lunes, 20 de febrero de 2012

El visitante nocturno cap 21

Capítulo 21

Carrera contra el sol


Abrí los ojos lentamente y miré a mi alrededor completamente desorientada, sentía mi cuerpo recostado sobre algo mullido y con mis manos confirmé que se trataba de pasto. Me incorporé y todo el paisaje se desdibujo haciéndome perder el equilibrio y obligándome a cerrar los ojos para frenar el mareo. Una fuerte puntada en la cabeza me hizo llevarme una mano a la nuca donde descubrí un gran chichón.

Entonces, tan rápido como un rayo cruza el cielo, me llegaron las imágenes de las últimas horas que recordaba: Victoria asechando a Jacob, James a punto de morderme en la casa abandonada, los Cullen, Edward conmigo en el cementerio y finalmente aquel golpe en la cabeza que me había dejado inconciente. “Al fin te tengo” había dicho Sam. ¿Por qué habría tenido que entrometerse justo en ese momento?


Me puse de pie lentamente buscando con la mirada algún indicio de lo que había pasado mientras yo yacía sin sentido, que no sabía cuanto tiempo había sido. Miré al cielo y me di cuenta de que ya no estaba de color negro sino que de un azul grisáceo y las estrellas casi no se notaban. Miré mi reloj y confirmé lo que ya había deducido por mis propios medios, eran las 5:30 de la madrugada, había estado inconciente por al menos 6 horas y Edward no estaba por ninguna parte.


Empecé a correr entre las lapidas sin rumbo, no tenía ideo de hacia dónde debía ir, no sabía qué habría pasado con él. Ni siquiera podía pensar en la posibilidad de que Sam…No, no podía ser. No podría soportarlo, la angustia empezó a dominarme conforme pasaban los segundos y yo no llegaba a ninguna parte, pero seguí corriendo más deprisa mientras frente a mis ojos desfilaban hileras de lápidas, todas similares entre si.


- ¡Bella! – gritó alguien a mi espalda.Giré y me encontré con Jacob amarrado alrededor de la figura de un ángel al que le faltaba la cabeza, corrí en su dirección sin demora.

- ¡Oh Jacob! Gracias a Dios estás bien- dije dejándome caer al a los pies del ángel para abrazarlo.

- Gracias a Dios que tú estás bien- corrigió él- Jamás me tomé en serio lo de los vampiros, pero parece que no volveré a subestimar tus fantasiosas ideas- dijo él como siempre bromeando en los momentos mas inoportunos.

- Siento tanto haberte involucrado en todo esto, creí que te habían matado- dije abrazándolo más fuerte recordado los agónicos minutos en que había creído que no volvería a verlo.

- Yo jamás estuve en real peligro, cuando comprendí que lo de los vampiros no era una broma, pensé que la pelirroja iba a morderme, pero cuando ella me tocó fue como si se hubiera quemado. Soy alguien con muy buena suerte ya que estuve toda la tarde comiendo Doritos de ajo, cuando me di cuenta de eso traté de huir para ir a buscarte, pero ella me amarró me trajo hasta aquí y se fue corriendo. Traté de soltarme pero no conseguí nada y entonces llegó la loca de tu amiga Alice y me di cuenta de que todos eran vampiros, pensé que iba a atacarme pero ella me dijo que iba a rescatarte y no se porque pero le creí. Rogué que tuviera suerte, pero luego fue como si me hubieran confirmado tu muerte cuando vi a Sam llevándose a Edward…

- ¡¿Qué?! – dije dejando de desatar los complicados nudos- ¿Tú los viste? Jacob tienes que decirme a dónde se llevó a Edward.

- Bella, tienes que dejar todo esto de los vampiros, no puedes seguir involucrándote, saldrás herida, hoy por poco mueres- dijo seriamente una vez que pudo soltarse.

- Jacob, voy a encontrarlo y lo haré con tu ayuda o sin ella.

- Cálmate, te ayudaré, claro que lo haré- dijo abrazándome con sus brazos libres al fin.


Esta vez fue un abrazo breve, no teníamos tiempo que perder, Jacob tomó mi mano y corrimos en una dirección que yo desconocía. Después de un tramo las lápidas comenzaron a disminuir y la vegetación a aumentar, los altísimos pinos impedían la visión y los arbustos y enredaderas entorpecían el paso haciendo tropezar más de una vez.

Entonces, luego de pasara una corrida de pinos, logré divisar una pequeña caseta similar a una bodega, avanzamos sigilosamente a pesar de que mis instintos me impulsaban a correr a buscar a Edward. Quizás estaba bacía, no lo sabía pero existía la posibilidad de que Edward estuviera allí dentro con Sam.


Tenía los ojos fijos en la caseta, por eso no noté lo que había en el piso hasta que mi pie se atoró allí y caí al piso, cuando miré la causa de mi tropiezo creí que mi corazón se detendría por la impresión. En el suelo había una rejilla de fierro, pero no era simplemente una rejilla, era la tapa de un profundo pozo de cemento como los que se utilizan para extraer agua, sólo que este estaba a ras de piso y en el fondo del pozo no había agua, en el fondo del pozo estaba Edward.


- ¡Jake! – dije innecesariamente ya que él estaba junto a mí viendo exactamente lo mismo que yo. Me apartó y trató de remover la rejilla pero estaba firmemente soldada.

- Edward respóndeme, Edward reacciona- decía inútilmente, ya que él parecía muerto y creía saber por que, estaba rodeado por largas trenzas de ajos esparcidas sobre su cuerpo, alrededor de su cuello y de sus brazos. Estaba inmóvil, sin respirar y mucho más pálido de lo normal, se veía débil e indefenso, se veía realmente muerto.

- ¿Pero por qué Sam lo dejaría allí?- preguntó Jacob sin desistir de sus intentos por destapar el pozo y mirando alternadamente la puerta de la caseta y el fondo de la fosa.

- Creo saber por qué- dije mirando al cielo y luego mi reloj.

- No estarás hablando en serio…

- Me temo que si, Jake tenemos que sacarlo de aquí- imploré desesperadamente mirando por todas partes en busca de algo que nos pudiera servir.

- No podemos solos.

- Se a quién pedirle ayuda, Jake quédate vigilando si Sam entra o sale de allí y trata de cubrir como puedas el pozo, yo volveré lo más rápido posible.

- Bella, aquí sólo hay plantas.

- Lo que sea Jake, trata con lo que sea.


Me fui corriendo como no lo había hecho en mi vida, esto era literalmente algo de vida o muerte. Por un minuto el pánico se hizo presente cuando creí que me había perdido, pero entonces divisé la pared posterior del cementerio y luego de esto no me fue difícil localizar el gran mausoleo que buscaba.


Las cosas habían cambiado mucho desde la primera vez que había ido al hogar de Edward, cuando juré que jamás volvería a ir, quien habría imaginado que alguna vez yo llegaría a ir sola y por voluntad propia a aquel lugar. Abrí la reja y bajé corriendo los escalones sin darme tiempo de sentir algo tan banal como el miedo. Si tenía suerte y todo había resultado bien, los Cullen ya habrían vuelto de cazar a Victoria, aunque yo nunca tenía suerte.


- ¿Alice, Emmett?- grité- ¡Ayuda por favor, tienen que ayudarme!- el ruido me indicó que estaban allí y que ya se habían acostado.

- ¿Bella? ¿Qué sucede?- dijo Alice.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Rosalie.

- ¿Donde está Edward? - dijo Carlisle por su parte.

- Sí, creímos que se quedaría contigo el resto de la noche como es lo usual- comentó Emmett.

- Es Sam, Sam lo atrapó- dije llegando donde estaban todos reunidos.

- ¡¿Qué?!- gritaron todos a coro.

- ¿Que le hizo?- preguntó Esme en un susurro.

- Lo tiene encerrado y está esperando que la luz del sol acabe con él.

- ¡Maldito cobarde!- rugió Emmet.

- Llévanos allá Bella - dijo Carlisle.

- ¿Qué hora es?- preguntó Jasper.

- Son las 6 menos 10- dije mirando mi reloj y sintiendo un vacío en el estomago.

- No hay tiempo que perder- dijo Alice.

- Ven- dijo Emmet subiéndome a su espalda- llegaremos más rápido así.


Me subí sin ni siquiera sin dudar, no podía darme ese lujo, los minutos estaban contados. Todos empezaron a correr, como pude le di las indicaciones a Emmet del lugar done estaba Edward y llegamos en lo que me parecieron 5 segundos.

Jake se levantó sobresaltado cuando llegamos, había cubierto el pozo con ramas, pero yo sabía en mi interior que eso no frenaría el sol.


- Así que todos son vampiros…-dijo tratando de no parecer sorprendido o asustado.

- Si, pero de los inofensivos- aclaré rápidamente sin entrar en detalles e ignoré el bufido que dio Rosalie ante esta mención, no tenía tiempo para nimiedades.

- Bueno, Sam acaba de entrar en la caseta, venía cargado de ajos y traía una ballesta, creo que ha recuperado su confianza.

- Pues se la haremos desaparecer- dijo Jasper con un mortífero tono de voz.

- Allí atrás hay una trampilla debe llevar a algún piso subterráneo, tal vez por ahí podamos acceder al pozo- siguió contando Jake sobre lo que había averiguado en mi ausencia- pero está con candado.

- Él debe tener las llaves, necesito conseguirlas- dije desesperada.

- Podría acabar con él en un segundo- dijo Rosalie.

- Es muy peligroso, está armado y lleno de ajos - dije yo.

- Yo iré, a ti ya te vio con Edward, pero de mi no sabe nada- dijo Jake- pero necesitaré la ayuda de ustedes- agregó dirigiéndose a los Cullen- deben mantenerlo dentro de la caseta a como de lugar.

- Cuenta con ello- respondió Jasper.


Me oculté detrás de un arbusto mientras observaba a Jake avanzar hacia la casa, cuando llegó a la puerta golpeó estrepitosamente mientras gritaba:


- ¡Auxilio! ¡Los vampiros me persiguen!

- ¡Santos lobos protectores! Ya te abro muchacho- gritó Sam desde adentro y abrió la puerta dejando entrar a Jake y cerrando rápidamente tras de si - ¿No te han hecho nada? -preguntó.

- No, logré escapar- respondió.

- Yo siempre lo dije: ¡Están por todos lados! ¡Estamos en guerra!

- Debemos hacer algo- dijo Jacob.

- Tranquilo, tengo una ballesta cargada de estacas, pero los malditos fríos se esconden de mi!

- Debemos idear una forma de atraerlos.

- Un señuelo, bien pensado muchacho.

- Señor Uley, yo me ofrezco de carnada- dijo Jacob con firmeza.

- Pero muchacho, tu eres muy joven, podrías morir. Esto no es un juego.

- No estoy jugando, esto es más importante. Además no moriré su usted logra dispararles antes de que me ataquen. Sólo preocúpese que no errar el disparo.

- No lo haré muchacho, descuida, los mataré por tu honor.

- Entonces supongo que deberíamos darnos un abrazo de despedida… Bien aquí voy- dijo Jake y seguido de esto vi la puerta abrirse y volver a cerrarse y a Jake corriendo rápidamente para esconderse mientras lanzaba desgarradores alaridos.

- ¡No muchacho!- gritaba Sam desde adentro de la caseta mientras disparaba a cualquier parte.


Los Cullen rodearon la caseta preocupándose de quedar fuera del alcance de la ballesta y comenzaron a golpear las paredes mientras gruñían como animales salvajes, Sam estaría colapsando. Sólo rogaba que nadie saliera herido y que lograran mantenerlo a dentro, para que no fuera a dispararle a Edward antes de que yo lograra sacarlo del lugar donde lo había encerrado.


- ¡No podrán permanecer por siempre malditos chupasangre! ¡El sol saldrá en cualquier momento y todos arderán en el infierno! – gritó Sam desde adentro. Yo era completamente consiente de esto.

- Vámonos- dijo Jake cuando llegó junto a mí pasándome las llaves- las tenía en su bolsillo- explicó.


Avanzamos escondidos hasta la trampilla que estaba detrás de la bodega, mientras los Cullen escalaban hasta el techo sin dejar de proferir brutales gruñidos que le pondrían los pelos de punta a cualquiera, sabían que no podían entrar a donde estaba Sam, pero al menos podían mantenerlo a raya.


Casi no pude poner la llave en el candado por lo mucho que tiritaban mis manos, así que Jake tuvo que hacerlo por mí. Bajamos corriendo los peldaños de una empinada escalera hecha de tablas, que era mucho más larga de lo que yo esperaba. Llegamos a una pequeña y lúgubre habitación con paredes hechas de bloques de adobe, algunos de los cuales estaban cubiertos de telas de arañas, e iluminada por una tenue luz amarillenta, había una rustica mesa de madera repleta de estacas y otros trozos de madera tirados por el suelo.

La habitación daba a un solo pasillo, así que entramos en el sin dudar, pero luego de avanzar un poco el pasillo de dividía en otros seis y quise llorar de la desesperación. Cada segundo contaba y esto nos atrasaría bastante.


- Debemos dividirnos- dijo Jake.

- Tú por la derecha y yo por la izquierda- dije y sin esperar respuesta comencé a correr por el primer pasillo, rogando que este no se subdividiera en más, pero al fondo divisé una puerta y la abrí. La puerta daba a un pozo como el que tenía a Edward, pero Edward no estaba allí. Miré hacia arriba y vi la rejilla por la cual se podía ver el cielo aclarando, según yo, más rápido de lo normal.


Desesperadamente corrí en dirección opuesta y entré en el segundo corredor, parecía el doble de largo que el anterior y era mas curvo pero la puerta nuevamente me revelo un pozo vacío. Lancé un grito de frustración y volví a deshacer el camino. Entré en el tercer pasillo preguntándome si escucharía a Jake a través de las paredes si es que él encontraba a Edward primero, pero las preguntas perdieron importancia cuando intenté abrir la puerta y me di cuenta de que estaba cerrada con llave.


- ¡Jake!- grité desgarrando mi garganta.

- ¿Bella, Bella donde estas? ¡Bella!- oí que gritaba desde algún lugar.

- ¡En el tercer corredor! - respondí justo cuando lo vi asomar la cabeza por la entrada del pasillo- El llavero, debe tener alguna otra llave- dije corriendo a su encuentro.

- No Bella, sólo tiene una- respondió tratando de calmar mi histeria.

- Edward está aquí pero está cerrado con llave – dije tomando el llavero e intentando abrir con la única llave que había en el, pero no servia de nada.

- Espera aquí- dijo y desapareció.

- ¡Edward!- gritaba por la puerta mientras las lágrimas por la consternación y la impotencia corrían por mis mejillas.

- Hazte a un lado- dijo Jake cuando volvió junto a mi con una pala en sus manos.


Miré mi reloj, eran las 6 con 15, el sol saldría en cualquier momento, si es que no había salido ya. Jake le dio un golpe brutal a la antigua y oxidada cerradura logrando trisarla. Otro golpe, casi lo lograba, los latidos de mi corazón iban mucho más rápidos que los segundos del reloj pero aun así sentía que el tiempo volaba. El último golpe logró romperla por completo.

Abrió la puerta y yo me lancé al piso, tomé a Edward por los brazos para arrastrarlo fuera de ese lugar infernal, pero era demasiado pesado para mí, Jake lo tomó y lo arrastró hacia el pasillo justo cuando los rayos del sol iluminaban la pared oeste del pozo. Le quité rápidamente todas las cadenas de ajos que lo envolvían y las aparté.


-Vuelve a mí por favor cariño, Edward, Edward por favor- sollocé mientras apoyaba su cabeza en mis piernas y le daba palmadas en su rostro para hacerlo reaccionar.

- Quizás ya fue demasiado tarde- dijo Jake rodeándome con sus brazos.

- ¡No!- Dije con más lagrimas y siguiendo con mi labor.


Y entonces, como si me hubieran devuelto el alma, vi a Edward abrir los ojos, se veía tan desorientado como lo había estado yo luego del golpe en la cabeza. Pero en menos de un segundo vi la comprensión en sus ojos, mi miró a mí, luego a Jake y finalmente al lugar donde estaba, entonces desde el piso en donde estaba recostado lanzó una patada a la puerta para cerrarla, bloqueando los rayos de sol que empezaban a invadir el lugar y estaban a punto a tocar su pie.


- Edward gracias al cielo- dije abalanzándome sobre él y empapando su cara con mis lágrimas.

- No llores más mi dulce y valiente Bella, ya estoy bien gracias a ti- dijo besando mis rostro y Jacob tosió incomodo- Bueno y obviamente también gracias a ti Jacob, eres la persona más honorable que he conocido en mis cien años, no es que yo sea una persona muy sociable pero…

- Capté el punto- dijo Jake.

- Gracias hermano- dijo Edward dándole la mano y luego abrazándolo, cosa que Jacob recibió algo incomodo.


De pronto el lugar se llenó de personas.


- Uf eso estuvo cerca – dijo Emmett apagando una pequeña llama que ardía en su hombro- ¡Edward!- gritó junto al resto de los Cullen satisfechos al verlo a salvo.

- ¿Que pasó con Sam?- pregunté.

- Lo dejamos gritando solo en la casucha y nos escondimos en la trampilla cuando el sol salió- dijo Jasper.

- ¿Pero no vendrá aquí ahora? - pregunté.

- Mmm no lo creo - dijo Alice con una sonrisa traviesa.

- Jamás se atrevería a entrar en un lugar donde hay tantos vampiros- dijo Rosalie con suficiencia.

- Además, lo último que escuchamos fue a su esposa llegando a buscarlo furiosa porque había pasado toda la noche afuera por los “vampiros”- dijo Emmett riendo.

- La pregunta es cómo saldremos de aquí ahora, afuera está soleado, como nunca en Forks- dijo Carlisle.

- Bueno, tenemos una pala…- dijo Emmett mirando la que estaba junto a Jacob.


Entre todos removimos los bloques de adobe de la pared y los vampiros se pusieron a cavar, todos menos Edward que aun estaba débil y no se apartó de mi lado ni un minuto, simplemente me abrazó y besó mi frente mientras yo descansaba en sus brazos.

Luego de que todos entraran en el improvisado túnel en construcción, Jake y yo pusimos los bloques nuevamente en su lugar y nos tiramos al piso a recuperar el aliento.


- Fue una larga noche- dijo Jake.

- Será mejor que volvamos, Charlie debe estar como loco.

- Si, mi papá también.


Subimos las escaleras y nos encontramos cara a cara con Sam y su esposa Emily que discutían a gritos, ambos se sorprendieron al vernos salir.


- Te juro que el sótano está lleno de vampiros se ocultaron allí por el sol.

- Sam son solo un par de muchachos y él es el hijo del señor Black que juraste que habían matado.

- Pero si yo escuché como lo mordían.

- Lo siento señora Uley- dijo Jake- nos escondimos aquí por que su marido estaba como loco lanzando estacas por doquier.

- Sam esto fue demasiado lejos- dijo Emily mirándolo severamente.

- Pero si tú me dijiste que te estaban persiguiendo los vampiros- dijo Sam mirando a Jake.

- Yo sólo le dije que no me persiguiera como si yo fuera un vampiro- dijo Jake poniendo cara de inocente.

- Eso no es cierto- dijo Sam y pude sentir lastima por el pobre hombre- Y ella estaba con uno de los vampiros también-agregó apuntándome.

- ¡Basta ya Sam! Lo siento chicos, deberían irse- dijo ella mirándonos con expresión de disculpa en el rostro.


Jacob y yo corrimos hacia la entrada principal del cementerio, un cementerio que ocultaba más de un secreto, un cementerio bajo el cual un clan de siete vampiros avanzaba por túneles subterráneos esperando la caída de la noche para volver a salir. Algo que yo misma esperaba con ansias.



Bueno mis queridas lectoras, ese fue el capitulo final de el visitante nocturno, luego les dejo el epílogo creo que que será más cortito. Espero que lo hayan disfrutado! ^^

4 comentarios:

  1. :´( terminó... me agrado ^^ y me meaba de la risa con sam pero en un momento me la sufri, me acrde mucho de entrevista con un vampiro jiji <3 espero pronto el epilogo ji

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  2. hooooo que pena ya termino me encanto la historia yespero el epilogo con impaciencia, espero que subas otra buena historia besos

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  3. ¿Qué? ¿Edward? Mi Edward tan fuerte, imaginármelo tan indefenso e inconsciente... No, imposible. No puedo. Quizá podría si fuera una situación que involucrara vulturis, o algo parecido... Pero no logro imaginar a edward indefenso por unos simples, vulgares e inofensivos ajos. se me hace un tanto ridículo que alguien como Edward sea vencido por algo así, digo, sin ofender ni nada por el estilo. Este capítulo fue muy real, pude imaginar sobre todo los gritos de Bella y la desesperación... Oye, ¿Por qué todos los Cullen se fueron a asustar a Sam?¿No pudieron quedarse todos menos uno que fuera a destrozar la puerta? digo, si, ya sé que ninguno se imaginaba que hubiera una puerta cerrada, pero yo lo hubiera hecho, solo por si las dudas. Bueno, fantástico tu fic... aunque definitivamente mi favorito sigue siendo "Caminos separados". Love it. Este se me hizo un poco menos dramático y no me comí tanto las uñas como con el otro. Si hay algo que me gusta mucho en una historia, es la tensión y la pasión... Claro, al estilo twilight, no como las mugrosas taranovelas baratas que pasan en la tele. Este fic se me hizo maravilloso y también lo adoré... Pero el de caminos separados fue totalmente ÉPICO. Sensacional. es mi fic favorito. Oye, lo de los doritos de ajo, ja, que original. Felicidades, lunita. Your´e amazing writer :) Ojalá y publiques otro fic.

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