martes, 8 de noviembre de 2011

El visitante nocturno Cap 9

Capítulo 9

Citas y contratiempos


Aquella semana había sido de lo más desagradable, no podía sacar de mi cabeza la expresión en el rostro de Edward, y repasaba una y otra vez los sucesos tratando de entender qué le lo había llevado a ponerse así. Tal vez había sido mi confesión de amor lo que le había molestado, esa idea me desanimaba aun más. Debía preguntárselo antes de que mi cabeza explotara por las dudas.

Por si fuera poco, Jessica nos tenía vueltas locas a Ángela y a mí con las cosas sobre su fiesta, que era el único tema de conversación. Jamás había deseado tanto que fuera viernes, y como suele suceder, la semana se hacia cada vez más larga.


Finalmente el ansiado día llegó. Corrí hasta mi habitación para dejar mi mochila y bajé a preparar la cena. El pescado estaba en el horno, y yo me tomé un buen tiempo salteando papas para que se me pasara la hora rápidamente. Puse los planos en la mesa justo cuando escuché golpes en la puerta de entrada. Pensé que Charlie había olvidado sus llaves, pero cuando abrí la puerta me encontré a mi padre llevado por su compañero de trabajo Wylon.


- ¿Charlie que pasó?- pregunté algo alarmada.

- Tranquila Bella- dijo Wylon- sólo se torció el tobillo.

- ¿Cómo?

- Está todo nevado, él hielo no ayuda mucho a los descoordinados- dijo Charlie, al menos seguía bromeando.

- ¿Pero estás bien?- insistí yo haciéndome aun lado para que pasaran.

- Estoy perfectamente, sólo que no puedo caminar- dijo él.

- Eso no suena a “perfectamente”, ¿Ya fuiste al hospital? ¿Te tomaron radiografías?

- Bella, no es nada- insistió Charlie- sólo es una torcedura de tobillo común y corriente. No puedo apoyar el pie derecho, pero con unas muletas estaré perfectamente.

- Adiós, Bella- dijo Wylon una vez que Charlie estuvo sentado en el sillón de la sala – Charlie, si el lunes aun no puedes caminar sólo haces una llamada al cuartel.

- De acuerdo, gracias Wylon, pero creo que con un poco de reposo estaré bien- respondió Charlie y yo me di cuenta de algo.

- Entonces, ¿no iras a jugar poker?- pregunté cuando estuvimos solos.

- No lo creo Bella, difícilmente puedo caminar, mucho menos manejar hasta La Push.

- Pero tal vez, si te pones hielo un momento se te pase- dije yo esperanzada.

- Puede ser, después de todo sólo fue una pequeña torcedura- dijo él de forma optimista.


Puse la cena de Charlie en una bandeja para llevársela a la sala junto a una bolsa de hielo, pero contrario a lo que él había dicho, su tobillo estaba muy hinchado y de un color casi morado. No había opción de que Charlie saliera de casa aquella noche y yo no tenía como avisar a Edward que no estaría sola. La hora pasaba y en cualquier momento se presentaría un vampiro en mi habitación y yo aun no inventaba alguna excusa para justificarlo.


- Bella por qué no me traes las muletas que hay en el armario bajo las escaleras para subir a mi habitación.

- ¿A tu habitación? ¿Pero no estarás mejor aquí abajo? Me refiero a que si quieres comer o beber algo estarás más cerca de la cocina- argumenté yo.

- Luego de esta cena no creo que coma en semanas- dijo frotándose la barriga- de verdad te luciste- dijo guiñándome un ojo y apuntándome con la mano como si fuera una pistola.

- Pero si hubiera un incendio tendrías que bajar las escaleras a toda prisa, o si entrara un ladrón…- empecé a balbucear.

- Bella, si entrara un ladrón me gustaría estar lo más cerca tuyo posible, y eso es en mi habitación ¿no crees?- dijo riendo por mi actitud.

- Si, supongo que tienes razón- dije resignada y fui a buscar las muletas.


Lo ayudé a subir las escaleras y a recostarse en su cama. Luego fui hasta mi habitación y me quedé esperando hasta que, un par de minutos después, lo vi aparecer fue a de mi ventana junto a su hermana.


- Hola Bella- dijo Alice abrazándome.

- ¡Shhh!- dije yo haciendo gestos con mis manos- Charlie está aquí al lado, se torció el tobillo y no pudo salir- susurré.

- ¡Oh!- dijo ella al comprender.

- ¿Está bien tu padre?- preguntó Edward con la preocupación marcada en su hermoso rostro.

- Si, sólo le cuesta caminar un poco- contesté.

- En ese caso sólo te dejaré el vestido y volveré en otra ocasión- dijo Alice pasándome una antigua caja floreada con una gran cinta azul envolviéndola.

- Gracias Alice- dije abrazándola.

- Si quieres mañana puedo venir a ayudarte- dijo sonriéndome.

- Eso sería maravilloso- dije yo.

- Nos vemos entonces- dijo encaramándose en la ventana.

- ¿También tu te iras?- pregunté a Edward como quién no quiere la cosa.

- A menos que tú quieras que me quede, no quiero causarte problemas- respondió él, y sus ojos brillaban como si anhelara que le pidiera quedarse, pero podía estar fantaseando perfectamente.

- Los dejo entonces, Jasper debe estar preguntándose dónde estoy. Además, Edward sabe cómo pasar desapercibido, después de todo, lleva meses visitándote sin que lo supieras- dijo Alice con una risita antes de lanzarse al patio delantero con un elegante salto.

- De verdad Bella, si esto te puede ocasionar algún inconveniente, puedo marcharme- dijo Edward inseguro.

- ¡No! no creo que Charlie se de cuenta, si tenemos cuidado- dije yo y él sonrió llenándome de felicidad.

- Traje tu libro- dijo sacando “Drácula” de su capa.

- Vaya lo había olvidado- dije tomándolo.

- Es que esta vez también Emmett quiso leerlo- se justificó.

- No lo culpo, yo amo ese libro- dije mientras lo ponía de vuelta en el estante. Entonces recordé mi comentario en nuestro último encuentro y su extraña reacción.

- Edward…- dije y dude si seguir preguntando o no.

- ¿Si Bella?

- La ultima vez que nos vimos, ¿dije algo que te molestara?- pregunté aun sin darme vuelta.

- No, para nada, ¿por qué me lo preguntas?- preguntó él suavemente.

- Parecías algo molesto- dije vagamente.

- Jamás podría molestarme contigo- respondió y me animé a verlo a la cara, me estaba sonriendo- Pero la verdad es que estaba un poco intrigado por algo.

- ¿Por qué cosa?- pregunté.

- No tienes que responderme si no lo deseas o si crees que he sido impertinente- dijo él.

- Sólo pregúntame.

- Bueno, tú dijiste que tal vez estabas enamorada-dijo tanteando el terreno- y yo me preguntaba si quizás estabas enamorada de…

- Si…- lo animé a seguir.

- De Jacob- terminó él tomándome por sorpresa.

- ¿De Jacob?- dije mucho más fuerte de lo que pretendía.

- Shh- dijo él poniendo un dedo sobre mis labios para hacerme callar.


Pero no tuve tiempo de responder de cualquier modo, ya que al otro lado de la puerta se escucharon las muletas de mi padre seguido de un golpe en la puerta.


- Bella, ¿estás hablando con alguien?- preguntó.

- ¡No! no papá- dije mientras corría a la puerta y la abría apenas un poquito para asomar mi cara- es sólo la radio -mentí descaradamente.

- De acuerdo, no te acuestes muy tarde.

- Papá son las 10:30 pm y es viernes- le recordé.

- Como quieras, yo me iré a dormir.

- Buenas noches- dije antes de cerrar la puerta.


Edward estaba sentado en mi cama y me miraba expectante, caminé despacio y me senté junto a él.


- Lo lamento tanto- dijo y se veía realmente arrepentido- no debí haber preguntado, fui completamente atrevido.

- Edward- dije tomando su mano para calmarlo- No estoy enamorada de Jacob.

- ¿De de verdad?- dijo con curiosidad- pero se ve que son muy cercanos.

- Jacob es mi mejor amigo- le explique, pero al parecer no fue lo mejor que pude haber dicho.

- Y yo soy sólo tu amigo- dijo él con voz algo apagada.

- Bueno, contigo es diferente- dije tratando de hacerme entender, no podía decirle de una vez “Edward creo que estoy enamorada de ti”.

- ¿Por qué es diferente?- quiso saber.

- Pues porque tú, eres mi mejor amigo vampiro- dije rápidamente- ¿lo ves? Jacob no entra en esa categoría.

- Pero Bella, tu no conoces a otros vampiros- dijo él sonriendo de lado.

- Conozco a Alice.

- Pero Alice es mujer.

- De cualquier forma, si llegara a conocer a otro vampiro estoy segura de que seguirías siendo mi favorito.

- Eso es todo un honor.

- De hecho, voy a demostrártelo.

- ¿Cómo?

- Edward, ¿quieres venir conmigo a la fiesta de disfraces mañana por la noche?

- ¿Pero no invitaste ya a Jacob?- dijo el con desconfianza.

- No como mi cita- me atreví a decir.

- ¿Quieres que vaya como tu cita?- preguntó con una sonrisa en su rostro.

- Si eso no te molesta- dije poniéndome roja.

- Será todo un placer- respondió besando el dorso de mi mano.

5 comentarios:

  1. me encanto el capitulo espero con ansias el próximo , gracias por el premio pronto lo voy a poner en mi blog cuando tenga un tiempo . besos

    ResponderEliminar
  2. MUAHAHAHA los lei todos y en los ultimos 2 estaba con atake de risa ahahahahah de ahi hablamos para darte opiniones y detalles 1313 ahahha
    saludos!

    ResponderEliminar
  3. Ahhhhhhhhhhhhhhhhh!!! lo ameee que tierno que es!! amiga gracias por estos cap increibles!!♥

    ResponderEliminar
  4. genial amiga,me supo a poco por lo cortito.
    a ver si pronto bella se anima a confesarle lo que siente,y edward igual.
    voy a por el siguiente pero ya.

    ResponderEliminar
  5. Ay, gracias a Dios Bella ya aclaró. Solo espero que A Jacob no se le ocurra venir sin invitación, o todo va a ser un desastre. Pero, pues pobre Jacob. Bella lo ha dejado plantado estos últimos días por estar con Edward. Eso hace muy probable que jacob vaya (suspiro de desolación):( en fin, definitivamente Charlie debe tener el tobillo roto. un esguince no te deja el pie así. ¿Oserá un recurso narrativo tuyo lunita? :D no se, pero eso me suena a algo bueno. Cuando dijo que Emmett le pidió el libro pensé "Increíble. Emmett sabe leer" XD bueno, me fascinó el capitulo.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...