miércoles, 28 de diciembre de 2011

El visitante nocturno Cap 15

Capitulo 15

Los hermanos Hale


Miré alrededor buscando alguna respuesta a sus tensas expresiones, pero nadie me explicó nada. Sin embargo, tenía claro que no era nada bueno, eso se sentía en el ambiente, no había que ser súper sensorial para darse cuenta.


- Edward, será mejor que te lleves a Bella- dijo Carlisle con tono aprensivo.

- Ya están adentro, no puede salir sin toparse con ellos- dijo Esme mirando la escalera por la que ya se oían los pasos.

- Que se esconda en tu féretro- dijo Emmett. Y creí que estaba bromeando nuevamente, pero al parecer no era así esta vez.


Edward me miró con culpabilidad, me tomó en brazos y me llevó rápidamente por el pasillo sin darme tiempo de hacer preguntas. Al final del corredor había una sala más amplia, con siete ataúdes puestos uno al lado del otro. Edward abrió rápidamente el último de estos y tomándome en brazos me metió en él.


- Bella, quédate aquí en silencio, me desharé de ellos como pueda y volveré a buscarte. No te asustes, todo saldrá bien- dijo antes de cerrar la tapa sobre mi.


La oscuridad me envolvió y el miedo también. Jamás habría imaginado esta situación, si había algo peor que visitar los padres de tu novio vampiro en un cementerio, eso era terminar encerrada en un ataúd tratando de esconderse de otro par de sanguinarios vampiros.

Traté de mantenerme en silencio, pero mi respiración estaba increíblemente acelerada por el miedo. No veía nada a mí alrededor y comencé a sentir una creciente claustrofobia. El ataúd olía a humedad, el acolchado de las paredes estaba ligeramente apolillado y el aire se sentía viciado. Sentí los ojos humedecidos por el miedo y mi barbilla comenzó a temblar cuando escuché sus voces.


- Pero si no es mi adorable Rosalie, la más despiadada de todas- saludó cariñosamente Emmett a su novia.

- No hay nadie más despiadada que yo - contestó una suave pero tétrica voz de mujer, seguido de una risa infernal y un estruendoso beso. Se me puso la piel de gallina.

- Cariño, volviste antes- oí decir a Alice con su dulce voz.

- No había nada muy interesante de lo que alimentarse- dijo la voz de un hombre.

- Tal vez deberían darse otra vuelta- dijo Esme.

- Nosotros cenamos perfectamente- comentó Carlisle.

- Tal vez sea por el frío, pero todos parecen haberse escondido- dijo la mujer arrastrando las palabras.

- ¿Y ustedes qué hacían mientras no estábamos?- dijo el hombre que parecía ser Jasper el terrible.

- ¿Nosotros? - dijo Emmett- Nada, absolutamente nada, de hecho el aburrimiento me estaba matando.

- ¿Que tal si jugamos algo?- dijo Alice- Tal vez una partida de ajedrez.

- Tal vez Rose y Jasper quieren ir a darse otra vuelta, en vez de quedarse aquí toda la noche jugando ajedrez- dijo Edward- ¿no crees Alice?

- Tienes razón, no sé en qué estaba pensando- contestó ella captando la indirecta.

- La verdad es que estoy muriendo de sed- dijo la mujer llamada Rosalie.

- Lo ves- dijo Edward.


Traté de pensar positivo cuando escuché que se irían nuevamente, no aguantaba ni un minuto más en ese ataúd. Pero para mi desgracia, nunca he sido alguien con mucha suerte.


- Espera un momento- dijo el novio de Alice poniéndome alerta de inmediato, traté de escuchar lo mejor posible a través del ataúd de madera.

- ¿Que sucede?- preguntó Carlisle tratando de parecer casual, pero la preocupación tiño sus palabras.

- ¿No huelen eso?- respondió el otro vampiro lentamente. En ese segundo dejé de respirar.

- ¿Oler? Yo no huelo nada- dijo Emmett olfateando ruidosamente- ¿Tu hueles algo Edward?

- ¡Pff! Claro que no ¿Qué podría oler aquí además de nuestros parientes?- dijo él notablemente nervioso.

- Sangre… - contestó la mujer llamada Rosalie.

- Sangre increíblemente dulce- agregó Jasper.

- Cariño, no es por ofender tus habilidades olfatorias- dijo Alice- pero estás muerto de hambre, tal vez te lo estás imaginando.

- Yo no me estoy imaginando nada- dijo Jasper ofendido.

- Y yo tampoco- concordó Rosalie con determinación- Y viene de por aquí- agregó mientras caminaba por el pasillo en mi dirección.

- ¡Noo!- dijo Edward alterado- Probablemente fue alguien que pasó por afuera del cementerio, quizás fue Sam.

- Por favor, Sam no huele así- dijo Rosalie soltando una carcajada.

- Es cierto, él huele a jabón y a abuelito- dijo Jasper.

- Si, el aroma que hay aquí es completamente diferente- dijo Rosalie.

- Y completamente delicioso- prosiguió Jasper.

- Y completamente de afuera- dijo Edward- No es posible que él olor venga de aquí, sean razonables.

- Es probable que tengas razón- aceptó Jasper.

- Que tal si vamos todos a ver- dijo Alice con su usual tono entusiasta.

- De acuerdo, vamos todos- dijo Emmett.

- ¿Vienes Edward?- preguntó Jasper.

- No, vayan ustedes- contestó distraídamente- la verdad es que me alimenté temprano y creo que me iré a dormir.

- Pero es muy temprano- protestó Rosalie.

- …una siesta- se corrigió Edward.

- Está bien, allá tú- respondió ella.

- Pero antes de irnos esperemos que Edward se vaya a acostar- dijo Emmett divertido.

- Mmm claro, no hay problema Emmett…- dijo Edward incomodo y escuché sus pasos dirigirse hacia mi.


Entonces sentí la puerta del ataúd abrirse apenas y Edward entró tratando de no revelar mi presencia en él. Se puso un dedo en los labios para indicarme que debía seguir en silencio y cerró la tapa detrás de si. Quedamos completamente apretados allí adentro, nuestras caras estaban apenas a centímetros de distancia y nuestros cuerpos estaban aplastados uno sobre el otro tratando de ocupar todo el espacio disponible. Y a pesar de que aun tiritaba del miedo, debía admitir que tener a Edward conmigo en aquel espacio tan reducido mejoraba considerablemente el panorama, al menos me sentía protegida.

Fuera, en el pasillo aun se oían las voces del resto de los vampiros preparándose para salir, Alice decidió que debía cambiar su atuendo antes de dejar el mausoleo y Emmett lanzaba comentarios poco disimulados sobre la gran siesta que Edward debía estar teniendo en este momento.


- Recuerden no quedarse hasta muy tarde afuera- escuché decir a Esme.

- Descuida mamá, volveremos antes de las luces del alba- la calmó Alice.

- Y no molesten al cuidador- dijo el señor Cullen.

- No lo molestaremos…mucho- dijo Emmett.

- Hablo en serio Emmett- dijo el padre de Edward.

- Descuide, yo controlaré a Emmett- dijo Rosalie.

- Gracias Rosie- dijo Esme.

- Dulces sueños Edward- gritó Alice.

- Si, Edward. Y si te falta espacio para tu “siesta” puedes usar mi ataúd- agregó Emmett.

- ¿De qué hablas?- preguntó Rosalie.

- Nada amor- contestó- Es sólo que Edward se mueve mucho al dormir.

- No pierdan más tiempo- dijo Carlisle- váyanse ya.


Y al fin sentí el glorioso sonido de los pasos de seis vampiros en dirección al primer piso y el chirriante crujido de la reja de metal al cerrarse al mismo tiempo que una oleada de alivio me invadía el cuerpo.


- Bella lo siento tanto- dijo Edward en un susurro.

- Por suerte ya se han ido- dije yo algo más calmada.

- Ven aquí -dijo él acunándome en sus brazos, lo que no era muy sencillo por el estrecho espacio- todo está bien ahora.

Apoyé mi cara en su cuello mientras me dejaba calmar por su voz. Él besó mi pelo y acarició mis brazos. Levanté la cara para mirarlo a los ojos, pero apenas podía distinguirlo en la oscuridad. Lo que si distinguí fueron sus labios cuando los apretó contra los míos.

- ¿Podrás perdonarme?- preguntó con angustia en la voz.

- No fue culpa tuya que llegaran tus sicóticos cuñados.


Sentí que la puerta del ataúd volvía a abrirse y la tenue luz me dejó ciega por un par de segundos. Me apreté más a Edward, asustada de que fuese Rosalie o Jasper al darse cuenta que afuera no había nadie. Pero al mirar sobre su hombro me encontré con la intrigantemente amable cara de la señora Cullen.


- Querida, los hermanos Hale ya se han ido del cementerio, no hay moros en la costa.

- Gracias al cielo- dije tratando de ponerme de pie.

- Pobrecilla- dijo Carlisle- debes haber estado muerta de miedo- por favor acepta nuestras sinceras disculpas.

- No se preocupen, estoy bien- dije más por cortesía que por sinceridad.

- Sólo espero que no tomes una imagen equivocada de ellos- dijo Esme- No son malas personas, es sólo que no tiene tanto control como nosotros.

- Ven - dijo Edward ayudándome a ponerme de pie- te llevaré a casa.


Me despedí rápidamente de los padres de Edward, pero no me comprometí a venir a visitarlos otra vez, la verdad era que eso estaba completamente fuera de mis planes.


Una vez en mi casa la ligera calma, que me había tranquilizado momentáneamente, se esfumó por completo. En algún lugar allá afuera andaban sueltos cuatro vampiros sedientos de sangre, buscando a alguien a quien morder. Imaginaba la ventana abriéndose en mitad de la noche y a un vampiro atacándome mientras dormía. Todos estos pensamientos lograron traer de vuelta los temblores a mi cuerpo, y Edward lo advirtió de inmediato ya que me tenía abrazada.


- Bella, jamás debí haberte llevado al mausoleo, fue la peor idea de todas las que he tenido en los últimos cien años- decía carcomido por la culpabilidad.

- No fue tu culpa- logré decir tratando de apaciguar su severa autocrítica.

- No debería haber puesto en riesgo tu vida asumiendo que ellos estarían alimentándose, fui un estúpido- se recriminó.

- Pero no tenías cómo saber que volverían antes de lo esperado- traté de justificarlo, me sentía terrible por su culpabilidad pero no podía ocultar el miedo que sentía y él lo notaba.

- Debería haber tomado en cuenta la opción- dijo completamente mortificado.

- Solo espero que la cena de mañana con mi padre sea menos catastrófica- dije como broma tratando de distraerlo.

- Eso sólo sería posible si tu tío fuera Sam Uley y tu padre cocinara un cargamento de ajos- contesto más relajado.

- La que cocina en esta casa soy yo, y de cualquier forma no estarás obligado a comer, podemos inventar una excusa. En cuento a Sam, papá jamás lo dejaría entrar a la casa así que no debes preocuparte por él- dije sonriendo.

- Entonces no correré ningún peligro.

- Edward… ¿Crees que ellos estén por allí afuera aun?- pregunté luego de un momento en silencio y sin poder disimular el terror en mi voz.

- Tranquila Bella, ellos no se acercarán a tu casa- contestó con convicción.

- ¿Cómo puedes saberlo? Ellos ni siquiera saben que yo soy…Que nosotros…Ellos no saben de mi- dije incapaz de utilizar la palabra “novia” en voz alta, ya que en estricto rigor, él no me había pedido ser su novia oficialmente.

- Pero ellos nunca vienen a este lado del pueblo- aseguró.

- ¿Estás seguro?- insistí preocupada.

- Bella, me quedaré contigo toda la noche para que no tengas miedo, no dejaré que nada te asuste, velaré tus sueños hasta el amanecer de ser necesario- dijo mirándome fijamente a los ojos y luego besó mi frente.


Me metí bajo las mantas de mi cama y Edward se acostó junto a mí, me abrazó por la espalda con sus fuertes brazos. Y mientras tarareaba una canción para mi, iba dejando suaves besos por mi cuello y mis hombros. Pero ahora yo estaba mucho más conciente que la ultima vez que había dormido junto a él, y al parecer mi cuerpo también, al menos mil mariposas revolotearon en mi estomago cuando sus labios rozaron mi piel. Era imposible tratar de dormir, así que me giré quedando de cara él y lo besé con toda la intensidad que me fue posible.

4 comentarios:

  1. q manera d ereirme con este capitulo, ya sabes q es mas q nada x las estupideces q invento segun tus dialogos, es mi pasatiempo favorito despues de leer tus fics, pero aparte, me encanto :D ya kiero saber mas sobre los cullens...

    ResponderEliminar
  2. pasate x mi nuevo blog 1313 :D AUN SE ESTA PULIENDO PERO ESPERO QUE QUEDE MUY LINDO!! ♥

    ResponderEliminar
  3. Vale, si me quiero enterar de algo, leere desde el principio, xD! Me has enganchado a este fic, he estado leyendo tooooooooooooooooooooooooooooda la tarde, xD! No tengo remedio...
    Un beso, feliz año!

    ResponderEliminar
  4. Ay, que macabro capítulo. Rosalie y Jasper me dan menos miedo que quedarme encerrada en un ataúd!! ¡Que mórbido! Pero bueno, genial el capítulo. Ya quiero leer el siguiente...

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...