lunes, 31 de octubre de 2011

Happy Halloween

Chicas les deseo que tengan el mejor de los halloween, espero que se encuentren con todos los vampiros con los que han soñado y con todos los hombres lobos que les han robado el sueño!

de todo corazón Lunita y Moon lover

jueves, 27 de octubre de 2011

Robert Pattinson en Belgica ♥

Robert Pattinson y Ashley Greene estuvieron en la alfombra roja en Bruselas promocionando la película Breaking Dawn. ¿Qué opinan de la barba de Rob? ¿lo prefieren con o sin ella? ¿Y qué les pareció el vestido de Ashley?

El visitante nocturno Cap 7

Cap 7

Calido día nublado


Mi padre tardó mucho en despertarme al la mañana siguiente, había dormido muy poco la noche anterior, me había desvelado pensando en cierto vampiro misterioso.


- Bella ¿vienes o no?- dijo en último intento.

- ¿A dónde? - pregunté aun media dormida.

- A donde los black Bella, es sábado.

- Ah sí, claro, claro - dije frotándome los ojos.

- Bella, si no te apuras llegaremos a la cena en vez del almuerzo.

- No, no, dame 5 minutos- dije levantandome - sólo necesito 5 minutos- repetí mientras corria al cuarto de baño.


Ya en casa de Billy, yo seguía casi igual de dormida que en la mañana. No escuchaba las conversaciones, estaba jugando con mi comida sin probar nada, cuando por fin terminé mi plato, salí con Jacob y fuimos a caminar a la playa junto a su casa.

Había un viento helado que llegaba a mi cara despertándome, el día estaba nublado como era usual, metí las manos a los bolsillos de mi cazadora y apuré el paso para alcanzar a Jacob que iba un poco más adelante.


- Oye ¿dónde dejaste tu cabeza? - preguntó Jacob.

- ¿Qué?- pregunté mirando alrededor.

- Bella, es que has estado como distraída todo el día- respondió riendo.

- Estoy algo dormida- me excuse bostezando.

- Te exiges demasiado, Bella- dijo mirándome como un padre sobre protector.

- Estás hablando como Chalie- dije frunciendo el ceño.

- Pero es que tiene razón, estás todo el día en el instituto, además trabajas en la tienda de los Newton, trabajas de niñera, ni siquiera sales para distraerte, y aun así andas cansada- dijo acariciando mi mejilla.

- No es así- me excusé- hoy es un caso aparate, sólo anoche trabajé como niñera, no lo hago siempre y no estoy siempre cansada- argumenté.

- Bueno- dijo suspirando resignado.


Seguimos caminando y como yo no decía nada, Jacob me preguntó.

- Entonces ¿Cómo va todo con tu vampiro?- dijo distraídamente.

- ¡¿Qué?!- dije yo más alto de lo que pretendía y me detuve en seco mirándolo con los ojos como platos.

- Es una broma, Bella cálmate – dijo aguantándose la risa por mi reacción- lo decía por tu sueño ¿recuerdas? ¿el vampiro en tu ventana?

- Ah si, jajaja- dije riendo forzadamente y mirando hacia otro lado.

- Si que te hace falta dormir- comentó.

- Lo siento, se que estoy algo rara.

- Sólo me preocupa que te hagas cada día más aburrida- dijo mirándome con picardía.

- ¿Ah si? – dije agachándome a la orilla de la playa y lanzándole agua con la mano directamente a la cara.

- En serio, no debiste hacer eso- dijo limpiándose el agua del rostro.

Grité y me paré lo más rápido que pude para salir corriendo, mientras Jacob me perseguía.

- Puedes correr todo lo que quieras, primor, pero voy a alcanzarte de todas formas- dijo mientras se acercaba cada vez más.

Y en efecto, lo hizo, me atrapó por la espalda haciéndome caer al piso mientras reíamos descontroladamente.

- No creas que te libraste de esta- dijo tomándome por la cintura y cargándome en su hombro mientras yo pataleaba.


Sabía lo que iba a hacerme y no había nada que yo pudiera hacer para evitarlo, pero eso no me impidió gritar mientras él se reía de mí. Me llevó a la orilla del mar y se adentró hasta que el agua le llegó a la altura de las rodillas.


- Está helada, Bella- dijo para torturarme.

- No, Jacob, por favor, haré lo que quieras, seré tu esclava por todo el mes- rogué.

- Es tentador- dijo meditando.


Pero de todas formas se dejó caer en el mar conmigo encima, quedé empapada en un segundo.

- Te vas a arrepentir de esto, Black- dije tiritando cuando logré recuperar el habla, él estaba muerto de la risa.

- Es que era esto lo que te hacia falta para despertar, un buen baño helado, te estoy haciendo un favor.

- Pero que considerado eres- dije arrastrándome hasta la orilla y dejándome caer en la arena.


Jacob llegó a mi lado y nos quedamos allí recuperando el aliento hasta que mis dientes comenzaron a castañear y supimos que era hora de volver.

- Vamos, Bella- dijo levantándose y dándome una mano- no quiero que Charlie me encierre por hacer que te de una gripe.

- Voy a hacer que te encierre de todas formas- dije dándole un golpe en el brazo.

-Oh, está bien- dijo resignado- Ven aquí- agregó acercándome a él y abrazándome mientras caminábamos a su casa.

- Jacob, estás todo mojado – reclamé, pero aun así lo abracé fuertemente, de alguna extraña manera él no estaba tan helado como yo.


- ¿Y a ustedes qué les pasó? – preguntó Charlie cuando nos vio entrar completamente mojados.

- Charlie, no me vas a creer- empezó Jacob- caminábamos por la orilla cuando una ola gigante nos atrapó- terminó dramáticamente.

Yo lo miraba con incredulidad.

- Te tiró al agua ¿verdad? – preguntó Charlie mirándome.

- ¿Tu que crees? – dije alzando una ceja.

- Charlie, no puedo creer que dudes de mí- dijo Jacob haciéndose el ofendido.

- Es que ya te conozco demasiado.

- Oh, Jacob, no otra vez- dijo Billy cuando llegó por el pasillo- vas a terminar matando a Bella de un resfriado.

- ¿Por qué todos creen que fue mi culpa?- dijo Jacob- está bien si fui yo- agregó un segundo después, riendo- ven te daré una toalla.

- Necesitaré más que eso Jake- dije siguiéndolo hasta su habitación.

- ¿Quieres que te preste ropa?- preguntó.

- En serio…- dije irónica, tomando una polera que me quedaría como vestido.

- Espera, creo que hay ropa de mis hermanas en el mueble del fondo- dijo saliendo de la habitación, mientras yo aprovechaba de secarme el pelo con la tolla que me había dejado.


La habitación de Jacob era muy pequeña, tenía un mueble junto a su cama y unas cuantas repisas en la pared. Me quede mirando algunas fotos de cuando era más pequeño, su cara no había cambiado prácticamente nada, tenía la misma sonrisa radiante.


- Aquí tienes- dijo pasándome unos jeans y un suéter.

Jacob se fue al cuarto de baño a cambiarse mientras yo me ponía la ropa que me había pasado, enrollé la toalla en mi pelo, me puse unos enormes calcetines y una chaqueta de Jacob sobre el suáter y salí. Jacob estaba con ropa seca de su talla, sentado en el sillón de la sala mirando la televisión. Cuando me vio llegar trató patéticamente de reprimir una risa.


- Bella, te ves…muy bien- dijo tratando de ponerse serio.

- No te atrevas a burlarte de mí, no estaría así si no fuera por ti- dije acusándolo con un dedo- además no me veo tan mal- dije girando y logrando que se partiera de la risa.

- Creo que esa enorme cabeza de alienígena es el complemento perfecto para tu atuendo- dijo apuntando la toalla que tenía alrededor de la cabeza, mientras ambos reíamos.

- ¿Y dónde está Charlie y Billy?- pregunté cuando reparé en que estábamos solos.

- Fueron a la casa de Harry, están organizando una salida de pesca para el próximo fin de semana.

- ¡Pero si aun no se acaba el pescado que tengo en el congelador!- dije yo frunciendo el ceño.

- Bella, vas a comer pescado el resto de tu vida, acostúmbrate- dijo poniendo cara de lastima.

- No si puedo evitarlo- respondí.

- Ven vamos a ver una película- dijo Jacob haciendo un gesto para que me sentara en el sillón.

- ¿Qué están dando?- pregunté.

- En 5 minutos va a empezar “Edward scissorhands”- dijo mostrando la programación que estaban anunciando en la televisión.

- ¿Edward qué?- dije mirando la pantalla.

- Ya sabes, “El joven manos de tijeras”- dijo Jacob- ¿no la conoces?

- Claro que la conozco, sólo que no recordaba que se llama Edward- dije sonrojándome levemente.

- Eso sí que es raro en ti, sobre todo considerando que es el personaje principal- dijo mirándome extrañado- ¿acaso no te aprendes hasta los diálogos de las películas?

- No siempre- me defendí- además, hace bastante que no veía esta dije excusándome, la verdad era que su nombre no me había llamado la atención mayormente hasta ahora.

- Entonces ¿quieres verla o prefieres que busque otra?- dijo tomando el control de la televisión.

- No, esta es perfecta- dije sonriendo.

- De acuerdo- dijo volviendo a dejarlo a un lado.


Jacob tomó una manta y la extendió sobre mis piernas, ambos nos acomodamos en el sillón, nos tapamos bien y empezamos a ver la película. Un momento después Jake se encontraba profundamente dormido, pero yo seguí viéndola hasta el final mientras lloraba como una boba, conmovida por la tierna, pero triste historia de cómo una chica común y corriente se enamora de un ser que no pertenece a la sociedad. Mientras los créditos de la película salían en la pantalla, me quedé pensando en Edward, mi Edward, y en lo mucho que se complicarían las cosas si yo le confesara mis sentimientos.

Me acomodé mejor en el sillón junto a Jacob, mientras lentamente mis ojos se ibas cerrando, él giró medio dormido abrazándome, yo estaba muy cómoda allí, pero no era lo mismo que dormir con Edward, en realidad, no era nada parecido.

martes, 25 de octubre de 2011

Robert y Ashely en Paris ♥

Robert Pattinson (Edward Cullen) y Ashley Greene (Alice Cullen) estuvieron recientemente en Paris promocionando la 4ª y penúltima película de la saga twilight, Breaking Dawn part 1. Realizaron una conferencia con las fans donde respondieron algunas preguntas respecto a la filmación de la última parte de la saga y su relación con los personajes. Aquí les dejo algunas fotitos, espero que les guste! ♥

viernes, 21 de octubre de 2011

El visitante nocturno Cap 6

Capitulo 6

Cambio de planes


- ¿Cómo van las cosas con tu chico misterioso?- preguntó Jessica sacándome de mis pensamientos.


Íbamos caminando en dirección al gimnasio para nuestra clase deporte. Ángela aun no salía de su clase de español, de forma que nadie podía salvarme del interrogatorio esta vez, y Jessica era experta en ellos.


- Yo jamás confirmé tus teorías- respondí tratando de evitar el tema.

- Bella, no trates de ocultarlo, puedes contarme- dijo sonriéndome.

- No me lo creerías aunque te lo dijera- respondí mirando hacia otro lado.

- Apuesto a que sí, vamos cuéntame- insistió.

- No puedo, es…complejo.

- ¿Está casado?- preguntó parándose en seco y examinando mi rostro.

- ¡No!- dije de inmediato.

- ¿Acaso es prófugo de la ley?- preguntó con recelo.

- No, claro que no- respondí riendo.

- Entonces no puede ser tan complejo- resolvió ella rápidamente y retomó el camino.

- Eso dices tú…

- ¿Sabes si está interesado?

- No lo sé, creo que podría ser- dije recordando su confesión del viernes pasado. Definitivamente, si alguien te dice que se siente hipnotizado por ti, significa algo.

- Pero a ti te gusta ¿verdad?

- El problema es que creo que me gusta mucho más de lo que debería.

- ¡Esto es tan emocionante! ¿Es guapo?

- Increíblemente.

- ¿Lo conozco?- preguntó volviendo a detenerse para mirarme fijamente.

- Lo dudo.

- Lastima, y ¿de dónde lo sacaste?- dijo volviendo retomar la marcha.

- No lo saqué de ninguna parte, Jessica- respondí poniendo los ojos en blanco.

- ¿Me vas a decir que golpeó tu puerta como una entrega a domicilio?- preguntó irónica.

- No seas absurda, nadie llega hasta tu vida golpeando la puerta y presentándose cordialmente- dije riendo de mi broma personal.

- ¿Y han tenido citas?- preguntó emocionada.

- Algo así.

- ¿Se besaron?

- No, no es de esos.

- ¿Cómo que no es de esos?

- No puedo explicártelo, ya te lo dije es algo complejo.

- Sí que es complejo si no puedes besarlo.


Yo sólo suspiré en respuesta y recordé nuestro último encuentro, luego de su confesión nos habíamos quedado mirándonos a los ojos, casi no podía contener las ganas de besarlo. El problema era que no sabía como habría reaccionado él, después de todo, no era cualquier chico, él era un vampiro. Demasiado complicado, por lo que ambos cambiamos de tema al mismo tiempo, tal vez él no estaba tan interesado como yo.


- Vas a estar contándome cada detalle ¿verdad?- dijo haciéndome regresar a la realidad.

- Lo pensaré…

- Bella, eres tan reservada, no sé cómo no explotas si no cuentas nada.

- Jessica, por algo lo llaman vida privada, porque es privada.

- ¡Bella!- llamó Ángela, venía corriendo hacia nosotras- Hola Jess, Bella necesito que me hagas un favor ¿podrás?

- ¿Qué cosa?

- Es que mis padres se van de viaje este fin de semana y debo cuidar a mis hermanos, pero Ben tiene entradas para un concierto en Seattle, por nuestro aniversario.

- Wow Ángela ¿Cuánto cumplen?- preguntó Jessica.

- Dos años- respondió rápidamente con una breve sonrisa.

- ¿Entonces necesitas que cuide a tus hermanos?- pregunté.

- Si, eres la única que puede ayudarme- dijo casi suplicándome.

- Claro Ángela- respondí- ¿Qué día es el concierto?

- El viernes- respondió y sentí como mi cara se descompuso. Miré a Jessica pidiéndole ayuda.

- A mí ni me mires- respondió ella de inmediato- sabes que no me llevo bien con los niños- y luego agregó mirando a Ángela- no es nada contra tus hermanos.

- Bella, si tienes otro compromiso yo lo entenderé- dijo Ángela al notar mi reacción.

Tomé aire antes de responder.

- No hay problema Ángela, yo los cuido por ti- contesté ante su mirada agradecida.

- Te lo recompensaré, lo juro. Acabas de salvar mi aniversario- dijo abrazándome.


Cuando la tortuosa clase de gimnasia terminó, volví a la seguridad de mi camioneta y me dispuse a ir a mi casa. Iba por el camino mirando los tupidos árboles que bordeaban la calle, cuando vi el cementerio general rodeado por un gran muro y vegetación por doquier. Me detuve en un costado y me quedé mirando hacia su interior.


- ¿Qué tan raro sería entrar en el cementerio, buscar el mausoleo de los Cullen, golpear la puerta y decirle a Edward que no estaré en casa este viernes?- me pregunté en voz alta.

Pasó un momento y entonces me empecé a reír con sólo considerar la idea, ya que era completamente absurda desde donde se mirara. De partida probablemente él estaría dormido a esta hora, además no podía salir del mausoleo ya que era de día y no existía ninguna opción de que yo me metiera dentro de un mausoleo con 7 vampiros, o que me diera una vuelta por el cementerio de noche. Retomé el camino a casa cuando vi a Sam asomarse, lleno de curiosidad, por la ventana de su caseta de vigilancia.


Una vez en casa, terminé rápidamente los deberes que me habían dado ese día en el instituto y bajé a preparar la cena para Charlie. Me quedé pensando en la opción de que Edward viniera esta noche para poder hablar con él, pero no había forma de comunicarme con él antes del viernes. Fruncí el ceño mientras metía las papas al horno.

Aun estaba perdida en mis pensamientos cuando sentí la puerta de entrada abrirse, volví a la tierra y saqué las papas que estaban completamente doradas, unos minutos más y habrían quemado la cena. Apagué la olla del pollo arvejado y serví los platos en la mesa.


- Papá, este viernes voy a estar en la casa de Ángela, voy a cuidar a sus hermanos.

- ¿Ahora eres niñera? Bella, si necesitas dinero extra sabes que puedes pedírmelo.

- No es por dinero, es un favor, Ángela debe salir ese día- dije explicando rápidamente.

- Oh, de acuerdo. Si quieres, puedo pasar a recogerte cuando vuelva de donde Billy.

- Papá, tengo mi propio auto, no es necesario. Además creo que estaré hasta tarde.

- De acuerdo, pero maneja con cuidado.

- Siempre lo hago, no te preocupes- dije sonriéndole.


El viernes llegó rápido, después de mi trabajo de la tarde fui a mi casa, dejé mi bolso del instituto, me cambié de ropa y comí algo, luego cogí mi cartera y le di una mirada de nostalgia a mi cuarto. ¡Que desperdicio! Él vendría y no me encontraría aquí, sólo esperaba que no malinterpretara mi ausencia. Entonces me devolví a mi escritorio tomé un papel y escribí.


“Siento no estar, pero tuve que cuidar a los hermanos de mi amiga Ángela. Te veré el próximo viernes, lo prometo. Bella”

Tomé un trozo de cinta adhesiva y pegué la nota en la ventana, sonreí satisfecha antes de irme a donde Ángela.


Eran las 11 de la noche, Zack y Louis, los hermanos de Ángela de 11 y 7 años, ya estaban dormidos. Yo estaba en la sala de estar, había llevado mi ejemplar de “cumbres borrascosas” para pasar el rato, si calculaba bien aun tenía por lo menos 3 horas por delante.


Pero cuando abrí la primera página, sentí un ruido en la cocina y me invadió el miedo. La casa estaba completamente oscura, a excepción de la lámpara de pie junto al sillón en el que estaba. Me quedé atenta para identificar el ruido, creyendo que había sido mi imaginación, pero claramente sonaba como pasos dentro de la casa. Miré a mí alrededor y vi un sólido trofeo otorgado a Ángela en el octavo grado, lo tomé sin basilar y caminé lentamente hacia el oscuro pasillo, seguí avanzando hasta que mis ojos ya no podían ver casi nada por la oscuridad, sin embargo veía lo suficiente para distinguir una silueta frente a mí.


- ¿Quién es? - pregunté apenas.

- Bella, soy yo.

- ¿Edward?- pregunté bajando mi improvisada arma.

- ¿Quién más si no?- respondió acercándose a mí para que pudiera verlo mejor.

- Cielos, me asustaste- dije cuando pude reconocer su rostro en la penumbra, estaba a penas a unos centímetros de mí.

- Cuanto lo siento, debí darte un gran susto porque estás pálida- dijo acariciando una de mis mejillas- bueno, lo estabas- agregó con una pequeña risa, ya que me había puesto roja con su contacto.

- ¿Cómo supiste que estaba aquí? - pregunté intrigada.

- Lo dijiste en tu nota.

- Pero ¿Cómo supiste donde vive Ángela?- volví a preguntar.

- Bella, sé donde viven prácticamente todos los habitantes de Forks, recuerda que vivo aquí desde hace mucho tiempo.

- Eso tiene mucho sentido, ¿y viniste hasta acá sólo para verme?- pregunté ilusionada.

- Claro, no tenía intensiones de esperar otra semana más, hasta que estuvieras sola de nuevo ¿Tus pupilos ya están dormidos verdad?

- ¿Quién? ¿Zack y Louis?- dije aun sonriendo de alegría por sus palabras.

- En efecto.

- Si, hace un momento.

- Entonces es como si estuviéramos solos ¿verdad?- dijo mirándome fijamente.

- Si, eso creo- dije y la voz me tembló un poco.

- Estupendo, porque no quiero asustar a nadie.

- A mi no me asustas- dije con suficiencia.

- No parecías pensar de igual manera hace un momento- dijo divertido apuntando el trofeo que aun sostenía en las manos.

- Eso fue porque no sabía que eras tú- me excusé, dejándolo nuevamente en la repisa.

- ¿Y qué puede existir que te asuste más que un autentico vampiro?

- Creí que era un ladrón- dije encogiéndome de hombros.

- ¿Un simple ladrón te asusta más que un frío y sanguinario vampiro?

- No es que no le tema a los vampiros, es que no te temo a ti- aclaré.

- No sé si me merezco la confianza que me has dado, pero te diré que mientras yo esté cerca, no debes temer de ningún insignificante ladrón.

- Eso es muy amable- dije sin poder despegar la mirada de sus ojos.

- Es lo menos que podría hacer por mí mejor a amiga- dijo dedicándome una calida sonrisa- ¿Y qué hacías antes de que te interrumpiera?- preguntó mirando alrededor.

- Iba a empezar a leer cumbres borrascosas- respondí apuntando el libro en el sillón.

- Veo que eres una amante de la literatura al igual que yo- dijo tomándolo en sus manos.

- Bueno, disfruto de un buen libro de ves en cuando.

- Muy bien, veamos en que parte te habías quedado- dijo acomodándose en el sillón y haciéndome un gesto para que me sentara junto a él.


Tomé el libro y comencé a leer en voz alta mientras él escuchaba atentamente, con una amplia sonrisa que me ponía completamente nerviosa. Pasamos el rato comentando las diferentes reacciones de los personajes, criticándolos o halagándolos, y después de un rato mis nervios habían desaparecido por completo.


Más entrada la noche mis parpados me pesaban y casi no podía leer, Edward tomó el libro de mis manos y me acomodó bajo su brazo mientras él continuaba la lectura, yo lo miraba embobada hasta que la imagen se fue mezclando con los bizarros sucesos de mis sueños y su voz se hizo cada vez mas etérea. Ojala pudiera quedarme dormida así todas las noches.


Sentí un suave susurro en mi oído, pero cuando logré estar lo suficiente despierta como parar entender de dónde provenía, él ya no estaba a mí lado, y la razón la entendí un segundo después, cuando escuché la puerta de entrada abrirse y la voz de Ángela despidiéndose de Ben. Miré por la ventana con la esperanza de verlo, pero no había ni rastros de Edward, suspiré recordado lo cómoda que había estado abrasada por él.


- Bella- saludó Ángela cuando llegó a la sala de estar.

- Hola - dije apartándome de la ventana- ¿Cómo les fue?

- Estuvo increíble Bella…espero que tú no te hayas aburrido mucho.

- Para nada- dije más contenta de lo que cualquier persona podría estar luego de trabajar.

- Mis hermanos no te habrán dando muchos problemas ¿verdad?

- No para nada, Zack no causó ninguna catástrofe mundial y Louis, bueno ya sabes como es él, nunca me da ningún problema- resumí- Ambos se durmieron temprano.

- Gracias al cielo, temía que te tuvieran ocupada toda la noche.

- No, tuve una noche completamente agradable- dije aun más sonriente.

- De acuerdo- dijo Ángela mirando sospechosamente mi expresión.


De camino a mi casa iba pensado en lo maravilloso que había resultado esta noche, y yo que había pensado que seria un aburrido viernes.

Perfume "Inmortal twilight" ♥


Twilight
Beauty ha revelado un nuevo perfume llamado "Inmortal twilight" bueno todos entendemos por qué. El perfume está disponible en su sitio web! twilight Beauty es responsable del maquillaje twilight. "Este perfume es una bella fragancia floral con toques cítricos y manzanilla silvestre, revelando un aroma a fresa y ela peonía creando un cautivador y misterioso aroma a feminidad, ámbar y almizcle fresco"


Recordemos que anteriormente salió una fragancia inspirada en la película Twilight, pero esta nunca salió a la venta ya que fue demandado por Nina Ricci por que la botella del perfume era increíblemente parecida a la de su perfume Nina, lo que es lamentable porque me habría encantado tener ese perfume.


Finalmente
, les dejo la imagen de los nuevos jabones personalizados de los personajes de la saga, cada uno tiene su fragancia única, por ejemplo el de Bella huele a fresas, el de Renesmee es una mezcla perfecta del aroma del jabón de Edward y el de Bella, muy tierno ¿verdad?

lunes, 17 de octubre de 2011

El visitante nocturno Cap 5

Capítulo 5

Casi hipnotizada


La clase de álgebra estaba siendo especialmente aburrida ese día, mi cuaderno estaba en blanco, mi mente estaba a kilómetros de distancia y mi lapicera comenzó a dibujar casi con vida propia líneas inconexas mientras yo soñaba despierta. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni siquiera noté cuando sonó la campana que anunciaba el termino de la aburrida clase.


- Bella- llamó Jessica

- ¿Si?- pregunté desorientada.

- Hay que ir a almorzar - dijo mirándome a los ojos y haciendo señas, luego miró mi cuaderno.

- Si que estás intensa hoy- comentó cuando vio lo que estaba dibujando.


Bajé la mirada para ver lo que yo misma había garabateado inconcientemente y me encontré con un par de ojos perfectamente dibujados. Pero no cualquier par de ojos, eran sus ojos los que me devolvían la mirada.


- Sólo estaba divagando- me excusé cerrando el cuaderno algo avergonzada.

- Estos días estás más distraída que de costumbre- opinó Ángela.

- ¿Será por un chico?- dijo Jess, ansiosa por escuchar algún chisme.

- No, nada de eso- dije riendo.

- Vamos Bella, deberías aceptar salir con alguno de los muchachos- insistió Jessica- ¡podríamos tener citas dobles!

- Sabes que no me interesa Tyler o Eric o ninguno de los chicos del instituto.

- Tal vez alguien que no sea del instituto- preguntó Jessica tanteando el terreno.

- ¿Por qué no sales con Jacob?- preguntó inocentemente Ángela.

- ¿Jacob?- pregunté como si fuera ridículo.

- Como si no te pasaras todo el tiempo con él, después de todo- dijo ella sonriéndome.

- Pero es diferente, él es mi amigo- argumenté.

- Pero es tan sexy- dijo Jessica.

- Jacob no es sexy, él es… es simplemente Jacob, sólo eso.

- Vamos Bella- dijo Ángela- ¿me vas a decir que no te gusta ni un poquito?

- No lo sé, jamás podría verlo de ese modo.

- Bella- dijo Jessica algo exasperada- ¿Existe acaso alguien en este pueblo al que sí puedas ver de ese modo?


A mi mente vino el rostro que había estado recordando toda la mañana, el dueño de aquel par de hipnóticos ojos plasmados en mi cuaderno de álgebra.

- …Tal vez…- dije sin pensarlo.

- ¡Lo sabía! - chilló Jessica- jamás me equivoco, sabía que era un chico él que te tenía así. ¡Cuéntanos todo! Somos tus amigas, tienes que darnos detalles.

- Cálmate, a lo mejor aun no está segura, no la presiones- dijo Ángela- ya nos hablará de él cuando sea algo oficial- agregó y yo le sonreí agradecida.

- Pero que aburrida, yo sólo quería saber cómo era.

- Conociendo a Bella, debe ser alguien muy especial- dijo Ángela devolviéndome la sonrisa.


Aquella tarde, cuado llegué a casa me quedé pensando en lo que las chicas habían dicho esa misma mañana, en Jacob, en nosotros juntos, era una idea inconcebible. Me recosté boca abajo en mi cama e imaginé a Jacob tomándome de la mano como si fuéramos más que amigos, era algo completamente extraño. Rodé quedando boca arriba contemplando en mi mente aquella imagen, pero súbitamente cambió, Jacob se transformó en un alto y fornido joven de pálida piel y cobrizos cabellos, entonces una sonrisa se extendió por mi rostro.


Me levanté de mi cama y fui hasta mi bolso, saqué mis cuadernos y revolví en los papeles hasta encontrar el dibujo que había hecho, me quedé un momento mirando los ojos aun con la sonrisa en mi cara. Fui hasta mi escritorio y busqué entre mis cajones hasta que di con una cartulina y mis lápices de dibujo, extendí el papel por el piso de mi cuarto y me dispuse a dibujar, era un jobi que tenía cuando estaba inspirada, y aquél día lo estaba.

Comencé con sus ojos como lo había hecho aquella mañana, luego su nariz y sus labios, su rostro tenía una expresión atemorizante pero tentadora a la vez, justo como en la vida real. Dibuje su cuerpo con aquella ropa del siglo pasado y su alocada cabellera. Cuando terminé de pintarlo le di un vistazo general, a mi juicio había quedado bastante parecido. No era una dibujante experta, pero cuando lo hacía con dedicación podía esperar grandes resultados.


Había estado tan absorta en mi dibujo que olvidé por completo el tiempo y cuando sonó la puerta de entrada, me di cuenta de que se había hecho de noche y yo no había hecho la cena para Charlie. Bajé corriendo y me puse a trabajar en una comida improvisada mientras mi padre encendía la televisión. Lo último que necesitaba ahora era darle la razón en cuanto a que preparar la cena era mucho para mí.

Luego de comer subí a mi habitación para acostarme, cuando encendí la luz me encontré con mi gran retrato en el suelo, lo miré satisfecha conmigo misma. Recogí todas las cosas y las dejé sobre mi escritorio antes de meterme a la cama agotadísima. Aquella noche volví a soñar con él.


Finalmente llegó el ansiado viernes, aunque tardó más de lo que hubiera querido. Mi padre estaba en la casa Billy y yo me había quedado con la excusa de que Jessica vendría a ver películas. Lo cierto es que si Jessica en realidad hubiera venido a casa, habría creído que se trataba de un película, ya que me habría encontrado con un autentico vampiro en la pieza.


No había terminado de cerrar la puerta, después de despedir a Charlie, cuando sentí los golpes de la ventana de arriba.

- Llegaste más temprano- dije alegremente.

- Si, estaba ansioso - respondió con una radiante sonrisa- espero que no te moleste.

- No, claro que no, también yo estaba ansiosa- dije mientras sentía la sangre hervir en mi rostro.

Le di la espalda y caminé hasta mi cama esperando que cuando llegara, mi cara estuviera de su color normal.

- ¡Wow!- dijo él de repente.

Me giré para ver que estaba mirando entonces lo vi con mi retrato en sus manos, lo había olvidado sobre el escritorio.

- Ah, eso, yo… estoy realmente avergonzada- dije tratando de justificarme para que no pensara que era un psicópata.

- ¿Avergonzada? ¿Por qué? Está magnifico, su cara me es algo familiar- dijo meditando un poco.

- ¿Es una broma?- pregunté creyendo que me estaba tomando el pelo.

- No, para nada, realmente se me hace conocido, ¿es que acaso lo conozco? - dijo mirandome intrigado.

- Es que eres tú- respondí enrojeciendo un poco.

- ¿De verdad? Con razón se me hacia conocido, vaya soy atractivo, ya casi me había olvidado de mi aspecto.

- ¿Cómo puede alguien olvidar su aspecto? - pregunté riendo.

- Cuando no puedes ver tú reflejo en más de 100 años es bastante fácil olvidar como luces.

- ¿No tienes reflejo?- pregunté sin poder contener mi asombro.

- No, ni en espejos, ni en el agua y no tenemos retratos en el mausoleo.

- Que extraño debe ser.

- Es una de las tantas cosas a las que te acostumbras fácilmente- dijo encogiéndose de hombros.

- Espera un momento, ¿cómo explicas entonces que yo te haya visto en mi espejo la noche que te conocí?- pregunté apuntándolo con un dedo acusador.

- Bueno, técnicamente lo que tu viste fue mi sombra, si hubieras estado con la luz encendida probablemente no habrías reparado en mi presencia hasta que te hubieras dado vuelta.

- Entonces tu sombrea se refleja en la oscuridad, pero con luz no te reflejas en lo absoluto- dije resumiendo.

- Exactamente.

- Eso es aun más extraño- dije tratando de entender.

- Si ¿verdad? Ah por cierto tengo algo para ti.

- ¿Qué cosa es?

- Al fin he podido quitárselo a Alice, y aquí está, en perfectas condiciones- dijo metiendo la mano en su capa y sacando…

- ¡Mi libro! Muchas gracias- dije caminando a mi estante para dejarlo ordenadamente.


Estaba concentrada alineándolos cuando sentí que los bellos de mi nuca se erizaban y una suave respiración en mi oreja izquierda. Me giré sobresaltada y lo vi parado muy cerca de mí, examinando mi estante.


- ¿Crees que podrías prestarme este?- preguntó señalando “Drácula”.

- Claro - dije aun reponiéndome de la sorpresa de su cercanía.

- Siempre es un placer releer los clásicos- agregó guiñándome un ojo.


Puse el libro en sus manos, pero él no soltó la mía, en cambio se la llevó a los labios y la besó suavemente sin despegar sus ojos de los míos.

- Eres la mejor de las amiga- dijo sonriéndome.

Su rose había sido algo sobrenatural, casi magnético.

- ¿Acaso tienes muchas amigas?- pregunté bromeando, pero de pronto temí la respuesta.

- No, pero soy muy bueno juzgando a las personas.


No podía apartar los ojos de él, sentía que estaba hipnotizada por esos ojos de color tan peculiar. Y quizás era así ¿Quién sabe que cosas podían hacer los vampiros?

- ¿Puedo preguntar algo?- dije no muy segura.

- ¿Te refieres a algo además de lo que acabas de preguntar?

- Sí- respondí riendo.

- Claro, lo que tú quieras.

- ¿Pueden los vampiros hipnotizar a la gente?- pregunté sin poder aguantar mi curiosidad.

- Mmm si, algunos si.

- ¿Puedes tú?- insistí.

- Si- respondió cauteloso- ¿por qué me lo preguntas?

- ¿Me has hipnotizado alguna vez?- pregunté lentamente.

- Absolutamente no, no sería un amistad real si uno de los dos estuviera hipnotizado ¿no crees?

- Es cierto- respondí algo preocupada.

- Quisiera saber lo que estas pensando- dijo mirándome fijamente.

- No claro que no.

- ¿Es algo vergonzoso?

- Un poco.

- Vamos Bella, cuéntame, ¿qué es lo que te preocupa?- dijo mientras me tomaba del brazo y me sentanba en la cama, acomodándose frente a mí.

- Es que, si tú no me has hipnotizado, significa que mi comportamiento se debe únicamente a mí y a mis hormonas.

- Bueno, primero debo decir que no tengo la menor idea de lo que son las “hormonas” - dijo él y yo empecé a reír- pero te diré otra cosa, a veces pienso que eres tú la que me hipnotiza a mí.

Mi risa se cortó de inmediato, él en cambio sonrió satisfecho con mi reacción.

viernes, 14 de octubre de 2011

Nikki Reed y Paul McDonald ♥

Chicas aquí les traigo unas fotitos de Nikki y su novio Paul en el Club Tacori en Soho House. Como sabrán ellos se comprometieron e julio de este año, luego de haber estado saliendo durante 3 meses. ¿Romántico o impulsivo?

miércoles, 12 de octubre de 2011

El visitante nocturno Cap 4

Capitulo 4

Conociéndonos


- Veo que me estabas esperando- dijo con la voz aterciopelada- ¿Puedo pasar?- preguntó con cordialidad, pero yo estaba tan asombrada que no pude decir nada, así que sólo asentí.


Entró en la habitación y caminó hacia mí. Yo estaba congelada en mi cama y como no di señales de levantarme el se sentó junto a mi. Su rostro se veía divertido y era tan hermoso, mis recuerdos no le habían hecho justicia. Pero al mismo tiempo sentía algo recorrer todo mi cuerpo, una alerta de que estaba en una situación peligrosa, que si fuera inteligente me alejaría de el, pero no quería apartarme, hay que dejar en claro que no soy tan inteligente así que podía pasar por alto perfectamente aquella advertencia fisiológica.


- No sabía si vendrías- dije finalmente.

- Es de muy mala educación no presentarse a una cita.

- No sabía que teníamos una.

- Bueno yo tengo una cita aquí cada viernes, es mi panorama y no pienso cambiarlo, amenos que eso te moleste.

- ¿Por qué vienes aquí cada viernes?

- Eres bastante cómica cuando duermes ya te lo dije, hablas en sueños y te mueves mucho.

-¿Te parece entretenido verme dormir? – pregunté sonrojándome.

- Bueno, cuando estás muerto, tu concepto de entretención cambia bastante- dijo con una sonrisa.


Era muy extraño oírlo hablar así sobre su propia muerte, con tanta tranquilidad.

- Lo siento- dije.

- Descuida, fue hace muchos años- respondió restándole importancia con un gesto de su mano.

- ¿Y cómo es que pasó?- me atreví a preguntar, sin saber si era impertinente o no.

- Mi abuelo convirtió a mi padre, luego de que lo enterramos al creerlo muerto él volvió y convirtió a mi madre, a mis hermanos y a mí.

- ¿Toda tu familia son vampiros?

- Si todos nosotros.

-¿Y están todos aquí?- pregunté preocupada.

- Por supuesto, vivíamos aquí cuando nos convirtieron- respondió con naturalidad. Yo tragué con dificultad y él lo notó.

- No te asustes, son muy agradables una vez que los conoces bien.

- No tengo planes de conocerlos- dije de inmediato.

- Claro, ninguno es tan agradable como yo, debo decir- dijo.

- ¿Puedo preguntar algo?

- Claro, me imagino que tienes unas cuantas dudas.

- ¿Por qué no me atacas? ¿No es eso lo que hacen los vampiros?

- ¿Quieres que te muerda?- preguntó sorprendido.

- ¡No! no, por supuesto que no, para nada.

- No te entiendo- dijo confundido.

- Es que no entiendo por qué no lo haces- traté de explicarme.

- Supongo que prefiero tener alguien con quien conversar que algo de cenar.

- Creo que me agradan tus prioridades- dije agradecida y él rió- ¿No conversas con tu familia?

- Si, claro que conversamos, pero me gustaría tener a alguien más con quien hablar. Verás, en mi familia todos están emparejados y convivir con ellos a veces puede ser agotador, me gustaría tener una amiga.

- ¿Quieres que sea tu amiga?- pregunté sorprendida.

- Si eso no es demasiado espeluznante para ti.

- Es algo difícil de creer, pero creo que podría ser tu amiga- dije sonriendo

- Eso es estupendo- no sabes lo que es estar 100 años con la única compañía de 3 parejas.

- ¡Son 7 vampiros!- dije más fuerte de lo que pretendía.

- ¿No lo mencioné antes?- preguntó extrañado.

- No, creo que no. ¡Cómo es posible que haya tantos vampiros en un pueblo tan pequeño!- dije más para mi misma.

- ¿Tantos?- preguntó confundido- ¡Somos la única familia de vampiros que queda! De no ser por el guardia del cementerio mi abuelo aun estaría vivo, es decir aun estaría con nosotros.

- ¿Sam mató a tu abuelo?

- Sam no, en realidad fue su padre, le enterró una estaca justo en el corazón a mi abuelo Aro, fue bastante trágico, luego de eso mis tíos Cayo y Marco decidieron cambiarse de cementerio y se fueron de Forks, pero mi padre quería a permanecer aquí. Así que ya no los vemos mucho.

- ¿Vives en el cementerio?

- ¿Dónde esperabas que viviéramos? ¿En el almacén? - dijo riendo con su broma.


Un ligero escalofríos me recorrió la espalda al imaginar 7 vampiros caminando entre lapidas con la neblina alrededor.

- Nos sepultaron en el mausoleo familiar creyendo que habíamos sido víctimas de una epidemia que rondaba, pero en realidad habíamos sido mordidos y vaciados por nuestro padre.

- Eso es espantoso- dije sin poder detener las palabras que salieron por mi boca.

- Me disculpo, no quise asustarte- dijo con semblante preocupado- no debí hablar tanto.

- No quise ser grosera, es tu familia- dije algo arrepentida de mi comentario.

- No podrías ser grosera aunque quisieras- dijo sonriendo y dejándome sin respiración - es que olvido que no estás familiarizada con todo esto, es raro para mí hablar con una humana. Mejor háblame sobre tu familia

- ¿Mi familia? No es una historia muy interesante- dije tratando de desviar el tema pero él se veía bastante interesado en saber- mis padres se casaron muy jóvenes y luego de que nací yo se separaron, mamá me llevó con ella a California, pero a los trece años decidí volver a vivir con mi padre, ya que mi madre viajaba mucho por su trabajo.

- ¿Se separaron? Eso si es trágico - dijo sin comprender.

- Es bastante común en realidad- dije tratando de calmarlo- la gente se casa y se separa todos los días.

- ¿Y dónde quedó lo de “hasta que la muerte los separe”?- dijo con voz de tragedia.

- Bueno eso es algo bastante anticuado, sin ofender.

- Para mí es lo más lógico, estar por siempre con la persona que te casaste, en mi caso incluso después de la muerte. Mis padres jamás pensarían en separarse.

- Bueno, eso es porque ustedes son de otra época.

- Las cosas ya no son como antes- dijo con clara nostalgia.

- Exactamente, la gente de ahora tiene citas, y varios novios antes de casarse con alguien, he incluso así no siempre aciertan.

- ¿Muchos novios?- preguntó como si fuera imposible- ¿tú cuántos novios has tenido?- preguntó con curiosidad. Yo pude sentir como mi cara se ponía toda roja.

- Bueno, yo soy un caso aparate, nunca he encajado bien en el resto de la sociedad- dije tratando de dar el tema por olvidado.

- ¿No has tenido novios? - preguntó captando al instante.

- No, la verdad no.

- ¿Por que eres diferente?- insistió.

- Ya te lo dije, no encajo bien con el resto de la sociedad.

- A mi me pareces alguien adorable, ¿cómo es que ningún joven se te ha propuesto?- preguntó y yo reí incomoda.

- Pues en este pequeño pueblo, no hay mucho donde elegir en realidad, no me interesa ninguno- dije encogiéndome de hombros, y agregué en mi mente “ninguno vivo”.


Él se quedó mirándome con sumo interés y me estaba poniendo realmente nerviosa así que me vi obligada a cambiar de tema.

-Y ¿me trajiste el libro?

- Ah! No, lo siento- dijo haciendo una mueca- es que mi hermana me lo ha pedido.

-¿Cómo se llama tu hermana?

- Alice, la revoltosa Alice ¿Tu tienes algún hermano?

- No, ni uno solo.

- Debe ser muy tranquilo, solos tú y tu padre- dijo recostándose en mi cama cómodamente, parecía muy a gusto en mi habitación, y a pesar de que su imagen no encajaba para nada, me agradaba que estuviera allí.

- Si, es tranquilo, aunque a veces algo monótono.

- En cambio yo, el mausoleo ya era un caos antes de que los hermanos Hale se nos unieran.

- ¿Quiénes son los hermanos Hale?

- Jasper el terrible y Rosalie la despiadada, son los novios de mis hermanos desde que se nos unieron- respondió y yo traté de ignorar sus espantosos apodos.

- ¿A qué te refieres con que se les unieron?

- Es que ellos no fueron enterrados con nosotros. Jasper fue convertido en la guerra y luego él convirtió a su hermana, ambos fueron enterrados en el mausoleo Hale. Pero éste fue destruido hace unos 50 años por cazadores de vampiros y ellos fueron a refugiarse con nosotros y fue como amor a primera vista, desde entonces que vivimos todos juntos en el mausoleo Cullen.

- Eso es algo romántico…bueno si te olvidas de la parte de los caza-vampiros y de la parte del cementerio- nos miramos un momento antes de empezar a reír.


En realidad habría que quitar también la parte de que ambos estaban muertos y que ella había sido mordida por su hermano vampiro.

- ¿Y por qué destruyeron su mausoleo?

- Esperaban que murieran al amanecer, ninguno se atrevió a entrar con una estaca.

- Entonces, ¿no puedes salir la luz del sol?

- A menos que quiera terminar como barbacoa.

- Debe ser terrible.

- La vida nocturna tiene sus encantos- dijo incorporándose y quedando frente a mí- es como si luego del crepúsculo todos los secretos se debelaran ante mí.


Por un momento me sentí completamente hipnotizada por ese par de ojos negros tan sureales. Antes de ser devuelta a la realidad por el ruido del auto de mi padre. Él se levantó de inmediato y se dirigió a la ventana.


- Volverás ¿cierto? - pregunté apoyándome en la ventana en la que él ya se había encaramado.

- Cada viernes, a penas tu padre salga de la casa- respondió solemnemente.

- Es un cita - dije sin darme cuenta del real significado de mis palabras. Él sólo sonrió.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...