domingo, 21 de agosto de 2011

Caminos Separados Cap 24


Capítulo 24

Trabajo sucio


Tomamos el avión que nos llevaría directo a Norteamérica, era más rápido que ir a pie, pero algo aburrido. Además del hecho de que no tenía cómo evadir los insoportables hostigamientos de Demetri. Ir de día nos complicaba bastante las cosas, ya que el lugar al que íbamos era muy soleado y era extraño ir tan tapados para evitar que el sol hiciera contacto con nuestra piel. No queríamos llamar la atención, y aparecer en medio de Luisiana como diamantes brillantes lamentablemente llamaría demasiado la atención. Sin embargo y para nuestra conveniencia, gracias al ejército de Maria el lugar era muy poco habitado, lo que nos permitió recorrerlo sin mayores dificultades.


Demetri nos guió rápidamente, siguiendo los rastros de Maria, a un pueblito en medio de los pantanosos alrededores de Nueva Orleans. Hasta que dimos con ellos, el lugar estaba vacío, excepto por un par de lagartos que nos observaron ocultos entre la vegetación, los vampiros estaban refugiados en una casa situada sobre palafitos. Como él había dicho, encontrarlos sólo nos llevó un par de horas.


No tuvimos tiempo de hacer una introducción muy convencional ya que en el momento en que nos escucharon llegar salieron a nuestro encuentro. Eran 10, 7 hombre, 3 mujeres. Parecía que no tenían ni idea de quienes éramos. Tenían caras divertidas, como si fuera un juego más, que estaban seguros de ganar. Me desagradaban tanto los neófitos, sobretodo los que ignoraban nuestra existencia, eran como niños malcriados que creen que pueden hacer lo que quieren.


Estaban en líneas de combate, alguien los había instruido bien esta vez, no se veían como los ejércitos que anteriormente había visto. Miré a mi derecha, Félix sonreía, también yo sonreí. Heidi miraba con interés a uno de los neófitos, quién estaba completamente hipnotizado por ella, al igual que otros 3. Heidi era una buena carnada incluso para vampiros.


-¿Así que nos estaban esperando?- pregunté levantando una ceja- No importa cuanto se esfuercen- dije sonriendo con fingida compasión- no nos vencerán- agregué con seguridad.

- El territorio es nuestro, bonita- dijo el que parecía estar al mando, me miró de una forma repugnante.

- Iluso, no nos interesa tu territorio- dijo Demetri y el neófito se vio completamente confundido.

- ¿Entonces a qué han venido?- preguntó

- Asunto de los Vulturis, no espero que lo entiendas- dije sin siquiera mirarlo- ¿Dónde esta María?-pregunté con mi atención puesta en la casa a su espalda.

- No está aquí- dijo secamente el hombre. Yo miré a Demetri a mi izquierda.

- La encontraremos en cuanto terminemos aquí, descuida- dijo este mirándome y yo asentí. Luego de ese gesto, Demetri se lanzó a los neófitos seguido por Félix. Ambos atacaron la primera fila, Heidi y yo fuimos por la segunda.


Un corpulento hombre se me tiró encima pero lo esquivé con un rápido movimiento, se giró enseguida y trató de aplastarme con sus enormes brazos, tuve que agacharme y rodearlo para atacarlo por el costado, me deshice de uno de sus molestos brazos, y luego una de sus piernas, no fue difícil, se desprendían con suma facilidad con la aplicación adecuada de fuerza y una buena técnica. Pero antes de poder deshacerme del resto de sus extremidades sentí como otro se aproximaba por mi derecha así que me giré para enfrentarlo, me golpeó en un costado y sentí que algo se me rompía, eso lo pagaría muy caro. Desvié otro golpe con mi mano y le di una patada derribándolo, me lancé sobre él y comencé a desmembrarlo.


Una vez que terminé con él miré hacia el lado y vi que Heidi estaba teniendo problemas con dos tipos, me aparte a un lado y arranqué un árbol que estaba sumergido en el fango lo arrojé sobre los neófitos y ambos cayeron al húmedo suelo, Heidi lo esquivó por poco. Luego tomó a uno por la espalda y yo le torcí el cuello hasta que lo rompí por completo, pero antes de que pudiera preverlo, sentí unos brazos rodearme y lanzarme por el aire, caí a unos metros del lugar del enfrentamiento en medio del pantanoso suelo, mi ropa quedo completamente sucia, pero fuera de eso no había más daños. Aro sería el que más lo sentiría, el vestido era uno de los que me había obsequiado.


Me paré al instante y corrí hasta donde seguía transcurriendo la pelea, me enfrenté al mismo que me acababa de lanzar y lo derribé en seguida, pero rodó sobre mi dejándome sumergida bajo el agua, me habría decapitado con sus propias manos de no ser por Félix y Demetri que lo tomaron, cada uno por un brazo, y lo transformaron en polvo. Me levanté muy molesta apartando con una mano las gotas de agua que caía por toda mi cara y vi como Félix le prendía fuego a los restos de vampiro que estaban esparcidos por el fango. Todos estábamos mojados y con la ropa sucia, mal escenario para una lucha.


Las pequeñas hogueras se veían sobrenaturales en medio del pantano y rodeadas por agua. Pero no había nadie, aparte de nosotros, para apreciarlas. El lugar estaba completamente vacío.


- María – dije cuando terminamos de reunir brazos y otras extremidades esparcidas por el lugar.

Demetri se tomó un segundo, respiró profundamente captando todos los aromas a su alrrededor antes de responder.

- Al noroeste, vamos.


Nos movimos al instante, siempre en sincronía, yo al centro flanqueada por Félix y Demetri, justo entre ambos un poco mas atrás iba Heidi, formando un rombo perfectamente simétrico.

Gracias al sol y a la rápida carrera, mi pelo y ropa se secó casi al instante. Corrimos hasta Baton Rouge teniendo siempre cuidado de pasara por los lugares deshabitados, pero fue sólo para notar el rastro que había dejado María al pasar por allí, ya que ella ya se había ido, así que seguimos en la búsqueda pasando por Lafayette y Lake Charles, cada vez más cerca de ella, era irritante que siguiera tratando de huir de nosotros cuando todos sabíamos como iba a acabar esto.

Seguimos corriendo tras de ella por Marshall y luego más hacia el sur de Texas, pero fue en el limite con México cuando la alcanzamos. Demetri la pasó por la derecha y le cerró el paso justo antes de que se sumergiera en el río Pecos.


- Creí que ya habían arreglado cuentas con los chicos- dijo sonriendo nerviosa.


Su cabello negro ondulado enmarcaba su rostro de tez morena, sus ojos eran de un rojo brillante. Iba descalza, llevaba un corsé blanco y una falda larga del mismo tono con bordados, sobre sus brazos traía un chal de colores tierra que le daba un aspecto muy pintoresco.


- Así fue, pero no te bastará con desligarte de tu ejército esta vez, María- dije avanzando hacia ella.


Su cara reflejaba el miedo que sentía, y era completamente lógico, nadie escapaba de los Vulturis. En un momento de distracción me vi reflejada en ella, pensé en qué me pasaría a mí si tratara de huir del castillo para irme con Edward.


- Debo reconocerte que los entrenaste mejor esta vez- dijo Demetri- ¿el crédito es tuyo o de alguien más?

- No les interesa- respondió- ya no está aquí de todas maneras.

- Así que fue uno de los desertores- meditó- deberían morir simplemente por cobardes.


Por el semblante de María pude ver la angustia y el temor de que Demetri pudiera buscarlos, alguno de esos le importaba más que el resto, eso se notaba.


- Aro ya dio su opinión al respecto- dije yo y lo miré con reproche.

- Como sea, tu no tendrás su suerte- dijo dedicándole una sonrisa totalmente cínica.


María miraba a su alrededor buscando alguna salida, pero ya no tenía escapatoria del destino que le esperaba, la muerte, o lo que fuera que nos pasara a nosotros los vampiros. Demetri se acercó lentamente y la tomó por la espalda, ella no trató de resistirse, era inevitable y aun así, sus ojos reflejaban el pánico que sentía.


-Es una lastima que las cosas hayan llegado a este punto, ¿no crees María?- le susurró Demetri al oído, mientas con una mano le acariciaba el cuello.

Ella trató de de apartar la cara pero él la sujetó con más fuerza sonriendo.

- Félix- dije y me aparté junto con Heidi para dejarlo hacer su trabajo, no era necesario seguir torturándola.


El vampiro se paró frente a ella y la tomó por el cuello, un estruendoso sonido llenó el ambiente cuando acabó con ella. Luego prendió fuego al cuerpo y se apartó dejando a la vista lo que quedaba de María, las llamas despedían un fuerte y dulce olor. Para mí, el olor de una batalla ganada.


- El trabajo ya está hecho, vamos, quiero volver a casa- dije antes de girarme y comenzar a caminar.


11 comentarios:

  1. No me canso de decirte lunita lo maravillosa que es tu historia de veras me dejas en jaque cada vez que leo un nuevo cap eres realmente muy buena en lo que haces!!! Espero el prox mordiéndome las pocas uñas que me quedan!!

    cariños!!♥♥♥

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  2. lunita, sin duda tu historia es una de mis favoritos, me encanta como escribes, este capi me ah gustado n-n bueno cuidate besitos

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  3. ♥♥♥ me encanta!! El próximo capitulo cuándo lo publicarás? un besito, cuidate!

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  4. Simplemente increíble, me ha gustado mucho el capítulo pero quiero que se vean Edward y Bella!!!o por lo menos pone algún POV EDAWRD jejeje Bueno guapa felicidaciones, sigue así que te está quedando genial el fic, besos y ya hablamos, la imagen genial.

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  5. Hermoosoooooos hacia mucho que no pasaba me leí como 4seguidoos! :)

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  6. acabo de encontrar tu blog... me lei todos los capitulos de corrido y te puedo decir que ME HAN ENCANTADO!! PORFA PORFA!! SIGUE PUBLICANDO :D

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    1. Ehhh! ya comentaste y es reciente!! Seguramente ya leíste mis comentarios :) ¡¡Te queremos lunita!!

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    2. también las quiero! mis fieles lectoras ^^

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  7. Cuando dijo que algo se rompió, pensé "auch", aunque enseguida me angustié por lo que va a decir Edward. Les aseguro que se va a poner como loco!!!
    En fin, fue interesante ver a Bella en su papel de vulturi.
    besos!!!

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  8. Oye, por cierto, se me había olvidado comentarte. Se me hizo muy gracioso lo de "play with jake" :D

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