aquí- escuché decir a Alice y en menos de un segundo la tuve frente a mi dándome un abrazo.

- ¡Hola Bells!- saludaron Emmett y Jasper al mismo tiempo. Rosalie que estaba junto a ellos sólo hizo un asentimiento con la cabeza.

- ¿Que tal querida? – dijo Esme dándome otro abrazo.

- Edward está al fondo- dijo Carlisle- le dijimos que se quedara acostado hasta que haya recuperado todas sus fuerzas, le hemos traído algo para beber pero iremos por mas ahora.

- Así que estarán solos- dijo Alice.

- Cuando volvamos puedo llevarte a casa, pero Bella, recuerda que él está en reposo- dijo Emmett con su usual humor.

- Muy gracioso- dije yo ignorando sus bromas.

- ¿Bella?- llamó una voz muy familiar que hizo que cientos de mariposas empezaran a hiperventilar en la mitad de mi estomago.

- Adiós Bella- se despidió Carlisle y todos salieron por las escaleras.


Caminé hasta la habitación de los ataúdes y encontré a Edward sentado dentro del suyo, el último de los siente sarcófagos. Su cara seguía estando más pálida de lo usual, pero sin duda estaba mejor que la última vez que lo había visto.


- Viniste- dijo él al verme.

- Claro, estaba preocupada por ti- dije avanzando y sentándome en el borde de su sarcófago.

- Yo estoy bien, mi mamá sólo está exagerando, ni siquiera me dejan ir a cazar- agregó dándole un sorbo a una copa de cristal llena de un liquido color carmín. Yo hice una mueca- Lo siento- dijo dejando la copa a un lado- ¿Tuviste muchos problemas con tu padre?

- Nada importante, se supone que no puedo volver a cruzar la puerta del cementerio, pero entré por el muro de atrás- dije riendo, esperé pero él no rió. De hecho estaba muy serio, su ceño estaba ligeramente fruncido y ahora que ponía más atención podía decir perfectamente que había algo en su mente que lo tenía perturbado. Pasó un largo rato hasta que volvió a hablar.

- Bella… creo que deberíamos dejar de vernos- dijo dejando su rostro completamente desprovisto de expresiones.

- ¡¿Qué?!

- Debes entenderlo, ayer por poco mueres, James pudo haberte mordido o Sam podría haberte hecho daño. Yo sólo he traído problemas a tu vida y sufrimiento tanto a ti como a tu padre- dijo mientras su fría mascarar se debilitaba.

- No puedes decir eso. ¡De qué estás hablando! ¿Es que acaso no te das cuenta que tu has traído más felicidad que cualquier otro acontecimiento a lo largo de mi vida?

- Bella, no sabes lo que dices, yo soy un peligro para ti.

- ¿Es que ya no me quieres?

- Claro que te quiero. Bella, yo te amo. Pero siento que lo único que hago es complicar tu vida y creo lo mejor para ti sería alejarnos el uno del otro- dijo acercándose a mi para tomar mis manos pero yo las aparté.

- Yo creo que en realidad soy yo la que está complicando tu vida y por eso quieres alejarte, para no tener que estar preocupándote de la frágil humana.

- Bella no digas eso.

- No Edward tu no digas eso. Es que no te das cuenta que aunque me fuera al otro extremo del mundo no podría dejar de amarte, que incluso si pudiera dejar de dormir seguiría soñando despierta contigo. Aunque no volviera a verte, jamás podría olvidarte ¿Es que a ti no te pasaría lo mismo?

- Bella, podría cambiar todo a nuestro alrededor, pero mientras yo siga siendo yo siempre voy a amarte. Incluso ahora cuado cierro los ojos no puedo dejar de verte en mi mente.

- Tú podrías hipnotizarme y aun así no serviría de nada si trataras de hacer que te olvidara.

- Bella, sabes que ni siquiera podría sobrevivir un segundo sin ti a mi lado, pero jamás podré ofrecerte una relación normal. No podré nunca llegar a ser el novio que tú te mereces.

- No quiero tener una relación normal, ni un novio perfecto, quiero una relación contigo. A mi no me importa que seamos diferentes, así que no vuelvas a decir que debemos separarnos, por que si James no pudo matarme tu lo lograrías fácilmente si dejaras de amarme.

- Jamás dejaría de amarte incluso con toda la eternidad para intentarlo.

- Demuéstramelo.

- Bésame, ya no me importa ser un ser sin alma.


Nuestros labios se encontraron deseosos, como si realmente nos hubiéramos separado en los segundos en que hablamos sobre hacerlo. Como si se hubieran extrañados toda la vida. Y al mismo tiempo como si se nos fuera la vida en ello.

Después de todo, la normalidad es algo completamente subjetivo, y todas las personas tienen relaciones diferentes. Yo tengo un novio vampiro y en mi mundo esto ha pasado a ser algo completamente normal. Estuvimos así mucho tiempo hasta que Edward rompió el silencio.


- No se como habría podio estar siquiera un día sin tus labios.

- Lo mismo digo, además ¿con quién habría ido a la fiesta de primavera del próximo viernes si no?- dije con falso dramatismo.

- ¿Quieres que vaya contigo?- preguntó sonriendo.

- Bueno, eres mi novio ¿no?- dije sonriendo mientras las palabras salían de mi boca.

- Entonces, tenemos una cita.


Edward volvió a besarme y todos los absurdos argumentos sobre nuestra supuesta incompatibilidad, con los que había intentando convencerse desparecieron, mientras sentía como las barreras de su complicada y anticuada mente iban siendo derrumbadas por su pasión y su deseo. Ahora el ataúd ya no me parecía un espacio tan pequeño para los dos. Junto a Edward me sentía como si fuéramos sólo uno, inseparables, en nuestro extraño mundo perfecto.





Fin




Bueno como siempre dar los respectivos agradecimientos a mi hermana y editora personal, que me corrige con paciencia y humor todas las ridiculeces que a veces me da por escribir. A todas las seguidoras del blog. Y obviamente a mis fieles y queridísimas lectoras que me inspiran y me motivan a seguir escribiendo y a mejorar cada día. Con cariño Lunita ^^

6 comentarios:

  1. que pena que aya acabado,porque laverdad es que me gustaba mucho espero que la siguiente novela igual de buena como esta.besos.

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  2. OH MI DIOS!!! fue hennial, gracias x los agradecimientos ^^ me gusto mucssssho :D espero la proxima y q pases a leer la mia q ya vendra :)

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  3. me gustó mucho el epílogo Lunita, espero que vuelvas a escribir pronto! besos :)

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  4. Increíble... Aunque lo de la copa de sangre fue un poco extraño... Muy extraño, de hecho. Yo, cuando veo sangre, siento como si de repente las piernas se me vaciaran de esta... cuando veo a alguien sangrar profusamente, siento que se está yendo la vida por ahí. Tu fic es grandioso, aunque un poco mórbido, pero bueno, genial.

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  5. ¡No lo puedo creer! cuando empecé a leer hace apenas un mes, sentía que era un montón, ahora que me doy cuenta, ya acabé de leer casi todo tu blog. Es como si llegara al final de un río y hubiera una cascada... ¿Y ahora que hago? No me queda nada más por recorrer :(

    Cuando Jacob dijo, "espero que sean un poco más sensatos"... bueno, al menos gustavo sí. XD Espero con ansias que publiques tu siguente fic.
    Bessoss!!!

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  6. Hay, esque enserio. No sé si sea culpa de twilight, pero veo sangre o heridas y me pongo toda histérica como loca. Y el las pelis cuando donan sangre nada más ver las bolsas de sangre me dan escalofríos. se me hace que definitivamente nunca voy a ser medico XD

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