miércoles, 1 de febrero de 2012

El visitante nocturno Cap 19

Capítulo 19

El otro visitante


- Edward ¿Puedes explicarme a qué se referían cuando dijeron que yo no estaba marcada?- pregunté cuando llegamos a mi casa, luego de poner los cerrojos de todas las puertas y ventanas.

- Bueno, ¿recuerdas cuando me preguntaste si no era posible que ellos simplemente se estuvieran alimentando de toda esta gente para luego seguir su viaje o algo así?

- Si, me dijiste que así no era como funcionaba.

- Exactamente.

- ¿Entonces como es que funciona?

- Bella, los vampiros no muerden a diferentes personas día tras día. Normalmente un vampiro escoge a una victima y la marca, es decir que la muerde. Debe ser alguien cuya sangre realmente le apetezca, ya que bebe únicamente de ella hasta que esa persona muere, y entonces busca a alguien más de quién beber- explicó.

- ¿Y no se transforman todo ellos en vampiros al morir?

- No. Para que alguien se convierta en vampiro no basta con que beban toda tu sangre, un vampiro debe darte a beber de su sangre antes de morir para que te transformes en uno, luego de ser enterrado.

- ¿Y entonces por qué ellos han mordido a todas estas personas sin esperar a beber toda la sangre de ninguno de ellos?

- Es que hay otra cosa que es bastante compleja. Cuando un vampiro marca a una persona, nadie más puede beber de ella, es como si fuera de su propiedad. Basándose en esto, algunos vampiros tratan de adueñarse de pueblos o ciudades enteras por pura ambición, es entonces cuando empiezan a morder a diestra y siniestra, asegurándose así de que ningún otro vampiro pueda alimentarse en su territorio.


Yo me llevé las manos a la boca por la impresión, al comprender las palabras que el vampiro había dicho fuera del mausoleo de los Cullen “Será mejor que la marques si quieres conservarla, no vaya a ser que otro vampiro se te adelante, sería algo lamentable”


- ¿Entonces él va a venir por mi?

- James se ha obsesionado contigo porque sabe que estás con nosotros pero es conciente de que nadie te ha marcado como suya.

- Entonces muérdeme, ¿que esperas? – dije alterada.

- Bella no sabes lo que dices- contestó tomando mis manos.

- Claro que lo sé, si no me muerdes él va a buscarme, si me muerdes no podrá hacerme nada.

- Aun podría matarte- dijo como obligándose a pronunciar cada palabra.

- ¿Y prefieres que me marque como suya?

- Bella, jamás dejaré que eso pase- contestó con determinación.

- Dijiste que no bebías sangre humana exceptuando casos específicos. Bueno, creo que este es un caso especial.

- Bella, una vez que pruebe tu sangre estaré ligado a ella tanto como dure tu vida.

- ¿Y es eso algo tan terrible?

- Es que no lo entiendes, estaré prácticamente obligado a beber de ella hasta acabar con tu vida, no sabes como es la dependencia entre vampiros y la sangre humana.


Yo me quedé en silencio meditando sus palabras. Si alguien iba a morderme y a tenerme como su posesión hasta que mi sangre derramara su última gota, definitivamente prefería que fuera Edward antes que James. Pero si existía la mínima opción de seguir con mi sangre intacta la tomaría a como diera lugar, el problema era saber si tendría esa opción o no.


Edward acarició mi mejilla tratando de calmarme, y luego me rodeó con sus brazos, pero por primera vez no me sentí tan segura. Sentía que estaba siendo observada desde algún punto fuera de la casa, eso tres vampiros debían estar esperando el más mínimo descuido de parte de mi protector para venir a buscarme. Edward me llevó de la mano hasta la habitación y prácticamente tuvo que meterme en la cama él ya que yo tenía la mente en otro lugar y no reaccionaba como una persona normal.


- Tranquila Bella, nada pasará, no mientras yo esté a tu lado- susurró acunándome entre sus brazos.


Y eso era precisamente lo que me preocupaba, los momentos en los que Edward no estuviera conmigo, era conciente de que los vampiros no podían salir a la luz del sol, pero me sentiría completamente vulnerable cuando se hiciera de día y Edward ya no estuviera a mi lado. Y por otra parte, me daba terror que Edward, por quedarse más tiempo conmigo, no alcanzara a llegar a su mausoleo y la luz del día acabara con él.


Y justo como lo temía, al despertar a la mañana siguiente la soledad de mi habitación me abrumó como nunca antes, me envolví completamente en el edredón sintiendo un vacío espantoso en mi pecho. Me levanté y di un vistazo bajo la cama, dentro del closet y por la ventana, temerosa de encontrar algún vampiro escondido. Vi el auto de Charlie estacionado en la entrada y corrí hasta su habitación para asegurarme de que estuviera bien.


- Bella, ya estas en pie- dijo Charlie mientras se amarraba los cordones de sus botas- iba a despertarte justo ahora.

- Si, me desperté temprano.

- Pues vístete para que vayamos donde los Black. A menos que tengas otros planes con Edward, eso estaría bien- dijo sonriendo, aunque se notaba que no le agradaría mucho la idea de que yo empezara a faltar al tradicional almuerzo donde los Black.

- No, no tengo planes- dije negando con la cabeza.

- Bien, te espero en el auto entonces- dije revolviendo mi cabello al pasar a mi lado para bajar por la escalera hasta la primera planta.


Mientras me vestía encontré en mi velador una nota en la que reconocí la caligrafía de Edward “Volveré apenas se esconda el sol. Con amor, Edward”


- Jacob- dije distraídamente mientras almorzábamos en La Push- ¿A ti no te ha picado algún insecto últimamente?

- ¿Cómo dices, un insecto?- dijo riendo- No que yo sepa, ¿Por qué?- preguntó divertido.

- Nada importante, es sólo que algunas compañeras tienen unas marcas horribles por un insecto, y quería saber si el insecto anda por estos lados también- expliqué tratando de que no sonara demasiado ridículo.

- Pues por lo que yo sé, esta zona está libre de zancudos mutantes u otro tipo de insectos alienígenas- contestó dramáticamente y yo puse los ojos en blanco.

-Bien, mantenme informada- dije siguiéndole el juego.

- Aunque ahora que lo mencionas, quizás a eso se refería Sam cuando pasó gritando por el pueblo que los vampiros estaban atacando- dijo meditando.

- ¿Dijo eso?- pregunté tratando de hacerme la desinteresada.

- Si, fue bastante patético si quieres mi opinión…pobre hombre- dijo riendo y luego me miró- Bella, mírame.

- ¿Qué?

- ¿No estarás de nuevo con el tema de los vampiros verdad? – preguntó, pero esta vez no estaba riendo.

- ¿Que yo qué? No claro que no ¿De qué hablas?- dije mirando de reojo a mi padre, para asegurarme de que no hubiera escuchado nada, pero él estaba enfrascado una conversación con Billy.

- ¿Y por qué te pones tan nerviosa?- preguntó alzando una ceja.

- No estoy de ninguna forma- dije incomoda, Jacob me conocía demasiado bien

- Como sigas actuando así voy a pensar que Sam te lavó el cerebro- dijo volviendo a bromear.

- Jacob, yo no hablo con Sam – dije categóricamente- Y no estoy actuando de ninguna forma ¿ok?

- Muy bien, como tú digas- dijo volviendo a concentrarse en su plato, al parecer esta vez dejaría pasar el tema.


Tuve que insistir varias veces para que nos marcháramos temprano alegando que estaba cansadísima, a pesar de las quejas de Jacob, Billy y Charlie, pero no quería que la puesta de sol nos pillara a mitad de camino a casa. Finalmente Jacob se ofreció a traerme para que Charlie pudiera terminar de ver el partido con Billy en el plasma y accedí únicamente porque intuía que estaría más protegido allí que en casa, teniendo en cuenta que los vampiros me querían a mí.


- ¿Bella seguro que no te importa quedarte sola? Podría hacerte compañía- dijo Jake una vez que aparcó frente a la entrada de mi casa.

- No te preocupes Jake, tu vuelve a tu casa- dije mirando por la ventanilla como el sol comenzaba a hundirse en el horizonte- Yo estaré bien.


Esperé en la sala espiando por la ventana a que el sol se escondiera por completo, las sombras se alargaban conforme la luz se iba extinguiendo, hasta que las sombras lo fueron todo. Comencé a pasearme nerviosa de un lado para otro esperando la llegada de Edward, mientras con cada segundo que pasaba el día se hacía noche. Hasta que finalmente sentí el ruido de la ventana de mi habitación y me calmé un poco. Corrí escaleras arriba, abrí la puerta de mi cuarto y lo encontré parado en medio de mi habitación en penumbras, su silueta se recortaba contra la luz de la luna al igual que la primera noche que lo había visto. Pero aquella vez, su cabello se veía mucho más alborotado, y me había parecido ligeramente más alto que ahora.

Pero algo sí era exactamente igual ahora que aquella vez, la adrenalina que había recorrido mi cuerpo en cuestión de segundos al momento de abrir mi puerta, esa sutil alarma fisiológica que me alertaba del peligro. Me quedé allí paralizada consiente de que algo no andaba bien. Y entonces lo escuché hablar.


- Edward estará muy frustrado cuando intente salir de su adorable morada y se de cuenta que he bloqueado su puerta- dijo la voz de James y yo ahogué un grito- Creo que esta noche seremos sólo tu y yo.


Traté de correr pero mis piernas estaban pegadas al piso y no respondían a mis órdenes. Lo vi acercarse a mí lentamente confiado de que yo no tenía escapatoria.


- No, por favor- pude articular.

- Tranquila, no voy a morderte ahora. No será tan rápido como con las demás personas del pueblo, ya que por primera vez tengo una real competencia. Esto se ha vuelto un juego bastante interesante, no quiero que acabe tan pronto.


Me tomó en brazos mientras yo pensaba que esto era el final, tal vez me mordería o tal vez me mataría sólo para molestar a Edward por no haberlo dejado tenerme desde un principio. Si tan sólo Edward hubiera accedido a morderme, tal vez James habría desistido. Aunque no parecía ser el tipo de persona que acepta la derrota.


Traté de soltarme de sus brazos pero él era demasiado fuerte y no me trataba con la delicadeza con la que lo hacía Edward. Pensé en Edward, en que posiblemente no lo volvería a ver, o quizás una vez que James me mordiera no volvería a sentirme de la misma forma con él, tal vez ya no lo querría, tal vez querría a James. Sentí arcadas ante esta perspectiva.


James se lanzó por mi ventana sin cuidado alguno y yo le enterré las uñas instintivamente por el terror que me invadió logrando que él aflojara el agarré por la impresión. Entonces tomé esa oportunidad para pegarle una patada con toda la fuerza que tenía cuando tocamos el piso. James me soltó abruptamente dejándome caer al pasto de mi antejardín. Traté de ponerme de pie y entonces vi frente a la entrada de mi casa el auto de Jacob y a él caminando distraídamente hacia mi puerta con un paquete de doritos en la mano, completamente ajeno a todo lo que estaba sucediendo. Probablemente se había arrepentido de haberme dejado sola y venía a hacerme compañía en contra de mi voluntad. Me quedé paralizada un segundo, que fue lo que tardó James en volverme a agarrar.

Justo en ese segundo, Jacob miró en mi dirección encontrándome atrapada por un extraño hombre de aspecto espeluznante y amenazador. El terror se reflejo en sus ojos por la situación en la que me encontraba sin encontrarle explicación a los acontecimientos.


- ¡Jake corre! - alcancé a gritar a todo pulmón antes de que James me tapara la boca.

- Victoria, encárgate del muchacho- dijo James en dirección al bosque frente a mi casa.


La vi aparecer entre los árboles con sus andares de superioridad y supe que no había escapatoria, ella acabaría con Jacob y James me llevaría con él sin que nadie pudiera detenerlo. James comenzó a correr lejos del lugar y lo último que pude ver a mi espalda fue a Victoria rodeando a Jacob lentamente viéndolo con ojos desafiantes.

3 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOO JAKE JAKE!!!! <3 porfa q no se lo coma vicki malvada!!!! D: SUBE AHORA ME TIENES EL ALMA EN UN HILO!! aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!

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  2. ¡¡Oh, Dios!!¡Jake! ¿Que van a hacer? James sepa dios qué le hará a Bella, Edward no está ahí para salvarla, que mal que Jacob no sea Hombre lobo... O... ¿Será que?... :D yo espero que sí, o si no todo está perdido.

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    1. Con eso me refería a que Jacob se convirtiera en lobo :P

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